"CAPÍTULO 19"

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—Nadie nos molestará en este lugar.

Era muy raro, pero absolutamente nadie venía a la biblioteca, mucho menos los miembros de la corte. Solía pasar horas en este lugar con Peter. Buscábamos libros de hechizos y sobre historias de guerra. Mi hermano tenía una gran fascinación por cómo nuestros ancestros habían llegado aquí y se volvieron los dueños de todo. Era demasiada historia. Pero en su momento, fue muy útil.

Cerré la puerta con seguro. Vanessa miró asombrada todos los libros que habían en esta habitación. Estaba segura de que Peter y yo no leímos ni el 10%.

—Es asombroso —murmuró.

—Tranquila Vanessa o temo que tendremos que sostenerte.

Dëni se botó en el gran sillón que había junto a la chimenea. Hacía bastante frío y con la lluvia que estaba cayendo ahora este lugar era aún peor. Ligeras llamas salieron de mis dedos y las lancé contra la madera. Un confortante calor llenó la habitación.

—Al menos esa magia es útil —comentó Dëni.

—Sí, a veces —respondí.

No sabía ni cómo empezar. Era algo muy difícil. Tomé asiento en el sillón que estaba frente a Dëni y Vanessa fue a mi lado. Troné mis dedos repetidas veces, y el silencio empezaba a volverse realmente incómodo.

—Lo siento —fue lo primero que salió—, de verdad lo siento tanto.

Un nudo se formó en mi garganta y no pude contenerme. Me levanté rápidamente del sillón y me alejé de ellas. No me atrevía a mirarlas siquiera mientras les decía todo lo que había mantenido guardado.

—Desde que desperté aquella mañana en el hospital, mi vida se fue desmoronando poco a poco. Traté de hacer todo un poco más fácil pero no me fue posible. Sabía que era mi culpa, solamente mía.

Sentí unos brazos rodearme y las lágrimas rodaron por mis mejillas. Me giré y Vanessa estaba a mi lado. Dëni sólo me observaba desde el sillón.

—Arruiné lo único que tenía bueno en la vida y les quité parte del corazón a los demás.

—No es tu culpa Alexia —Vanessa limpió mi mejilla con sus dedos—, todos tenemos que enfrentar el destino, y a veces este llega de una manera muy rara.

—¡Claro que es mi culpa! —grité y Vanessa se apartó—, yo organicé esa estúpida fiesta, a ti te dejé con ese imbécil, arruiné tu cumpleaños, y a ti —señale a Dëni—, te decepcioné igual que siempre, igual que a Daniel, y a Janine y a todos...

El aire me faltaba y ya no podía ni hablar. Me sentía sofocada.

—Estoy aquí pretendiendo, siendo una princesa y ¡estoy a punto de casarme con el imbécil que casi nos mata!

—Alex cálmate —Vanessa me habló como si tuviera cinco años.

Me recordaba a la manera en que Lena regañaba a Luvia.

—Algo pasaría de todos modos —Dëni fue hacia nosotras, se veía más relajada—. Lo sabemos, ellos irían tras de ti de una manera u otra.

—Pero ustedes, jamás tuvieron que estar involucradas y ahora...

—Fue lo mejor —¿en serio Vanessa?—. Fue mejor que nos trajeran aquí y que se alejaran de Ravenville al menos por un tiempo, de lo contrario ellos también habrían pagado.

—Ahora estamos juntos de nuevo —interrumpió Dëni—, de una forma un tanto estúpida y rara, pero a final de cuentas, juntos.

—Y afrontaremos todo lo que venga, estando unidos, igual que siempre. No te dejaremos sola Alexia, esta vez no.

"El Elemento Perdido #2: Agua" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora