Todo está en sus ojos jade. Sasusaku, itasaku o gaasaku?(sakura fuerte!)

Capítulo 16- Dejar la aldea (actualizado)

--------------- Narra Sakura ----------

No quería admitirlo frente a Naruto, mi mejor amigo, pero ya no puedo quedarme más en esta aldea. Amo a Naruto y a mi madre, pero ha llegado el momento de buscar a mi padre y a mi hermano. Eso me repito constantemente: debo ir en busca de mi padre. Y también está Sasuke-kun, el se fué por venganza, sabia un poco de sus planes, los respeto, pero no pensé que partiría tan pronto, supongo que fué a raíz del encuentro con Itachi.

Todo se vuelve confuso cuando pienso en él, en Itachi y en Gaara. Pero ahora, tengo asuntos familiares que resolver primero; lo demás puede esperar. Es irónico, pero parece que hasta aqui llego el equipo 7, lo siento Naruto....

-------------Fin Narración Sakura---------

Era un hermoso día cuando el sol comenzaba a despuntar su luz. Sakura ingresaba al hospital de Konoha con una carta y un ramen empacado. Subió las escaleras y tocó una puerta.

-Siga- gritó Naruto desde adentro. -¡Sakura-chan! ¡Has venido!-, exclamó con ojos brillantes y una sonrisa radiante.

-Naruto-kun, ¿cómo estás?- dijo Sakura mientras colocaba el ramen y la carta sobre una mesita auxiliar. -He traído una ofrenda de paz-, bromeó.

-¡Eres la mejor!-, respondió Naruto emocionado, mirando con anhelo la caja de ramen.

-Sabes que eres mi mejor amigo, ¿verdad?-, dijo Sakura con tristeza en sus ojos verdes. -No tengo dudas-, respondió Naruto, tomando su mano con preocupación. -¿Pasa algo?-, preguntó con seriedad.-

-No, solo quería asegurarme de que lo supieras sin dudas-, dijo Sakura, esbozando una suave sonrisa mientras lo abrazaba.

Mantuvieron el abrazo por un momento; Sakura apretó los ojos mientras Naruto la abrazaba con ternura.

-Bueno, Naruto-kun, me tengo que ir-, comenzó Sakura mientras rompía el abrazo.

-¿Tan rápido? ¡Pero si acabas de llegar!-, protestó Naruto haciendo muecas. Sakura rió ante las travesuras de su amigo.

-jajaaja-, se rió mientras lo observaba atentamente, memorizando cada gesto. -Cuídate mucho, ¡mira que pareces hecho puré!-, bromeó mientras se alejaba hacia la puerta.

-Me mejoraré pronto, ¡soy fuerte y lo seré aún más, dattebayo!- gritó Naruto con el pulgar en alto.

-No lo dudo, serás uno de los mejores ninjas-, respondió Sakura antes de salir y cerrar la puerta tras de sí.

--- A las afueras de Konoha ---

Sakura saltaba de árbol en árbol a toda velocidad mientras alguna que otra lágrima traicionera resbalaba por su mejilla, alejándose de la aldea. Había empacado solo lo esencial en su maleta: antídotos, equipo médico básico, unas pocas mudas de ropa y el collar que le había dado Itachi. Antes de partir le había mentido a su madre en una carta diciendo que iría a una misión por un buen tiempo, pero que le escribiría en cuanto pudiera.

Al atardecer, Sakura se detuvo al borde del desierto que se extendía ante ella. La arena, bajo el sol implacable del mediodía, parecía desafiante y hostil.

Recorrió el área y encontró un pequeño río, donde recogió agua y atrapó un pez para almorzar. Terminado su comida, emocionada por volverse más fuerte, decidió practicar un nuevo jutsu de agua.

-Elemento Agua, Látigo de Dragón de Agua-, leyó en voz alta del libro de jutsus que había tomado prestado de la biblioteca. -Creo que puedo usar esto para partir un edificio si concentro suficiente chakra-, pensó con una sonrisa.

Movió una esfera de agua del río y formó dos látigos filosos que cortaron un árbol en múltiples partes.

-No estuvo mal-, se elogió a sí misma. Guardó el libro en la maleta y cruzó el límite entre Konoha y Sunagakure.

--- Narra Sakura ---

Finalmente, llegué a Suna. Mi energía está al límite; necesito encontrar un lugar donde hospedarme.

El calor me hace agradecer haber elegido mi vestido rojo. Decido comprar un jugo y descansar en un parque.

Sunagakure, la aldea oculta entre la arena, vive a la altura de su nombre. La brisa levanta la arena que se adhiere a las casas y los edificios, creando una ciudad de arena y piedra. Es hermoso, pero incompleto sin mi hermano a salvo aquí, pensé mientras dejaba que el viento se llevara mi deseo.

-*Priorizaré a mi familia sobre todo*- pensé con determinación. -*Es hora de enfocarme en mi objetivo de encontrar a mi padre y proteger a mi hermano. Sasuke-kun, Itachi, Gaara... sus historias son complicadas, pero mi deber hacia mi familia es más fuerte. Entrenaré duro y me haré más fuerte. No permitiré que nada me desvíe de mi camino...*-

-------Fin narracion de Sakura--------

El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos y dorados mientras Sakura descansaba en el parque de Sunagakure. Escuchaba el susurro del viento entre las hojas y la arena al ser arrastrada por el viento.

De repente, sintió una presencia familiar, un chakra que la hacía sentirse nostálgica y a la vez inquieta. Se giró y vio a Gaara, caminando hacia ella con paso firme y mirada intensa.

Sakura lo observó acercarse, sintiendo una mezcla de emociones. Gaara se veía más maduro desde la última vez que lo vio, pero su mirada seguía siendo penetrante y profunda. Ella notó la seriedad en su expresión mientras se acercaba.

-Sakura...-, murmuró Gaara cuando estuvo frente a ella. Sus ojos jade brillaban, casi apagados pero con un destello fugaz al verla.

-Gaara...-, respondió Sakura, su voz apenas un susurro.

-¿Qué haces aquí?-, preguntó Gaara con seriedad. -¿Por qué no estás en Konoha?-

Sakura miró fijamente a Gaara, evaluando cómo explicarle. Llevaba una falda negra y una blusa blanca, con un porta kunais en su pierna izquierda. Sus ojos jade parecían más opacos de lo normal, pero aún conservaban su belleza y profundidad. Por un breve instante, cuando vio a Gaara acercarse, sus ojos destellaron con una emoción que apenas dejó ver.

-Me fui-, respondió Sakura finalmente, su tono firme pero lleno de una determinación tranquila. -Tengo asuntos personales que resolver, y no puedo quedarme en Konoha por ahora. No puedo dar más explicaciones, Gaara...-

El joven Kazekage la observó en silencio, su expresión pensativa. -¿Qué harás ahora?-, preguntó él después de un momento, su voz más suave.

-Entrenaré-, respondió Sakura con firmeza. -Me haré más fuerte. Ese es mi camino ahora.-

Gaara la miró intensamente. -Quédate en Suna un tiempo. Entrena conmigo. No permitiré que vayas sola a ningún lado hasta que seas capaz de derrotarme con todo tu poder.-

Una sonrisa de medio lado apareció en el rostro de Sakura. -Está bien-, dijo finalmente. -Acepto tu oferta.-

Y así, decidí quedarme un mes en Sunagakure.