Llegamos a la habitación de Katrina. No se veía mucha actividad alrededor así que no sería un problema hablar con ella. Vanessa quería morirse. No estaba totalmente convencida de que las llevara ante la reina, por su parte, Dëni parecía más que complacida.
—Sigo diciendo que no estoy presentable para conocer a tu madre.
—Tienes razón, vámonos —Vanessa comenzó a caminar pero la tomé del brazo antes de que se alejara.
—Alto ahí pichoncito —me miró preocupada—. Todo estará bien, Katrina no es como Adrián.
Al parecer esto la relajó un poco.
—Está bien, hagamos esto —dijo armandose de valor.
—Tranquilas.
Toqué la puerta tres veces, esperando una respuesta o que alguien abriera.
—¡Adelante!
Bien, era hora. Abrí la puerta y tomé a Vanessa de la mano. Dëni nos siguió con su mejor sonrisa.
—Deberías hacer lo mismo —le susurró a Vanessa.
Katrina estaba frente a un espejo mientras Henrietta le ajustaba el vestido. Había muchos más en la cama, al parecer estaba surtiendo su guardarropa.
—Hola mamá, hola Henrietta.
—Hola querida —respondió Katrina mientras aguantaba la respiración—. Gracias a los Dioses que te encuentras mejor.
—Hola mi niña, tenía pensado irte a ver en un rato, pero parece que ya no es necesario.
Henrietta miró con mala cara a Vanessa y a Dëni. ¿Por qué?
—Sí, gracias, ya me siento mejor. Mamá tengo que hablar contigo.
—Claro Vicky —apenas susurró—, dime.
Demonios, Henrietta la estaba asfixiando.
—A solas.
Henrietta dio el último jalon y hasta yo sentí dolor. Terminó de ayudarle a Katrina con el vestido y se dispuso a salir, no sin antes darle un vistazo a las chicas.
—Con permiso, Majestad.
Salió de la habitación y cerró la puerta. Dëni la siguió con la mirada. Ella si se había dado cuenta
—Vaya, vienes con compañía.
Le di un codazo a Vanessa que miraba embobada los vestidos que estaban regados en la cama. Ella y Dëni hicieron una reverencia ante Katrina y ésta les sonrió.
—Sus nombres —pidió Katrina amablemente.
—Majestad, me llamo Vanessa Weber y ella es mi hermana, Dëni.
—Es un honor, Majestad —dijo Dëni con voz cantora.
Tuve que contener la risa.
—¿Weber? —preguntó—, ¿son familia del chico que estaba con tu padre?, James.
—Sí Majestad —respondió Vanessa—. Somos sus hermanas.
—Hija ayúdame con este vestido, Henrietta se pasó un poquito.
—Claro.
Fui con ella y comencé a desamarrar el cordón del vestido. Me di cuenta de como su cuerpo se relajó.
—Son vestidos hermosos, Majestad — comentó Dëni—. Se le ve maravilloso
—Gracias linda, son los últimos vestidos que Jillian hizo para mí.
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"El Elemento Perdido #2: Agua" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️
FantasyTodo ha vuelto a la normalidad en Caudentry. La familia Vasilith esta más fuerte que nunca con el regreso de las princesas Eleanor y Alexia. Todos viven de nuevo en paz y con tranquilidad. Pero no es suficiente. Viviendo bajo la sombra de su herman...