LITTLE THINGS. [EDITANDO].

CAPITULO 42. "¿Dos semanas?".

LITTLE THINGS (Capitulo 42).

¿Porque tenían que ser así las cosas? Me había pasado mas de dos años enamorada de un chico que no me hacia el mas mínimo caso como para ser algo mas que su mejor amiga. Mas de dos años viendo como las chicas se fijaban en el porque era el mas guapo de la clase. Pero yo le quería de verdad. Había sido como mi primer amor, no correspondido, pero primer amor al fin y al cabo. Que injusto todo, que injusto que después de cinco años cuando nuestros caminos habían vuelto a juntarse, se hubieran cambiado las tornas. Ahora era el el que se había dado cuenta de que me quería, pero hay veces, que es demasiado tarde.

*NARRA AMANDA*

Empezaba a anochecer y yo debia llegar pronto a mi casa, ya que al dia siguiente teniamos clases. Otra vez ir al instituto, no me hacia gracia para nada. Pero era un curso bastante dificil y yo no podia saltarme las normas cuando me diera la gana.

-H: Deberiamos irnos. Te llevo a casa.

-A: Si, que no quiero llegar tarde o mi madre me mata.

-H: Me lo he pasado genial hoy. Muchas gracias por esto.

-A: ¿Bromeas? Gracias a ti.

Recogimos todas las cosas, terminamos de cepillar a los caballos y montamos en el coche. Tardamos algo menos de una hora en llegar a mi casa. Me despedí con un suave beso en los labios y me bajé del coche.

-H: ¿Nos vemos mañana? (Dijo Harry mientras bajaba la ventanilla del asiento del copiloto).

-A: No se si voy a poder (dije sonriendo), ya si eso te aviso.

-H: Deja de hacerte la interesante, no funciona.

Fui corriendo hasta el lado donde estaba Harry y aprovechando que su ventanilla estaba abierta, le di un beso en los labios, beso que no se esperaba.

-A: Nos vemos mañana.

-H: Buenas noches preciosa (dijo con una sonrisa que le delataba).

Como me gustaba su sonrisa, esa que dejaba ver esos hoyuelos que tanto me gustaban. Pero lo que mas me gustaba era saber que esa sonrisa estaba causada por mi.

*NARRA PATRICIA*

En medio de lo que se había convertido en un paseo algo incomodo, "David Guetta" interrumpió mi conversación con Alex.

-P: Dime mamá.

-M: ¿Donde estás? (Me preguntó algo alterada).

-P: Dando una vuelta. ¿Ha pasado algo?

-M: Es tu abuela. Tienes que venir en cuanto puedas. No tardes, por favor.

-P: ¿Que ha pasado? Mamá, por favor...dime que no ha pasado nada (dije con los ojos llenos de lagrimas y un nudo en la garganta).

-M: Está bien, pero tienes que venir.

-P: Vale mamá, en seguida estoy allí (dije mas rápido de lo normal).

-A: Tengo el coche aparcado en el colegio. Te llevo a donde necesites.

-P: Muchas gracias Alex. Necesito que me lleves al hospital, esta mi abuela allí.

-A: Pero, ¿le pasa algo?

-P: Lleva varios años con cáncer, ya no se lo pueden curar y está algo peor.

-A: No sabia nada. Lo siento.

-P: Gracias Alex.

Llegamos a su coche y me llevó al hospital. Fue un viaje donde nada de lo que dijéramos podría hacer que me olvidara de lo que estaba pasando. Un viaje que se me hizo largo, bastante largo. Muchas cosas se me pasaron por la cabeza, pero una me estaba matando por dentro. Necesitaba a mi abuela, no podía imaginarme sin ella.

Una vez llegamos al hospital, me despedí de Alex y entré hacia la habitación donde estaba mi abuela. Antes de entrar por la puerta, un pitido en mi movil hizo que me acordara de ponerlo en silencio, pero antes vi de quien era el mensaje.

"Me ha encantado verte. No sabes como me arrepiento de no haber hecho las cosas en su momento. Espero que tu abuela se recupere pronto. Cuando quieras, llámame, que me encantaría poder verte algún día de estos, ha sido genial. Te he echado de menos."

No sabia si era por mi abuela o por el mensaje, pero un nudo se había situado en mi garganta, un nudo que ayudó a que mis ojos volvieran a llenarse de lagrimas. Supuse que había sido un cumulo de las dos cosas. Demasiados sentimientos encontrados en un solo día.

Dos golpecitos con mis nudillos en la puerta de la habitación fueron suficientes para que mi madre se diera cuenta de que había llegado. Antes de que me diera tiempo a entrar, mi madre abrió la puerta y me indicó con los ojos que saliéramos a hablar.

-M: Vamos a la cafetería y hablamos.

-P: Mamá, necesito que me digas que pasa.

-M: Te invito a un café.

Llegamos a la cafetería que se encontraba en la planta baja del hospital, pedimos un café para mi madre y una coca cola para mi. También pedí un sandwich vegetal para merendar. Vimos una mesita blanca en una esquina y mi madre me indicó que fuéramos a sentarnos.

-P: ¿Me vas a decir ya que pasa?

-M: Tu abuela ha recaído. Está muy mal.

-P: Pero...

-M: El médico ha dicho que no le queda mucho.

-P: ¿Eso que significa?

-M: Dos semanas, como mucho.

-P: ¿Que? ¿Dos semanas? (Dije mientras una lágrima caía sobre mi mejilla derecha).