A la mañana siguiente me despierto sin poder recordar en qué momento me quedé dormida. Supongo que me perdí entre mis pensamientos y finalmente logré conciliar el sueño.
Gracias a Dios el fin de semana había llegado.
Lo único malo de los fines de semana, es que mamá se va a trabajar muy temprano y yo tengo que hacer el desayuno tratando de no incendiar la casa con mi hermano dentro.
Aún en pijama y con mi cabello esponjado y rebelde como siempre, bajo a la cocina sin preocuparme por cómo me veo. Austin todo el tiempo está en su habitación así que es como si estuviera sola... O eso pensaba hasta hace unos momentos.
Para mi sorpresa, creo que Austin se cayó de la cama este día.
-¡Hola Maddie! ¿Cómo amaneció mi hermanita la más hermosa?- Dice Austin desde la cocina.
-¿Hermanita? ¿Hermosa?... ¿En dónde está Austin y qué hiciste con él?
-¿Qué? ¿De qué hablas? Cállate y ven acá- Dice abrazándome.
-¡Aléjate y dime qué hiciste con mi hermano!- Digo tomando un cuchillo.
-Maddison relájate. ¿Qué ya no puede despertar amoroso con mi hermana? Me acabo de ganar una amenaza con un cuchillo en mi propia casa. Buenos días para ti también, linda. -Dice alzando los brazos en tono dramático.
-Ya, no te exaltes y dime qué harás de desayuno.- Digo poniendo los ojos en blanco y tomando asiento en la mesa.
-No, ya me enojé, ahí esta el cereal, sírvete.
-Eres un ridículo.- Le digo poniéndome de pie y lanzándole un pedazo de barrita que estoy comiendo.
-Bueno bueno, ya. Estoy preparando pan francés, sé que lo adoras.
-Te amo ¿lo sabes?- Le digo dándole un tierno beso en la mejilla.
-Lo sé, siempre me has amado, es que soy perfecto.
-Ya se te subió el ego, mejor sírveme y cállate.- Digo volviendo a la mesa.
-Para mi hermanita consentida.- Dice poniendo el plato frente a mí.
Terminamos de desayunar y Austin se levantó de la mesa.
-Te toca lavar los platos, te espero en la estancia para ver una serie o algo así.- Dice caminando hacia las escaleras.
-¡Pero si yo los lavé ayer!- Digo gritando tratando de que me escuche.
-Si, pero yo hice el desayuno.- Dice desde arriba.
Pongo mis ojos en blanco y comienzo a lavar los platos.
Apenas termino y subo las escaleras para alcanzar a Austin en la estancia.
-Me toca escoger a mí.- Digo tomando asiento junto a él.
-Sólo porque tú lavaste los platos.- Dice pasándome el control de la televisión.
-¡¡Love Rosie!!- Digo alzando los brazos.
-Maddison, por favor, hemos visto esa película infinidades de veces.- Dice rodando los ojos.
-Si, pero sabes que es mi favorita, además, tú me dejaste escoger.
-Maddie, ¿Cuándo será el día en el que escojas otra película?
-¿Quieres ver Diario de una pasión?- Digo sonriendo.
Esas dos películas siempre han sido mis favoritas.
-Pero esa también la hemos visto millones de veces... Agh, mejor pon la que tú quieras, yo iré por palomitas abajo.
Sonrío y de inmediato selecciono Diario de una pasión.
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Amor de destellos...
Teen FictionMaddison Brooklyn. 13 años, nueva ciudad, nueva escuela, nuevos amigos y sobre todo, nuevos cambios. ¿Alguna vez has tenido que mudarte por razones del trabajo de tus padres? Si, puede parecer horrible y nefasto tener que hacer nuevos amigos y dejar...