Nuestras bocas se encontraron y nuestros labios se juntaron paralizando el tiempo.
¿Acababa de dar mi primer beso?
Mi cabeza estaba llena de preguntas, no sabía que estaba haciendo, o si esto estaba bien.
Yo quería muchísimo a Mateo, pero no quería arruinar esa gran amistad que apenas comenzaba.Nos separamos y bajé mi cabeza.
-¿Qué sucede linda?- Pregunta buscando mi mirada.
-Nada... es sólo que...- No pude terminar de hablar y subí corriendo las escaleras hacia mi habitación.
Sentía una gran pesadez, mi cabeza daba vueltas y sentía un fuerte mareo.-¿Maddie? ¿Qué sucede?- Pregunta Kari preocupada. -Maddison responde, ¿Qué pasa?- Insiste Kari.
No pude contenerme, comencé a llorar, no debí haber bajado, arruiné todo y Mateo debe estar muy confundido, me fui, sin más, sin dar ninguna explicación y sin saber por qué.
Debo admitir que me veía muy ridícula llorando con mi pijama de Stitch, pero no podía detenerme, estaba en un completo mar de lágrimas.
Kari corre preocupada hacia mi y me abraza fuerte, esta vez no hizo ninguna pregunta, sólo se quedó conmigo y me abrazó hasta que dejé de llorar.
-Perdón por arruinar nuestra noche perfecta.- Digo entre sollozos y secando mis lágrimas.
-Dios mío, eres ridícula, eso no sucedió, debo agradecerte por esta gran noche, de verdad.
-¿Maddie? ¿Sabes que le sucedió a Mateo?- Pregunta Austin desde la puerta de mi habitación. -Bajó a la cocina por frituras y regresó con la mirada perdida... Tal vez sea reacción de todo...- Lo interrumpo frustrada.
-VETE DE AQUÍ.- Grito con ira.
-Okey, okey, ya me voy...- Dice mientras se da media vuelta.
-Maddie, puedes hablar conmigo de lo que pasó si quieres.- Dice Kari en voz baja.
-Tu hermano me besó.- Respondo con mi cabeza entre mis piernas en posición fetal desde una esquina de la habitación.
-Oh... ¿Y es malo?
-Si...! ¿No lo entiendes? Somos amigos, él me besó y yo no lo detuve!- Digo antes de comenzar a llorar de nuevo.
-Tal vez él ve más allá que una simple amistad, ¿Ya pensaste en eso?
No sabía que decir, estaba cansada.
Eran casi las 4:00 am, así que Kari y yo decidimos ir a dormir. Estoy segura de que ella no tenía sueño, pero yo no quería seguir despierta.
-Maddie, antes de que me grites o me lances de nuevo un cojín a la cara, ¿Sabes dónde está Mateo?- Dice Austin de nuevo invadiendo mi privacidad.
-No lo sé, ya lárgate.- Respondo sin ánimos.
No pude dormir bien, me levanto por la mañana y Kari está completamente dormida.
Sin hacer ruido, salgo de mi habitación y me dirijo a la cocina, tenía hambre, y deseaba no encontrar a mamá o a Mateo, o a cualquiera que pudiera hacer preguntas.
Para mi suerte no había nadie, pero al abrir el refrigerador, pude notar la falta de algo, casi de inmediato noté que no había ni siquiera una botella de alcohol.
Ninguno de nosotros tomaba bebidas alcohólicas, pero cuando los amigos de mamá o mis tíos venían a visitarnos, dejaban una gran cantidad de botellas, o las olvidaban, o mamá se las quitaba antes de que murieran alcoholizados.
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Amor de destellos...
Teen FictionMaddison Brooklyn. 13 años, nueva ciudad, nueva escuela, nuevos amigos y sobre todo, nuevos cambios. ¿Alguna vez has tenido que mudarte por razones del trabajo de tus padres? Si, puede parecer horrible y nefasto tener que hacer nuevos amigos y dejar...