-Kari, linda, ¿Quisieras ir a mi habitación? Puedo prestarte una pijama para que estés más cómoda... Y no me importaría si nos desvelamos esta noche!- Digo susurrando.
Kari sonríe emocionada y asiente.
-Bienvenida a mi hábitat natural, dónde suelo dormir, comer, y dormir de nuevo.- Digo lanzándome a la cama. -Bueno, son casi las 11:00, ¿Qué quieres hacer primero? ¿Tienes hambre? Podemos pedir una pizza y traficarla por la ventana para que sea sólo para nosotras... O si quieres probarte la pijama de la que te hablé para que estés más cómoda. Creo que estoy hablando demasiado, espera aquí...-Termino de hablar y minutos después regreso usando un mameluco de stitch azul, y con otro exactamente igual pero de color rosa.
Puedo ver cómo la sonrisa de Kari es cada vez más grande y eso me hizo muy feliz, y me motivó para seguir haciendo su noche aún mejor, al igual que Mateo también me dio las mejores 42 horas juntos, y así trataré de agradecerle, además de que en verdad quería a Kari, en este tiempo que ha estado aquí me he dado cuenta de que es una niña super hermosa tanto en personalidad como físicamente.
-Bien, puedes ir por allá a cambiarte, yo pediré la pizza, ¿Qué quieres que le pongan?
-Pepperoni está bien.- Dice sosteniendo el mameluco de Stitch.
-Bien, pediré dos pizzas por si nos da hambre en la madrugada, ¿Te parece bien con orilla de queso?- Pregunto mientras marco el número de la pizzería más cercana.
-Si, me parece muy bien.- Escucho a Kari hablar desde el armario dónde se está cambiando.
Marco a la pizzería para tomar mi orden, había llamado anteriormente una gran cantidad de veces ya que Austin y yo amamos infinitamente la pizza, por lo que el repartidor ya sabía a dónde dirigirse y cómo prepararla.
Escucho a Kari salir del armario y la observo por unos segundos.
Era hermosa, su estatura bajita y sus grandes cachetes la hacían lucir muy tierna y linda, tenía pecas, al igual que Mateo, y eso la hacía ver aún más bonita.Se miraba muy feliz, ambas con nuestras pijamas de Stitch, no podía evitar fotografiar este momento.
De inmediato fui por mi cámara y la encendí.-Mateo tiene una cámara casi igual a la tuya.- Dice Kari.
-Si.- Sonrío. -Y las cámaras son muy importantes para ambos, si no fuera por ellas, apuesto a que no nos hubiéramos conocido.
-¿Porqué?
-¿Mateo jamás te contó cómo nos conocimos? Es extraño.
-A Mateo no le gusta hablar conmigo sobre eso.- Dice Kari encogiéndose de hombros.
-Bueno... ¿Y quieres escuchar la historia? Mientras la pizza llega.
Kari asiente. -Soy toda oídos.
-Bien, el día de mi cumpleaños, Austin y mamá me regalaron ésta misma cámara, no pude esperar y enseguida me dirigí al parque para fotografía absolutamente todo, ya en el parque, como era de esperarse, mi gran distracción ante todo se hizo presente, y olvidé mi celular en algún lugar, no estoy segura, supongo que se me cayó, Mateo lo encontró y aprovechó esa oportunidad para hablarme, luego de varios minutos hablando decidimos ir a tomar un café, no estoy segura cuanto tiempo pasó pero él me trajo a casa y ahí fue donde mi mamá y Mateo se conocieron.- Termino de hablar con una sonrisa al recordar aquel día.
-Wow... es... lindo y raro el modo en el que se conocieron...- Dice Kari hablando con ciertas pausas.
Me quedo inmóvil, con la mirada perdida y sonriéndole a la nada; hasta que el tono de mi celular me casa de mis pensamientos.
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Amor de destellos...
Fiksi RemajaMaddison Brooklyn. 13 años, nueva ciudad, nueva escuela, nuevos amigos y sobre todo, nuevos cambios. ¿Alguna vez has tenido que mudarte por razones del trabajo de tus padres? Si, puede parecer horrible y nefasto tener que hacer nuevos amigos y dejar...