CAPITULO 8 "¿Tengo pinta de vivir con mis padres?".

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CAPITULO 8.

Una vez se había clamado un poco, decidió pagar lo que nos habíamos tomado y salir a dar un paseo. Nos montamos en un taxi y nos fuimos a una zona de Londres preciosa, pero poco turística, donde había menos gente. Estaba un poco nerviosa, me estaba dejando llevar y me gustaba. Quería pasar la tarde con el, me había gustado el Zayn que había conocido en el bar un rato antes, ese Zayn indefenso y sensible.

Cuando llegamos a un parque decidimos dar un paseo y sentarnos en un banco al lado de un lago.

-Este sitio es precioso...-dije admirando las preciosas vistas que tenia aquel lugar-.

-De todo Londres, es mi sitio favorito, me gusta venir solo, cuando tengo que pensar o tomar decisiones es el sitio perfecto.

He de reconocer que se me caía la baba, había dejado a un lado su parte egocéntrica y arrogante y se estaba dejando conocer, estaba conociendo esa parte que a las chicas nos vuelve locas, ese momento cuando deja aun lado las chulerías y realmente se muestra como es.

-Entonces me alegra que me lo estés enseñando, ya que es como tu sitio secreto.

-Bueno, pero ahora que lo sabes te voy a tener que matar. Es una pena, porque me esta gustando esta tarde.

-P: A mi también, mucho. -dije a la vez que una sonrisa se escapaba de entre mis labios-.

Me daba miedo. Me daba miedo que me llegara a gustar de verdad. Yo siempre había pasado de los chicos, me parecían todos estúpidos. Desde hace algo mas de dos años me gustaba ir a mi bola, pero Zayn era diferente, tenia algo diferente y eso me gustaba.

-¿Podemos seguir andando? Que me voy a congelar aquí a la sombra.

-Si, claro. ¿Quieres que pasemos por mi casa y te dejo una sudadera?

-¿Vives por aquí?

-Si, a dos calles. No tardamos nada en ir...

-No te preocupes, no hace falta...-dije, intentando evitar la propuesta de ir a su casa-.

-No seas tonta, va, que no tardamos nada...-dijo tratando de convencerme-.

-Bueno, si insistes...

Caminamos durante un par de minutos y llegamos a una zona donde los bloques de piso habían dejado paso a unos chalets preciosos. Llegamos a una casa blanca, bastante grande, era preciosa. Me quedé mirándola y entonces Zayn abrió la puerta. Era su casa. Bueno, una casa tan grande yo suponía que la compartiría con sus padres...

-Yo me quedo fuera, que me da vergüenza que me vean tus padres, y mas si lo de Perrie esta muy reciente...-dije, intentando parecer lo mas educada posible-.

-¿Tengo pinta de vivir con mis padres? -una carcajada salió de su boca en ese momento, dejando ver la preciosa sonrisa que tenía-.

-¿Vives solo? -pregunté algo confundida-.

-No exactamente, entra anda...-dijo mientras me dejaba pasar delante de el-. ¡Estoy en casa!

-¿Porque gritas?

-Para que no se asusten al verte...

-Vale gracias, pero no soy tan fea..- mi cara vergonzosa pasó a ser de indignación al escuchar esas palabras-.

-No tonta, no lo decía por eso, pero no están acostumbrados a verme entrar con una chica que no sea Perrie...-explicó-.

-¿Están? -pregunté-.

-Claro, los chicos...

No me dio tiempo a preguntarle si a los chicos se refería a los cuatro que faltaban de su grupo, porque un chico bastante guapo llegó de la habitación de al lado y me dio dos besos.

- Encantado, soy Liam.

-Hola, yo soy Patricia. -dije mientras le saludaba con un par de besos en la mejilla-.

-Así que tu eres la famosa chica de la bolera...-su brazo chocó contra mi hombre, queriendo compincharse conmigo-.

-¿Famosa? -pregunté mirando a Zayn fijamente-.

-Cuando Zayn llegó el sábado de la bolera, lo primero que hizo fue contarnos que había conocido a una chica guapísima que le...

-Liam, no exageres, cállate anda. -le cortó el moreno antes de que pudiera seguir poniéndole en evidencia-.

-Osea que le has hablado de mi... -Dije con un tono burlón-.

-Si, y no veas el pelmazo que nos dio. -sonríe-. Ahora, una cosa te voy a decir Zayn, tienes buen gusto...

En ese momento me puse roja, yo creo que lo notaron. Quería reírme, pero no podía, me daba vergüenza. Les había hablado de mi. A lo mejor iba mas en serio de lo que me pensaba.

-Bueno, ya, que se esta poniendo roja y ademas, al final se lo va a creer demasiado. -dijo mientras fulminaba a Liam con la mirada-. ¿quieres que subamos a por la sudadera?

Se me había quitado el frío, ahora lo que sentía era bastante calor...

-Si, como veas...

-Ven anda...

Subimos a su habitación, era preciosa. Las paredes blancas y negras y con el mobiliario a juego. Estaba decorada con bastante buen gusto. A un lado de la habitación había un espejo que casi tenia el tamaño de una pantalla de cine. Una cama enorme en el centro. Una mesa con el ordenador y tres puertas mas, supuse que serian un armario y un baño.

Zayn abrió la puerta negra del centro y para mi asombro era un vestidor. El típico vestidor que todas las chicas desearíamos tener cuando fuésemos mayores. Dentro había seis puertas correderas a cada lado, con filas de cajones debajo. Corrió una de las puertas, donde estaban todas las sudaderas...

-Ven, toma, coge la que quieras...-dijo dirigiéndose a mi. ¿A quien si no?

-Gracias. Por cierto, me encanta tu habitación...

-Es muy grande para dormir solo. -en ese momento una sonrisa picara apareció en su rostro-.

No sonrías así, no sonrías así. A pesar de que su sonrisa me hipnotizaba, decidí seguir con el juego que el había empezado.

-Antes no lo hacías...-dije con un tono cortante-.

-Y a partir de ahora tampoco.- dijo mientras me miraba de arriba a abajo-.

-¿A no? ¿Y eso?

-Porque no vas a tardar en dormir conmigo...- dijo bastante seguro de sus palabras-.

-Ahora soy yo la que te digo que no te lo creas tanto. -dije terminando la conversación-.

Me giré y fui a por una sudadera. La primera que me llamó la atención fue una gris con el logo de Obey en rojo. Me encantaba esa sudadera, de hecho ya la había visto en muchas revistas y llevaba mucho tiempo buscándola.

-Tienes buen gusto.

-Gracias, es que me encanta esta sudadera...-dije inocente-.

-No lo decía por la sudadera...-sonrió-.

-¿A no? -dije en tono de juego-.

-Lo decía por mi...

-Que morro tienes... Estas muy seguro de ti mismo me parece a mi.

-Eso siempre. -concluyó-. Escucha, como vamos a ir a cenar, me voy a duchar, ¿te importa?

-No claro, me quedo aquí, no te preocupes...

-Es grande la ducha. Lo digo por si te quieres duchar conmigo. -A la vez que iba diciendo la frase, la sonrisa picarona iba aumentando. Me encantaba esa sonrisa-.

-Entra en la ducha antes de que decida irme...-dije sonriendo-.

Se quito la camiseta, mostrando sus tatuajes, sabia que llevaba muchos, pero no pensaba que fueran tantos. Sin querer, me quede embobada mirándole. Eran increíbles, sabia que cada uno tenia una historia y quería saberla. Se dio cuenta de como le miraba y sonrió, pero no dijo nada, se metió en el baño directamente mientras me miraba con esa sonrisa que me volvía loca.

LITTLE THINGS. [EDITANDO].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora