Capítulo 6- 14 años a mi

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-¡FELIZ CUMPLEAÑOS MADDIEEEE!- Me despiertan mamá y Austin con un pastel a las 12:00 am.

Todos los años era así, a las 12 en punto ellos estaban listos para desearme feliz cumpleaños. Amaba esto.

Aún medio dormida sonrío y los abrazo dándoles las gracias. Nada me arruinará este día hoy.

Apenas eran las 12 así que aún podía dormir un poco más, mis clases son hasta las 7 de la mañana y no estaré despierta caminando por toda la casa como un zombie durante 7 largas horas.

Tomo a Austin y le doy un tierno beso en la mejilla seguido de mamá.

-Bueno princesa, te dejaremos descansar un poco más.- Me dice mamá saliendo de la habitación.

Austin aún está conmigo y yo sigo esperando a que se marche para seguir durmiendo...
Él sólo me mira y sonríe como tonto y no da ninguna señal de querer irse.

-Austin, ¿no piensas volver a dormir?

-Mi hermanita menor ya no tan menor tiene 14 años...- Sonríe y no puedo evitar salir de la cama para abrazarlo.

Amaba cuando Austin era tan ridículo y cursi.

Él me deja sobre mi cama y se va sin cerrar la puerta. Agh, ¿por qué jamás cierra la puerta?

No pensaba levantarme para ir a cerrarla así que...

-¡AUSTIIIIN!- Grito fuertemente.

-Cállate Maddie, es media noche, ¿qué ocurre?

-¿Puedes cerrar la puerta?- Le digo haciendo un puchero.

-¿De verdad? ¿Para eso gritaste?- Me dice mientras pone los ojos en blanco.

-Es mi cumpleaños, ¿recuerdas? sólo cierra la puerta y vete.

-Eres un caso perdido Brooklyn.

Me acomodo en mi cama mientras sonrío al recordar que es mi cumpleaños.
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6:00 am

Agh, no debería estar permitido asistir a la escuela en mi cumpleaños, es horrible.

Hoy es un día especial así que dejaré los jeans de lado...

Una falda negra algo corta con una camisa a cuadros de manga larga fajada, pensé por un rato si debería ponerme zapatos pero le soy leal a mis converse.

Bajo las escaleras y en el comedor ya se encuentra lista una malteada de chocolate acompañada de unas crepas rellenadas de philadelphia y nutella.

Si que me conocían. Si pudiera comería esto todos los días, de día y de noche, lo haría. Sería una bolita de grasa muy feliz.

-¡Hoy llevaré a la escuela a mi hermanita odiosa!- Dice Austin bajando de las escaleras con una gran sonrisa y los brazos extendidos.

-Hasta que te arreglas temprano.- Le digo dándole un fuerte abrazo.

Me sorprendía lo bien que me había estado llevando con Austin últimamente.

La verdad es que no esperaba que nadie me felicitara en la escuela. De igual manera no me afectaba, pues me acostumbre a estar sola con mamá y Austin.

Después de desayunar, sigo la rutina de siempre y subo al auto de mi hermano.

-Adiós Austin.- Digo apenas llegamos a la escuela.

Amor de destellos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora