CAPITULO 34. "Necesito que vengas".

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LITTLE THINGS (CAPITULO 34).

Estaba siendo uno de los mejores días de mi vida, a pesar de que el día anterior quisiera, en parte, borrarlo de mi mente.

-P: Te quiero Zayn.
-Z: Y yo a ti pequeña. (Dijo saliendo por la puerta de mi casa).
-P: Ha sido increíble.

Y sin más, se fue. Sentía como un cosquilleo que me recorría todo el cuerpo, no sabía cómo explicarlo, y la primera en saberlo debía ser Amanda.

-P: Hola.
-A: Hola, ¿Qué tal? ¿Sigue Zayn contigo?
-P: ¿Te llamaría si siguiera aquí conmigo?

En ese momento una llamada en mi teléfono me interrumpió, era mi madre, asique decidí seguir con Amanda. Luego la llamaría.

-A: Bueno, ¿entonces qué? ¿Qué habéis hecho?
-P: ¿Entonces qué de qué?
-A: Me has llamado para contarme algo seguro.
-P: Quizás.
-A: Deja de ser tan cruel y cuéntamelo ya.

Otra vez, mi madre volvió a interrumpir mi conversación. Pero ahora no había sido por una llamada, si no llegando a casa.

-P: Un momento Amanda, ahora te llamo.
-A: Vale

-M: ¿Estás sola? (dijo agitada).
-P: Si, mamá, ¿Qué pasa?
-M: Es tu abuela, está muy enferma.
-P: ¿Qué? ¿Cómo? (Mi expresión en la cara cambió totalmente, no me esperaba para nada esa noticia).
-M: Ha empeorado bastante.
-P: Pero estaba bien, hablé con ella la semana pasada y estaba perfectamente.
-M: No hija, no lo está. Nos vamos a Madrid.

¿Cómo? ¿Cómo? ¿Cómo? ¿A Madrid? ¿Ahora?

-P: ¿QUE?
-M: Salimos mañana. Ahora hija tenemos que estar con tu abuela, no sabemos cuánto tiempo le queda y debemos estar apoyándola.
-P: ¿A Madrid? ¿Ahora? ¿Con el curso empezado?
-M: Hija, no hay otra opción. Hablaré con tus profesores y les explicaré la situación, tú por las clases no te preocupes.

Las clases son lo que menos me preocupa, mamá. (Tuve ganas de decirle, pero me callé).

-P: Vale, lo entiendo. Voy arriba a hacer la maleta (dije triste).

No es que no me importara que mi abuela estuviera enferma, porque la quería muchísimo, pero no quería irme de Londres, no ahora. Aunque no me quedaba más remedio que hacer la maleta y viajar a Madrid justo al día siguiente. Mi teléfono sonó, y antes del segundo tono, contesté.

-A: Hola, me lo ha contado mi madre. Por favor, no te preocupes. Se va a poner bien, ya lo veras.
-P: Gracias Amanda. Me da miedo, me da miedo no poder descolgar el teléfono y hablar con ella durante horas mientras me dice que todo va a salir bien y que a ver cuando le presento a un buen chico.
-A: Pero eso no puedes elegirlo. Ahora te vas a Madrid, aprovecha todo el tiempo que puedas para estar con ella.
-P: Gracias. Luego hablamos, voy a hacer la maleta.

Con todas las prisas se me había olvidado llamar a Zayn, tenía que contárselo. Una vez terminé de hablar con él, me tumbé en mi cama y me quedé dormida. Nuestro vuelo salía al día siguiente justo después de comer.

Me despertó mi madre desesperada porque faltaban cosas por preparar para irnos a Madrid.
Unos minutos más tarde, me dirigía hacia el salón para desayunar algo y pase por la habitación de mi hermano a ver si estaba despierto. Cuando llegué a su puerta, un nudo llegó a mi garganta.

-P: ¿Estás bien?
-D: No mucho.
-P: Ahora tienes que ser fuerte Dani.
-D: No quiero que se muera.
-P: Yo tampoco Dani (dije mientras le abrazaba). Ahora tenemos que estar juntos en esto, ¿vale pequeñajo?
-D: Vale, pero no me llames pequeñajo (dijo intentando poner gesto de enfado, aunque su tristeza se lo impedía).

Salí de mi habitación con la intención de bajar al salón, pero el nudo que antes había llegado a mi garganta ahora estaba en mis ojos, que se llenaron de lágrimas. Fui corriendo a mi habitación y cerré la puerta. Quería hablar con él, necesitaba un abrazo.

-Z: Hola pequeña, ¿Qué tal estas?
-P: Necesito que vengas.

Sin decir nada más, colgó el teléfono. Menos de 10 minutos después alguien llamó al timbre.

-P: ¡Abro yo! (Dije con lagrimas en los ojos).

Abrí la puerta y ahí estaba, Zayn, había venido. Me quedé parada por unos segundos y me lancé a abrazarle, no pude aguantarme y me puse a llorar.

-Z: Todo va a salir bien, ya lo verás pequeña.
-P: Tengo miedo Zayn.

Mi madre salió a la puerta al ver que yo no había vuelto a entrar, oí una tos intencionada y me giré quitándome las lágrimas de la cara.

-P: Mamá, ¿Te acuerdas de Zayn?
-M: Si, hola, encantada de volver a verte.
-Z: Lo mismo digo.
-M: Hija, estáis juntos, ¿verdad?
-P: (Miré a Zayn con una pequeña sonrisa burlona en la cara antes de decir nada). Si mamá, estamos juntos.
-M: Me alegro, pues pasar anda, no os quedéis ahí en la calle.

-Z: ¿Quieres que te ayude con las cosas?
-P: Si por favor.

Me costaba articular palabra, no quería separarme de él, no quería echarle de menos. Y tampoco quería ir a Madrid, no quería que mi abuela se muriera, pero por la cara que había tenido mi madre durante toda la mañana, las cosas no iban bien.

-Z: No te preocupes, ya verás cómo antes de lo que te piensas tu abuela se recupera y estas aquí otra vez molestando.
-P: (Sonreí tímidamente). No quiero, me da miedo.
-Z: No te preocupes. (Dijo a la vez que se acercaba a mí y me abrazaba).
-P: Tenemos que salir en media hora.
-Z: Será mejor que me vaya entonces.
-P: Si... (Noté una lagrima caer por mi mejilla antes de terminar de hablar).
-Z: No llores más, por favor. No me gusta verte así.
-P: Quédate, no te vayas.

Me abrazó tan fuerte como pudo, me besó en los labios suavemente, tiernamente y me miro a los ojos.

-Z: Tengo que irme. Te quiero, no te olvides.
-P: Te quiero mucho.
-Z: Llámame cuando estés en Madrid.
-P: Vale (dije sin ganas).
-Z: Te quiero pequeña (dijo mientras salía por la puerta y se dirigía hacia su coche).
-P: Y yo (intenté decirle, pero mi voz no consiguió salir por mi boca).

Desde luego que ese fin de semana no se me olvidaría jamás.

LITTLE THINGS. [EDITANDO].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora