"El Elemento Perdido #2: Agua" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️

"CAPITULO 11"

Luego de no sé cuantas horas, en las cuales tomé el baño más relajante de mi vida, y fui consentida al extremo, Lena dio su tarea por terminada. No me atrevía a mirarme en el espejo siquiera. Me asustaba el simple hecho de ver lo que Lena había hecho conmigo. Pero lo hice. Mi cabello estaba recogido en un perfecto moño con muchas trencitas alrededor y varios rizos sueltos. Mis ojos perfectamente delineados, con sombras rojas y naranjas, haciendo que el verde resaltara más. No necesitaba color en las mejillas, habían estado teñidas de rosa desde la mañana. Bravo Lena.

—De verdad que soy genial —alzó mi barbilla como si estuviera examinando mi rostro—, te ves hermosa Alexia.

—Gracias Lenn —no supe qué más decir.

—Iré por Jill.

Salió del cuarto. Era la quinta vez que decía esto. En el transcurso de la tarde había buscado a Jillian por todo el palacio y ella jamás apareció. Traté de convencer a Lena de que quizás algo más importante se había cruzado en su camino, pero no me hizo caso. Sabía que era cuestión de minutos para que regresara sin Jill.

—Greta —había estado ordenando mi armario por un buen rato, incluso ella estaba lista para la fiesta.

—¿Qué ocurre, señorita?

—¿Viste a Jillian hoy?

—La vi en la mañana, muy temprano —lo pensó detenidamente—. Vino con el joven Carl y estuvo un buen rato con el rey, después de eso, no sé qué habrá hecho.

—Esta bien —respondí sin muchos ánimos, la situación comenzó a angustiarme—, ya puedes irte, deja todo ese desorden y termina de arreglarte para la celebración.

—Pero Alteza, nosotros, no podemos estar ahí...

—Lo harán —la interrumpi—. Quiero que lo estén, habrá muchisima más gente ayudando, dense un respiro, ¿de acuerdo?

Pareció dudarlo por un momento, pero al final sólo sonrió y salió de la habitación.

Desde aquí podía escuchar el sonido de las pisadas de los caballos y de las ruedas de los carruajes. Adrián fue muy claro al decir que quería que Cedric y yo estuviéramos ahí para recibir a los invitados. A Lena no le importó pues se había tardado muchísimo y ya era casi la hora de bajar.

La puerta se abrió de nuevo y Lena entró. Parecía molest o mejor dicho si estaba molesta.

—No la encuentro por ningún lado aunque pronto su enojo se vio opacado por la preocupación—, nadie la ha visto hoy, ni siquiera Carl.

—Trata de calmarte Lenn...

—Debo dejarte —no me dio chance de decir otra cosa—, Luvia no esta lista y esa niña no quiere que nadie la cambie más que Robert o yo y Rob esta con papá.

—Tranquila —le sonreí—, ve con Luvia, yo misma puedo terminar de vestirme,  respira ¿de acuerdo?

Respiró profundamente y sonrió de nuevo.

—Te aseguro que quedarás más que satisfecha con todo, lo prometo —una gran sonrisa se extendió en su rostro.

—Más te vale, o jamás te recomendaré como organizadora de eventos Craiden.

Se quedó muy quieta. No le había dicho así en mucho tiempo. Era como volver al pasado. A donde realmente perteneciamos.

—Esta bien, Raven —dijo guiñando el ojo—. Te veré en un rato, tu máscara esta en la bolsa junto con el vestido, no olvides ponertela antes de bajar, aunque nadie apreciará el maravilloso maquillaje que te hice...