Amor a Golpes

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La puerta es tocada con algo de fuerza y estoy algo desencajada por eso, y de un minuto a otro pensamientos de malas presencias me invaden y no puedo hacer que salgan de ahí.

Abro la puerta y hay dos hombres con su placa de policía afuera y otros dos examinandome de arriba a bajo.

— ¿Señorita Brannan?— pregunta uno de los hombres que me examina.

— Soy yo.— mi voz sale en un sonido inestable estoy tan asustada.

— Necesitamos su testimonio para realizar el juicio contra el señor Malik.— no era verdad, ¿Por qué ahora?

Esto tuvo que ser uno de sus tantos supuestos amigos, yo lo demande más veces de las que puedo contar y salia sin fianza alguna.

Los dos hombres que me examinaban han sacado sus placas de detectives o algo así y los dejo pasar hasta la sala.

Los cuatro hombres se acomodan en el sofá más grande, mientras yo me siento frente a ellos algo incómoda, no estoy preparada para decir lo que me ha hecho.

— Todas sus demandas al señor han sido validas hasta ahora.— ¡¿Qué!? ¿Por qué hasta ahora? Si llevo más de treinta años sufriendo al lado de ese hombre— Han sido negadas por el gerente pasado, el era cómplice del señor Malik en lavado de dinero y más, por eso hasta ahora vamos a capturarlo.

Estoy temblando, estoy casi alucinando por todo lo que dice, no puedo creerlo, ¿Cómo es eso posible?

— Bueno señorita Brannan, necesitamos que nos diga cada una de las agresiones, necesitamos todo, y que usted tenga un abogado para cada uno de sus testimonios.— el saca una libreta junto a un lapicero— Conocemos hasta el secuestro en un despacho, y los maltratos que le han hecho y han sido llamados "enseñanza de menores" según a la religión que su pueblo seguía en esa entonces.

— Hubieron muchos y no creo que tenga tiempo.— trato de escapar.

— Resuma la historia solo contando los hechos, no queremos detalles.— dice y hace un ademán con su mano para que hable.

Cuento casi todo y he tratado de decir lo de la violaciones desde que tenía diez año pero mi mente dice que no.

— ¿Nada más?— yo niego con la cabeza dándolo por finalizado.

— Hay algo más.— volteó y mi semblante cae cuando veo a Paige.

— Claro que no, así que por favor ve a tu habitación Paige.— digo nerviosa por el momento y la mirada determinante de los cuatro hombres.

— Dejé que hable la niña por favor.— dicen alentando a Paige venir a donde están ellos.— Vamos cariño ¿Qué te ha hecho este señor?— le dan confianza.

— El la violo, no recuerdo cuando pero lo hizo, lo leí muchas veces en el diario que tienes en la casa de la abuela, hay están cada una de las agresiones que hizo con fecha.— mi respiración se tranca y comienzo a ver borroso cuando recuerdo el diario.

— ¿Es cierto?

Asiento incapaz de contestarle al señor Robert.

— ¿El diario esta todavía en la casa de su madre?— pregunta hacia mi dirección y veo a Paige.

— Yo lo tengo.— ya se me hacia raro que ella supiera más de la cuenta.

— ¿Puedes darnoslo?

...

Todavía no puedo creer lo que ha hecho Paige por mi, lo agradezco tanto, ¿Pero como consiguió mí diario? Por lo que recuerdo lo había escondido al final de mi armario junto con varias fotos y recuerdos que realmente no quiero recordar...