Capítulo 20- Desamor

12 2 0
                                    

-Mamá, te lo explicaremos todo...- Decíamos Austin y yo una y otra vez.

-Claro que lo harán... Lo que yo quisiera entender es por qué lo hicieron, ni siquiera veo un buen motivo. Austin, siempre lo hacías para faltar al colegio, pero Maddie, tú quieres a Mateo, ¿Cuál es el problema?

-Mamá, antes de decirte cualquier cosa, necesito que me digas si Mateo ya se fue o si sigue afuera, además de decirme exactamente qué fue lo que él dijo allá abajo y qué fue lo que le respondiste.- Digo tratando de suavizar un poco las cosas.

-Él se fue, dijo que te avisara que vino a verte y que lo llamaras cuando pudieras.

-Está bien mamá... La verdad es que, a Mateo no se le poncharon las llantas de su auto, él si fue a recogerme al colegio...- Hablo lento, aún dudando si confesarle lo que pasó.

-Continúa...- Dice ella.

-Yo conocí a una niña hoy, es nueva en mi clase, su nombre es Danny, y ella quería conocer a Mateo, fuimos hasta su auto y lo encontré ahí, besándose con una estúpida de tercer grado...- Mis ojos se cristalizaban, mi vista comenzaba a nublarse y mi voz ya estaba cortada. Recordaba una y otra vez aquel momento en qué mi mundo se vino abajo, traté de apretar la mandíbula para contener cualquier sollozo pero me era imposible. Ya no sabía si mis lágrimas eran de tristeza, de rabia o de decepción.

-Oh Maddie... Tú y yo sabemos mejor que nadie que los hombres son idiotas.- Me consuela mamá.

-¡Ey¡- Interrumpe Austin.

Mamá y yo reímos.

-A excepción de tu hermano, por supuesto.- Repite ella.

-¿Qué quieres que hagamos querida hermanita? No puedes quedarte ahí tirada todo el día con el corazón roto.

-Claro que puedo.- Digo haciendo un puchero.

-Bien... Si puedes, pero no lo permitiré.

-Austin, no quiero levantarme, quiero ver películas, llorar y comer lo que resta de mi vida.

-Maddie, tu hermano tiene razón, no puedes abandonar tu vida social por un idiota.

-¿Vida social? Perdón mamá, pero mi vida social se quedó en San Francisco.

-Hermana, no quiero parecer poco sensible, pero ya era hora de que te rompieran el corazón.

-Austin, ¿Qué dices? No puedo creerlo.- Lo reprocha mamá.

Yo sólo lo veo con el seño fruncido.

-Mira, papá le rompió el corazón a mamá cuando se fue de la casa sin ninguna explicación...- Habla mi hermano.

-Gracias, Austin, excelente ejemplo.- Dice mamá rodando los ojos.

-¿Recuerdan a Chloe?- Continúa él.

Mamá y yo asentimos.

-Bien, ella me dejó por su mejor amigo, recuerdo perfectamente ese sentimiento, un gran dolor en el pecho, mi cabeza no dejaba de torturarme, mi vida se basaba en videojuegos, comer y dormir.

-¿Y qué hiciste?- Pregunto.

-Nada.- Dice simple.

-¿Nada?

-Absolutamente nada, hermana, todo tu dolor está en tu cabeza, deja de decir que tu corazón está roto por que no lo está, es un simple órgano que bombea sangre o todo tu cuerpo, ¿entiendes? debes grabarte esto, tu mente y tu corazón no están asociados, concéntrate en tu cabeza, deja de preguntarte por qué él te hizo esto, comienza a preguntarte para qué sucedió y qué es lo que está por llegar. Si, perdiste a Mateo, pero tienes a Danny, ¿no? Me tienes a mí, tienes a mamá, es más de lo que muchos tienen. Yo sé que el peor sentimiento del mundo es darte cuenta de que no eres correspondida, pero tienes 14 años, te aseguro que en unos años te recordarás tirada en tu cama llorando por un estúpido y te reirás hasta más no poder, por que de eso se trata Maddie, sabes que estarás bien aunque justo ahora quieras ahorcar a Mateo y a la idiota que lo besó, pero muy dentro de ti sabes que todo mejorará, y si no lo hace, te prometo que volveremos a San Francisco... Por ahora, debes salir ahí y conquistar el mundo con tu cámara y tus grandes y hermosos ojos, si Mateo te ve aquí tirada sabrá que todo esto te está afectando, pero si sigues tu vida normal te aseguro que le dolerá más a él ver que no te importa nada de lo que pasó y que no lo necesitas en lo más mínimo.

Amor de destellos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora