LITTLE THINGS. [EDITANDO].

CAPITULO 13 "¿Está todo bien?".

CAPITULO 13.

He de reconocer que durante el trayecto en metro se me escaparon varias lagrimas. Llegué por fin a mi casa y para mi sorpresa Amanda no estaba. Me pareció muy raro, porque ya eran las nueve de la noche. Fui a la cocina a por un vaso de agua y había una nota.

"Te he llamado varias veces, pero tienes el movil apagado. Supongo que será porque te lo estas pasando demasiado bien. Me he ido a casa de Alice un rato, porque necesitaba ayuda con las mates, ya sabes lo torpe que es. Supongo que llegaré antes que tu, pero si no, aquí tienes la nota. No me eches mucho de menos. Te quiero :)".

Cuando leí la parte que correspondía con Zayn se me cambió la cara, me había afectado demasiado. Me fui directamente a mi habitación y ya allí comprobé que tenía el movil apagado, lo encendí y lo dejé en la mesilla. Me quite la ropa y me puse el pijama. Había sido una tarde demasiado rara, así que decidí meterme en la cama. Justo cuando había puesto la alarma y me disponía a dormirme, sonó mi teléfono. Era mi madre. Creo que hablar con mi madre en ese momento era lo que menos me apetecía del mundo.

-Hola mamá. -dije intentando no sonar muy desganada-.

La voz al otro lado del teléfono sonaba bastante mas contenta.-Hola cielo, ¿Que tal todo?

Intenté por todos los medios que mi voz no sonara cansada y triste y contesté a mi madre.-Por aqui todo bien, ¿Vosotros?

-Genial hija, esto es precioso, ya os enseñaremos las fotos. ¿Estais haciendo todas las tareas de clase y siendo responsables?

-Si mamá.

-¿Seguro?

-Que si mamá.

-Espero no encontrarme todo patas arriba cuando lleguemos. ¿No se te habrá ocurrido hacer una fiesta?

-No mamá.

-¿Oye hija, te pasa algo?

Mierda. ¿Como narices lo había notado?

-No mamá.

-Te noto triste, ¿Está todo bien?- insistió-.

-Estoy cansada, eso es todo. Mañana hablamos.- traté de decir lo mas rápido posible-.

-Vale hija. Adios. Te qui...

Antes de que terminara de decirlo colgué. Tenía un nudo en la garganta y estaba a punto de empezar a llorar. Que listas son las madres. Allí estaba, a medio océano de mi, en Nueva York, y solo con oír mi voz había sabido que me pasaba algo. No quería preocuparla y preferí no contarle nada, se merecía disfrutar de su viaje con papá.

Puse mi movil en silencio, apagué la luz e intenté dormirme, pero media hora después seguía despierta y dandole vueltas a la cabeza. Pensaba que Zayn era diferente, como el día del bar y la cena, y no como el primer día. Pero hoy me había demostrado lo que pretendía de verdad. Me gustaba bastante, tenia que reconocerlo, pero no estaba preparada. No para ir tan rápido. Después de mas de tres cuartos de hora de intentos fallidos de dormir, mis ojos se cerraron por propio agotamiento, no me apetecía llorar mas y me quedé dormida.

Media hora después llegó Amanda. Fue a la cocina y miró el reloj. Las diez y media. Pensó que yo todavía no había llegado, así que decidió comer algo. Al abrir la nevera vio mi nota.

"Hola golfa. He llegado a las nueve. La cosa ha ido bastante mal. Mañana te cuento, porque me voy a dormir, que estoy agotada. No te duermas muy tarde, que mañana entramos una hora antes, que hay clase de refuerzo. Buenas noches".

Amanda se quedó preocupada, subió a mi habitación por si todavía estaba despierta, pero no. Ya había conseguido dormirme. Comprobó que tenia puesta la alarma a la hora correcta, salió de mi habitación cerrando la puerta con mucho cuidado y bajó al salón. Para ella también había sido una tarde bastante diferente a lo que se pensaba en un principio. A las siete salió de casa pensando que iba a ayudar a una amiga con las matemáticas, pero, el plan terminó mejorando bastante, y un chico tenia algo que ver.