Sebastian insistió en que teniamos que platicar ese asunto con Eric y los demás pues se suponía que debíamos que informar cada detalle de lo que se descubriera o meteríamos a Vanessa en problemas.
Terminé de vestirme y bajamos al comedor; Eric y Dëni ya estaban ahí, y al parecer no eramos los únicos que salimos de la cama como locos, el reloj marcaba la una de la mañana.
—Por fin hermano —Sebastian dejó el libro sobre la mesa y tomó una silla para que Vanessa se sentara.
—Creemos haber hallado la clave — Vanessa estaba muy emocionada—. Una manera de romper el vínculo y hacer que las habilidades de Alexia sean como las de cualquier otro.
—Habla.
Vanessa pasó las páginas del libro hasta que por fin encontró lo que buscaba. La página estaba repleta de letras extrañas, si es que eran letras, y cosas que la verdad no tenían sentido para mí.
—Es escritura antigua —dijo Sebastian al ver mi cara—. Por eso nos tomó tanto tiempo.
—Como sea —Vanessa se puso los lentes—. Es un arma, como cualquier otra y con eso me refiero a que puede ser una daga, una espada o lo que sea, pero debe tener algo así como una chispa —Vane seguía analizando esas letras—. Si un dios la toca, cualquiera de ellos, obvio es recomendable el Padre Fuego, se puede usar como un rayo castigador, y suena estúpido pero es el nombre más técnico y entendible que puedo darle.
—Lo que Vanessa quiere decir es que debe tener un poco de poder original, el más puro —explicó Sebastian—, concedido por uno de los Dioses, los verdaderos. Al ser guardiana, Solara no tolerará esa energia pues será más fuerte que el poder que ella maneja. Se destruirá desde adentro. Su alma quedaría hecha pedazos.
—Si es que tiene alma —dije.
—Y bien —Nath los miró a ambos—, ¿dónde encontramos eso?
—Tenemos que ir de inmediato.
—Lamento decirte que tú no irás Alex —Vanessa cerró el libro—. No puedes entrar al lugar donde esa "arma" se encuentra. Estás ligada a Solara y el mínimo contacto te mataría si pones un pie dentro, a ambas.
—¿De qué lugar hablan ustedes dos? —preguntó Eric.
Vanessa miró a Sebastian como si estuvieran considerando decirnos la verdad.
—El primer santuario sagrado — respondieron al mismo tiempo.
Eric se puso pálido al escucharlo y los demás no dijeron nada. Ahora lo entendía. Era claro que no podía ni debía entrar.
—Nadie en sus cinco sentidos entraría ahí —dijo Roderick.
Ok, un voluntario menos. ¿Quién sería el siguiente?
—Creo que Vanessa y yo tenemos una solución a eso —dijo Sebastian—. Nosotros iremos.
...
Me sentía como una maldita. Nadie se opuso a que Vanessa y Sebastian fueran a ese lugar; llegué a pensar por un minuto que Eric se opondría a semejante idea y no arriesgaría la vida de su hermano. Error.
Prepararon todo para su partida. Dëni no podía dejar de llorar y eso sólo me alteraba un poco más. Necesitábamos estar tranquilas y relajadas por Vanessa. Si nos veía con esa actitud de mierda, sólo la haríamos sentir peor.
Todos estaban en la salida del castillo para despedirlos. Quizá nosotros no, pero todos los demás, ahora los veían como los jóvenes más valientes del mundo. Arriesgando su vida por la hija de Solara, que gran sacrificio.
ESTÁS LEYENDO
"El Elemento Perdido #2: Agua" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️
FantasyTodo ha vuelto a la normalidad en Caudentry. La familia Vasilith esta más fuerte que nunca con el regreso de las princesas Eleanor y Alexia. Todos viven de nuevo en paz y con tranquilidad. Pero no es suficiente. Viviendo bajo la sombra de su herman...