LITTLE THINGS (Capitulo 44).
08:45. Mis ojos se abrieron algo mas temprano de lo que pensaba. Paredes blancas y puertas azules oscuras. Estaba, como cada mañana desde hacía algo mas de una semana, en la habitación de mi abuela, en el hospital. Que dolor de cuello. Ese sofá para visitantes me estaba matando. Observé a mi abuela durante unos segundos y acto seguido, pequeñas lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas. Necesitaba desahogarme, llevaba mucho tiempo intentando ser fuerte.
__: ¡Hola! (Dijo una voz femenina al otro lado del teléfono).
-P: Hola (dije yo con un tono bastante mas apagado que el de Amanda).
-A: ¿Que tal estas? (Dijo algo preocupada).
-P: Bien...bueno.
-A: ¿Como va todo? Tu abuela, ¿está mejor?
-P: Bueno, pues va...mal. El medico nos dijo hace una semana que le quedaban unos 14 días de vida. Que la enfermedad se había extendido y (en ese momento un nudo llegó a mi garganta haciendo que no pudiera continuar de hablar. Después de tragar saliva, continué) que no podían hacer nada. Que estaba en nuestra mano hacer que lo poco que le quedaba fuera lo mas feliz posible. Así que intento pasar el mayor tiempo posible con ella.
-A: Patricia, lo siento mucho, en serio. ¿Tu como estás?
-P: Bueno, todo lo bien que puedo.
Después de estar hablando con Amanda durante algo mas de media hora, colgué el teléfono. Era día de clase y ella debía ir al instituto. Volvía a la habitación y de repente empecé a ver a mucha gente corriendo hacia donde yo me dirigía. No podía ser, era la habitación de mi abuela.
Tardé varios segundos en poder moverme y salí corriendo hacia donde estaban entrando y saliendo tantos médicos. En cuanto llegué a la puerta, un enfermero bastante joven me prohibió la entrada. Me dijo que era mejor que me quedara fuera.
-P: ¡ES MI ABUELA, QUIERO ENTRAR!
__: Será mejor que te quedes fuera.
-P: ¡Pero quiero verla!
__: Son ordenes del hospital, debes quedarte fuera.
Me senté en el suelo apoyando mi espalda en la pared, y esta vez las lagrimas caían por mis mejillas desconsoladamente. Segundos después, escuché a varias personas que venían corriendo hacia mi. Levanté la vista y vi a mis padres que venían mas pálidos de lo normal. Mi madre se agachó, poniendo su cara delante de la mía.
-P: ¡MAMA, NO SE QUE PASA. NO ME DEJAN ENTRAR! (Dije como pude, ya que mi estado de nervios era bastante grande).
-M: Ya está hija, no te preocupes (dijo abrazandome con fuerza).
-P: ¡QUIERO VERLA! ¡QUIERO ENTR...!
-M: No puedes (me interrumpió mi madre sin soltarme).
-P: ¿Porque?
-M: Tu abuela ha muerto. Los médicos están intentando reanimarla (me dijo mientras una lagrima caía de sus ojos).
-P: No puede ser, ayer estaba perfectamente. No, no no...no puede ser... (Dije llorando cada vez mas fuerte).
-M: Tranquilízate cielo, están haciendo todo lo posible por reanimarla, pero tu abuela estaba muy enferma (dijo intentando que me calmara un poco).
Seguí abrazando a mi madre lo mas fuerte que pude, no podía soltarla. Pedí de todas las maneras posibles que pudieran reanimarla. Cuando creía que no aguantaba mas sin saber que pasaba dentro de esa maldita habitación, el Doctor salió con una cara bastante seria. Entonces lo supe, mi abuela había fallecido.
Se acabaron los "Tu y yo contra el mundo", se acabó ese refugio que tenia cuando todo iba mal, se acabaron esos momentos juntas, porque ella ya no estaba y no iba a volver.
ESTÁS LEYENDO
LITTLE THINGS. [EDITANDO].
Fiksi PenggemarHay veces que la vida te sorprende. Patricia no tenia buenos presentimientos cuando sus padres la dijeron que debían mudarse a Londres junto a otra familia, la de la chica que peor le caía de su instituto. Lo que Patricia no sabia es que ese gran c...