LITTLE THINGS. [EDITANDO].

CAPITULO 33. "Has estado perfecta".

LITTLE THINGS (CAPITULO 33).

Me gané a pulso otro pelotazo de pintura, esta vez en la camiseta, pero no conseguiría salirse con la suya, y justo cuando salió corriendo después de robarme un beso, le ataqué por la espalda y se llevó tres bolazos de pintura perfectamente colocados en su camiseta. Pude ver como susurraba un "Te odio", seguido de una sonrisa en la que se podía leer "venganza", pero yo continué como si nada. Al cabo de una hora y más de 10 bolas de pintura sobre mí, el muchacho de la organización paró el juego.

__: ¡Parar! ¡Alto el fuego! Equipo azul, a mi derecha. Equipo rojo, a mi izquierda.

Parecía que nos habíamos revolcado por una pared recién pintada, ambos equipos estábamos llenos de pintura. Estaba bastante igualado, iba a ser difícil quien había ganado.

__: Primero voy a decir el ganador de cada equipo. Del rojo, Zayn. Maldito, había ganado, siempre se salía con la suya. Y del azul, la ganadora es Patricia. ¡Enhorabuena chicos!. Ahora, he de decir que el equipo que ha conseguido salir más limpio es el........ ¡AZUL!

-P: ¡Siiiiiiiii! Hemos ganado. ¡Tomaa!

-Z: Haciendo trampas yo también gano.

-P: Cállate Zayn, acepta que te he ganado. Acéptalo.

-Z: No me gusta perder.

-P: No siempre vas a ganar. Algún día tenía que llegar alguien que te superara.

Se acercó a mí y me dio un beso en los labios, salvajemente, haciendo ver que la guerra no se acabaría ahí.

Me llevó a casa y cuando llegamos no había nadie, asique, aprovechando que aun hacia buen tiempo, decidí salir al jardín con Zayn a quitarnos la pintura en la ducha de la piscina. Como era de esperar acabamos bajo el agua en ropa interior, quitándonos la pintura el uno al otro. Seria gracioso que entrara mi madre por la puerta ahora (era lo único que pensaba en ese momento), pero me deje llevar y disfruté de la situación.

Una vez terminamos de quitarnos toda la pintura decidí llamar a mi madre para asegurarme de que me podía quedar con Zayn un rato mas.

-P: Hola mamá, ¿Dónde estáis?

-M: Hemos ido a casa de los Robinson.

-P: Ósea que va para rato.

-M: Cielo, ya sabes como son, te invitan a comer y te quedas a cenar también. ¿Ya estás en casa?

-P: Si, ya no creo que salga esta tarde.

-M: Vale, luego te veo entonces.

Tenía la casa para mi sola. Estaba en el jardín, empapada, con una toalla que me tapaba menos de lo normal, al lado del chico que más nerviosa había conseguido ponerme nunca.

Me abrazó haciendo que mis piernas se enroscaran en su cintura y me levantó en el aire mientras me besaba. Tenía ganas de mas, yo se lo notaba, pero seguía sin saber si era el momento.

Mi hizo un gesto con la cara para saber si le daba permiso para subir a la habitación. Asentí. Me llevo en brazos hasta mi habitación, donde suavemente caí sobre mi cama, mientras Zayn me daba besos por el cuello y cada vez bajando más. Noté como su mano acariciaba mis pechos a la vez que seguía jugando con mi cuello, yo le correspondía el beso, aunque no sabía muy bien qué hacer, el siguió con las riendas de la situación y empezó a bajar con su boca por mi pecho, hasta que me desabrocho el sujetador.

Me miro a los ojos para que le dijera si podía seguir o si debía parar en ese momento. Estoy preparada. Lo supe en el momento que me miró así, con ese instinto de protección, asegurándome que si seguía, no pasaría nada, que todo saldría bien.

-Z: ¿Estás bien? (dijo al ver mi cara algo asustada).

-P: Estoy preparada.

-Z: Relájate y disfruta.

Continuó besando mi pecho mientras que una mano se introducía entre mis braguitas y yo.

-P: ¿No estás nervioso? (le interrumpí).

-Z: Relájate.

Continuó jugando con sus manos mientras yo me estremecía. Solté un pequeño gemido.

-P: No entiendo como no estás nervioso.

-Z: ¿Estás segura de que quieres hacerlo?

-P: Quiero hacerlo, es solo que estoy nerviosa y no entiendo como tú no lo estas. Lo estoy estropeando, perdón.

-Z: Shhh! (me calló a la vez que me besaba en los labios tiernamente).

Intenté relajarme, si no lo hacía podría estropearlo todo, y estaba segura de que era el momento, quería hacerlo.

Su mano volvió a jugar, pero esta vez dentro de mí, un gemido salió de mi boca, pero él lo calló con un beso.

Conseguí estar totalmente relajada y me deshice de sus bóxers. No sabía muy bien que debía hacer, así que se lo dejé todo a él. Se colocó un preservativo y noté como entraba dentro de mí. Un gemido bastante más fuerte que el anterior inundó la habitación, gemido que calló con otro beso. El dolor poco a poco se fue convirtiendo en placer según iba notándole mas dentro de mi, cada vez mas deprisa. Estábamos unidos, estaba dentro de mí y yo lo sentía, me gustaba. Tenía demasiado calor, y por fin llego el momento, llegamos al orgasmo, una sensación increíble, de satisfacción. Lo había conseguido. Caí rendida en el pecho de Zayn mientras él me acariciaba el pelo con una sonrisa.

-Z: ¿Estás bien?

-P: Mejor que nunca. ¿He estado muy mal?

-Z: Has estado perfecta.