𝙄 𝙈𝙞𝙨𝙨 𝙔𝙤𝙪 ༄ ᴊᴀᴇᴅᴏ

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Al salir, las palabras emitidas por el señor Oh adquirían un peso cada vez mayor; hasta que fueron difíciles de soportar. Jaehyun respiraba con dificultad, como medida para impedir sus lágrimas. ¿Qué haría al volver? Marcharse perdía sentido ahora, si al regresar no podría estudiar en la universidad de sus sueños.

Caminaba sin rumbo alguno, sus piernas temblaron. Deseaba derrumbarse otra vez. Cuando se presentaba una situación así, Yoon Oh evocaba a su abuela en su memoria, pensaba en la mujer más dulce que había conocido jamás.

El recuerdo de sus galletas y palabras de consuelo solían aliviarlo. A pesar de todo, de lo que él era, ella lo amó hasta el final. Pero ahora, ese recuerdo no era más que otra cicatriz dolorosa; porque siempre venía después el cómo sus padres terminaron separándolo de ella.

— ¿Yoon Oh hyung?— una peculiar voz lo trajo a la realidad.

— Dong Hyuck— solo pudo decir antes que su voz se quiebre. Esto no podía estar pasando de nuevo.

— ¿Se encuentra bien?¿Por qué está tan pálido?

El menor había salido de estudiar, por lo que lucía un uniforme escolar y una mochila aparentemente pesada. Mientras caminaba de regreso a casa no había podido evitar notar a Yoon Oh parado de forma extraña en medio de su camino, ni había evitado preocuparse por el mayor después de enterarse que había estado cargando con un secreto muy pesado.

A Dong Hyuck le agradaba mucho su hyung, le había ayudado en muchísimas ocasiones y después de la reunión solo había logrado admirarlo más. El japonés le había contado todo lo que Yoon Oh había tenido que afrontar.

— Mis padres no quieren que vuelva con ellos luego del viaje— trató de formular el mayor a modo de respuesta.

— Hyung, ¿entonces no va a poder regresar a casa?— preguntó el menor asustado.

Todo lo que Dong Hyuck recordaba sobre Yoon Oh eran sonrisas y una gran amabilidad. Como la vez que desaprobó un examen importante y desapareció. Su hyung lo había encontrado, lo llevó a casa y le preparó algo de comer mientras le daba palabras de aliento. Aunque eso parecía poco, lo había reconfortado de tal manera que estudió más y pudo ir mucho mejor en clases.

— No— emitió en un susurro cerrando los ojos con fuerza.

El menor se quedó paralizado. Quería ayudar, necesitaba hacerlo, pero no sabía cómo.

— Pe-pero, hyung puede quedarse en mi casa— pensó enseguida—. Mi hermano acaba de mudarse. Puedo preguntarle a mis padres, ellos aceptarán con gusto, les agradas mucho. Además podremos pasar tiempo juntos. Hay varias recetas que quería probar.

Yoon Oh sonrió con tristeza; la mirada esperanzada e insistencia en el rostro del menor lo lastimaban.

— Dudo que las cosas funcionen así Hyuck, pero gracias por la oferta.

El moreno bajó la cabeza, no le agradaba en nada ver a su hyung en ese estado. Debía existir una manera de poder ayudarlo.

— Hyung, ¿entonces usted desea quedarse a vivir con sus padres? Porque no parecen personas agradables.

No, se dijo a sí mismo de inmediato. Detestaba la idea de seguir encerrado en ese infierno, soportando comentarios llenos de veneno. ¿Cómo sobreviviría? Esa era la gran cuestión. No podría hacerlo él solo, no confiaba. Además, sus ahorros habían sido gastados para su traslado a China, en un momento de impulsividad.

— Lo detestaría, pero no tengo nada Hyuck. ¿Qué haré?

El menor permaneció en silencio por un momento, Yoon Oh tenía un gran punto. Incluso para él, la idea de irse de casa y empezar desde cero era aterradora. Pronto, llegó a su mente la persona indicada: el mayor de sus hyungs.