Capítulo 10- Él, yo y ese bonito lugar

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Después de esa extraña plática sobre nuestra estupida sociedad, por fin Mateo y yo nos pusimos a trabajar.

Fotos, y más fotos. Diferentes ángulos, diferentes tomas. Mateo era casi un profesional... Bueno, a diferencia de mi, que apenas hace unas cuantas semanas había conseguido mi primer cámara que tanto anhelaba.

-Mmm, Maddie.

-¿Si?

-Creo que ya hemos capturado casi todo el parque, ¿Haz intentando fotografiar otros lugares de Houston? Digo, siempre te veo aquí, es muy bonita la vista, pero habiendo tantos y muchos mejores lugares...

Lo interrumpo. -¿Enserio? ¿Se lo preguntas a la chica nueva? No conozco casi nada, mi vida se basa prácticamente en Twitter y éste pequeño parque, ir a casa, dormir y comer.- Digo con un tono un tanto sarcástico.

-Si, sé que no tienes mucho tiempo aquí pero, sólo preguntaba para darle un poco de variedad a esto de la fotografía.

-He visitado un sólo lugar diferente un par de veces, pero es algo estúpido.- Por mis adentros, sé perfectamente que estaba muriendo. Ese lugar era perfecto, para mi lo era. Pero, vamos, ahora nadie le toma importancia a lugares como ese edificio y no quería arriesgarme a quedar como la tonta que admira un lugar hecho añicos.

-Deberías llevarme ahí, si quieres, éste lugar ya está muy fotografiado ¿No crees?

-Tal vez, pero no creo que sea una buena idea...- Pero él me interrumpe antes de que pueda terminar de hablar.

-¿Porque no? Vamos, debe ser un buen lugar.

Me quede helada, no quería moverme, no quería ir a ese lugar con él, ¿Qué iba a pensar? Era algo tonto, digo, habiendo tantos lugares bonitos, seré la rara que lo llevó a un edificio de polvo.

Aún dudando, asiento lentamente.

-Bien, vamos, yo te sigo.

-De acuerdo.- Digo antes de darme la media vuelta para empezar a caminar.

Al llegar allá él recorría con la mirada el exterior del edificio. Parecía algo asombrado.

-Maddie, ¿Éstas segura de qué éste es el lugar?- Dice mirándome.

-Muy segura.- Le respondo bajando la mirada. -Sé que no es algo hermoso, pero tu me pediste que te trajera, de hecho, nadie sabe que vengo aquí.

-No preguntaba por eso... Lo que pasa es que no conozco a nadie que se haya animado a entrar a este lugar alguna vez. Tiene muchísimo años cerrado, tanto que ni siquiera yo tengo idea de que fue. Sólo sé que está restringido el paso...

-Pues si estuviera del todo restringido creo que hubiera un candado o algo así. Ven, vamos a entrar.- Digo abriendo la puerta principal.

-Wow, esto es... está tan desacomodado y es perfecto, para fotografiar absolutamente todo, justo cómo está. Es increíble Maddie...- Dice hablando un poco lento.

-Si, lo sé, espera a ver que hay arriba.- Le digo sonriendo.

Él me mira confundido y da unos pasos al frente cuando ve que estoy casi por llegar al piso de arriba.
Se queda un buen rato mirando las escaleras hasta que por fin se mueve y comienza a subir.

-Maddie ¿Es seguro estar aquí?- Dice algo preocupado.

-No lo sé, he venido unas dos veces.- Le digo encogiéndome de hombros.

-¿Y estas puertas? ¿Qué hay dentro?

-Oh, si, eso. He tratado de descubrirlo pero no he podido abrir ninguna.

Amor de destellos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora