Me despierto como de costumbre alrededor de las 11:00 am, me quedo un tiempo acostada en mi cama, la verdad es que hoy no tenía ganas de nada.
Mi tranquilidad acaba cuando recuerdo que me dormí temprano para ir "temprano" a la azotea, y en vista de la hora, creo que se me hizo bastante tarde.
Una parte de mí me decía "Vamos, es la azotea, ¿No quieres saber qué hay dentro de las puertas?" Mientras que la otra me decía "Quédate en tu cama, ya habrá tiempo de hacer todo eso" Es tan difícil saber a quién hacerle caso...
Después de estar como por 5 minutos pensando, decido dormir. Es verdad, ya habrá tiempo de ir a la azotea y mis demonios me piden que duerma.-¡¡MADDISOOON!!- Escucho desde el piso de abajo. Es la voz de mi madre.
-¿¿Qué pasa mamá??- Respondo gritando.
Me quedo unos minutos en silencio y ya que no responde, vuelvo a mis sueños.
Tenía tantas noches con insomnio que a estas alturas, dormir parecía una gloria.
________________________________-¡MADDISON, SON LAS DOS DE LA TARDE Y NO HAS TOCADO EL PISO DE ABAJO NI UNA VEZ EN ESTE DÍA!- Grita mamá desde abajo por segunda vez.
Pongo los ojos en blanco y me levanto a regañadientes.
-Ya voy, mamá.- Digo de mala gana.
Es domingo y no me dejan dormir tranquila. ¿Qué clase de casa es esta?
Apenas bajo las escaleras, mamá me fulmina con la mirada mientras pone sus manos en su cintura.
-Eres una criatura que no hace nada más que dormir y comer, Maddison, deberías hacer algo por las tardes.
-Mamá, estoy haciendo algo en las tardes, práctico y mejoro mis fotografías.
-No le veo nada de actividad ir al parque a tomar fotografías y volver a las 10:00 pm con Mateo acompañándote. Y estoy segura que si él no se tomara la molestia de traerte, te quedarías a dormir en una banca del parque como indigente, sólo por no caminar un poco tú sola.
-Bueno bueno, iré a cambiarme para ir a hacer algo, ¿Qué quieres que haga hoy mami?- Le digo sonriendo con sarcasmo.
-No lo sé, ve a correr, haz ejercicio, no tengo idea, debes recuperar tu vida social.
Pongo los ojos en blanco y vuelvo a mi habitación a cambiarme para salir. No por complacer a mi madre, aunque no me lo pidiera, iría a la azotea como lo había planeado.
Me pongo mi gorro negro, lo lanzo ligeramente hacia atrás y lo acomodo. Unos jeans negros y una camisa con mis converse. Sostengo mi cabello con una colita de caballo alta un poco despeinada y salgo de casa.
Apenas había caminado aproximadamente una cuadra y media cuando recordé lo que hablé con Mateo ayer...
Iría al parque a tomar fotografías con él.
Lo había olvidado, de verdad quería ir a la azotea. Podría ir con él, pero tal vez pensaría que estoy loca por tenerle tanto afecto a un sitio abandonado.
No dejaría a Mateo plantado, así que doy media vuelta y camino en dirección contraria para ir al parque.
Al llegar allá busqué a Mateo con la mirada, no vi a nadie así que me acerqué a una pequeña banca que se encontraba vacía abajo de un árbol y tomé asiento.
Tomé mi celular y como es de costumbre comencé a twittear todo lo que se me venía a la mente.
Siento cómo alguien cubre mis ojos y me quedo inmóvil.
-Si tu nombre no es Mateo, será mejor que te alejes antes de que llame a la policía.- Digo lo bastante rápido para sonar alterada.
-Pues supongo que hoy es mi día de suerte porque mi nombre es Mateo.- Dice sonriendo y sentándose a mi lado.
Sonrío y vuelvo a revisar mi celular unos segundos antes de guardarlo.
-¿Te la pasas todo el tiempo en Twitter?
-Si para ti estar mínimo un total de 7 horas al día revisando nuevos tweets, creo que sí.
-Deberías dejar esa obsesión.
-¿Obsesión?
-Si, obsesión. Así le llaman algunas personas a eso que tu tienes con Twitter.
-Mi Twitter no es una obsesión.- Digo cruzándome de brazos. -¿No tienes Twitter verdad?
-No, de hecho no uso redes sociales. Tengo cuentas en casi todas, pero detesto y evito usarlas. Es una gran perdida de tiempo.
-Si, pero te mantienen informado de muchas cosas.- Digo tratando de defenderme.
-¿Cómo qué?
-Bueno, creo que más que "informarte" cosa que Twitter no hace en lo absoluto... Pienso que es un espacio tan bonito donde puedes escribir todo lo que piensas. No hay personas que te juzguen, pues si estás en Twitter es porque todos tienen problemas, y justo cuando sientes que tu mundo se está viniendo abajo y no logras acomodar tus pensamientos, siempre tiene que haber una personita que escriba por ti todo lo que quieres decir, haciendo que todo vuelva a su lugar.
Sentía como él me miraba cómo si fuera una loca.
Me perdí hablando, tanto, que ni siquiera estoy segura de lo que dije.-Wow, por la forma en la que hablas sobre Twitter hasta ganas dan de hacer una cuenta.- Dice sin dejar de mirarme.
Sólo sonrío satisfecha por todo lo que acabo de decir.
-Pero, Maddie... Me fascinó la forma en la que te expresaste pero, ¿No crees que es algo extraño expresarte de esa manera de una red social? Bueno, ¿Si recuerdas lo que dijo Einstein no?
-¿Einstein? Dijo tantas cosas... ¿A cuál te refieres?
-"El día que la tecnología sobrepase la humanidad, habremos creado una generación de idiotas."
La frase se quedó volando en el aire unos minutos.
Me dejó pensado y no lograba abrir la boca para decir ni una sola palabra.-Maddison. Hemos creado una generación de idiotas, y nadie quiere abrir los ojos y darse cuenta.
¿Porqué me está afectando tanto? Le estoy dando mucha importancia, me está dejando pensando durante muchísimo tiempo.
Era verdad, todo este tiempo que no estuve lo suficientemente cerca de Austin y mamá, fue porque todos estábamos encerrados en nuestras habitaciones, todos viendo series, películas, o simplemente con el celular revisando las redes.
Pudimos habernos dado un tiempo, todas esas horas que pasamos viendo distintas series, pudimos haberlas pasado juntos, disfrutado momentos o incluso, ver esas mismas series, pero en familia. ¿Cuál era el objetivo de ver series solo, o acompañado? Si, es muy grato pasar momentos a solas, te da tiempo de muchas cosas. Pero un día, incluso tan solo una hora, no le hace mal a nadie. Papá ya no está, pero el tiempo que estuvo aquí, era como si tampoco estuviera, nunca estaba con nosotros, y jamás pudimos tener una tarde en familia porque él se negaba a dejar su estúpido celular, perdiendo momentos que pudimos haber aprovechado.Estaba completamente perdida en mis pensamientos cuando...
-¿Maddie? ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?- Pregunta Mateo mirándome a los ojos.
-¿Qué? Ah, si, estoy bien...-Digo aún algo desubicada. -Bueno, propongo que comencemos con la fotografía.- Digo tratando de cambiar un poco el tema.

ESTÁS LEYENDO
Amor de destellos...
Dla nastolatkówMaddison Brooklyn. 13 años, nueva ciudad, nueva escuela, nuevos amigos y sobre todo, nuevos cambios. ¿Alguna vez has tenido que mudarte por razones del trabajo de tus padres? Si, puede parecer horrible y nefasto tener que hacer nuevos amigos y dejar...