-Maddie, cuánto lo siento, no debí haberte arrastrado al auto.
-Está bien, no es tú culpa, en todo caso sería de él... Le hablaré a Austin para que venga a recogerme.
-¿Austin?
-Si, mi hermano.
-Ah...- Dice Danny asintiendo.
Marco el número de Austin, gracias al cielo mi hermano nunca se despega de su teléfono así que me responde al tercer tono.
-¡Austin!
-¿Qué pasa Maddie? ¿Dónde estás?
-En la escuela, ¿Puedes venir por mi?
-¿Qué? Pero si hablé con Mateo hace unas horas, dijo que iría por ti...- Lo interrumpo.
-Si, pues no lo hizo, ¿Quieres venir por mi ya?- Digo un poco enojada.
-Bien, bien, voy para allá.- Dice poco antes de colgar.
Me dirijo de nuevo a Danny que parece preocupada.
-Está bien Danny, ya pasará.
-No, Maddie, me siento mal por llevarte hacia él.
-Ya no importa, enserio... ¿Vendrán por ti?- Pregunto cambiando de tema.
-No, caminaré a casa.
-Oh, no, Austin puede llevarte.
-No hace falta Maddie, ya tuviste suficiente de mí.
-No es así, vamos, te lleváremos.
Veo el auto de mi hermano llegando y me acerco.
A lo lejos puedo ver a Mateo caminando hacía mí y subo rápidamente al auto, no quería ni verlo.
-Danny, rápido.
-Pero, Maddie...- Dice mi amiga observando a Mateo.
-Danitza, sube ya.- Digo alzando mi tono de voz.
Ella obedece y le indico a Austin que arranque.
-Hola...- Dice Danny pero es ignorada por Austin.
-¿No dijiste que Mateo no había venido a recogerte?- Pregunta mi hermano.
-No lo hizo...
-Si, lo hizo, lo acabo de ver, y tú también lo hiciste, subiste al auto apenas te percataste de que él venía hacia ti.
-¿Quieres callarte?- Grito.
Mis ojos se llenaron de agua, las lágrimas estaban a punto de salir.
-Sólo... lleva a Danny a su casa.
-¿Quién carajos es Danny?- Pregunta enfadado.
-Hola...- Repite mi amiga algo incómoda por la situación.
Mi cabeza comenzó a dar vueltas y dejé de escuchar las voces de Danny y de Austin.
Sólo podía pensar en lo estúpida que fui. La imagen de Mateo y aquella mujer besándose no podían salir de mi mente.
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Amor de destellos...
Teen FictionMaddison Brooklyn. 13 años, nueva ciudad, nueva escuela, nuevos amigos y sobre todo, nuevos cambios. ¿Alguna vez has tenido que mudarte por razones del trabajo de tus padres? Si, puede parecer horrible y nefasto tener que hacer nuevos amigos y dejar...