CAPITULO 11 "¿Tanta prisa tienes?".

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CAPITULO 11.

Cuando abrimos los ojos, eran las 7:30, nos habíamos dormido, el despertador debía sonar a las 6:45 pero no nos habíamos enterado. Corrimos todo lo que pudimos. Nos vestimos en dos minutos, desayunamos rápido, nos maquillamos un poco, nos cepillamos los dientes y salimos a la hora justa para poder subir en el autobús. Conseguimos llegar a clase a tiempo. Lo habíamos hecho en un tiempo récord. Con tanta prisa no me dio tiempo ni a mirar el movil. Cuando lo mire para ver si tenia noticias de mis padres comprobé que el único whatsapp que tenia era de Zayn.

"Buenos días rubita. Muchísimas gracias por el día de ayer. Cuando quieras repetimos. Que tengas un buen día".

Una sonrisa apareció en mi cara sin darme cuenta. Era un sol y a mi me estaba empezando a gustar de verdad. Toda mi vida pasando de los chicos y no me había dado cuenta de que era bastante enamoradiza. No había tardado nada en sentir algo por el, pero cualquier persona normal sentiría algo por Zayn a los dos minutos de conocerle. No pude contestarle ya que en cuanto llegamos al instituto, bajamos del autobús corriendo para no llegar tarde a la primera clase. Geografía. Historia. Teatro. Y por fin un descanso. Fui a la taquilla, cogí mi movil y le contesté.

"Me ha alegrado mucho el mensaje. Gracias a ti. Espero verte pronto. Muchos besos".

Fui a guardar de nuevo el movil en la taquilla pero me sorprendió la rapidez con la que contestó.

-Por fin das señales de vida. ¿Te parece bien que demos una vuelta esta tarde?

-Perdón, no pude contestarte. La verdad es que no tengo nada que hacer y me encantaría.

-Ahora que se donde vives, te paso a buscar a las seis.

-Perfecto, te veo a las seis.

Era consciente del consejo que me dio Amanda la noche anterior de que no le pusiera las cosas fáciles, pero quería verle otra vez.

Las dos ultimas horas se me hicieron eternas. Matemáticas y literatura. Por fin sonó el timbre y pudimos irnos a casa. Después de comer, terminé rápido los deberes y me metí en la ducha.

Al salir, Amanda, que he de decir que la mayoría de las veces tenia mejor gusto que yo al vestir, ya me había sacado la ropa que le gustaba para que me pusiera. La elección no era mala. Sandalias marrones, unos shorts vaqueros altos y una camiseta ajustada en marrón clarito. Me lo puse y me gustó el conjunto, así que definitivamente había acertado. Me maquillé un poco y bajé al salón a esperar a que Zayn llegara.

17:45. Estaba muy nerviosa, no podía evitarlo, pero tenia que intentar que el no lo notara.

17:50. Amanda bajó de la habitación y estuvo hablando conmigo, analizamos lo que podría pasar y yo le deje las cosas claras, no quería ir tan deprisa y esperaba que el tampoco quisiera. La charla con Amanda, en vez de relajarme me puso mas nerviosa.

17:58. Subí a mi habitación, cogí mi bolso a juego con las sandalias, comprobé que llevaba todo, me mire al espejo para asegurarme de que todo estaba perfecto y justo sonó el timbre. Era el. Había llegado muy puntual, no me lo esperaba.

Bajé deprisa, pero cuando llegué a la puerta esperé unos segundos para que no pareciera impaciente por verle. Abrí la puerta y allí estaba. Guapísimo, como siempre. Me sonrió y sin darme tiempo a decir hola me dio un beso en la mejilla. Amanda estaba por detrás cotilleando y pensé que seria buen momento para presentarles.

-Pasa un momento, que te voy a presentar a alguien.

-¿No es un poco pronto para conocer a tus padres? -dijo asustado-.

-No te voy a presentar a mis padres.- aclaré-.Esta es Amanda, mi mejor amiga.

-Hola, soy...

-Si, Zayn, encantada. -dijo antes de que el muchacho pudiera terminar la frase-.

-Exacto, Zayn. Igualmente.

-Bien, ahora que ya os conocéis, podemos irnos.

-¿Tanta prisa tienes?

-Claro que no, pero a ver si nos vamos a quedar mas tiempo y ya no hay quien te saque de aquí...-bromeé-.

-Como tu digas...encantado Amanda.

-Igualmente Zayn.

-Hasta luego.

Le di un abrazo a Amanda y salí de mi casa. Monté en el coche y le pregunté donde íbamos. No me quiso contestar, por lo que supuse que debía dejar de preguntar ya que era una sorpresa. Llegamos a una calle que me resultaba familiar. Aparcó el coche en la puerta de una casa blanca.

-¿Tu casa?

-Eso parece...

LITTLE THINGS. [EDITANDO].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora