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Las descoloridas paredes de la nueva habitación asfixiaban a Jaehyun mientras moría de aburrimiento en su cama.

Sin nada que hacer, nada que ver, nada que oír, muchos pensamientos que ignorar. La señora Zhang había salido, como lo hacía todos los días desde su llegada. La mujer prácticamente no estaba presente gran parte del día; según ella por una situación imprevista y que solucionaría en poco tiempo.

Yoon Oh, por su parte, intentaba estudiar con los libros que había conseguido, pero sentía como los caracteres se deformaban, enredándose entre sí y siendo incomprensible de leer. Trataba de practicar con mucho esmero pero su mente no colaboraba, prefería estar recostado viendo un punto fijo e imaginando que sus amigos estaban ahí con él.

¿Cómo estaban?¿Donghyuck habría arrastrado a alguien a la piscina?¿Yuta lo estaría odiando por no comunicarse? ... ¿Doyoung piensa en él?

El melancólico ambiente que se instalaba al recordar a sus amigos se amargaba cada que pensaba en su mayor.

Había considerado contactarlo, para disculparse tal vez o avisarle que ya no estaba en Corea. Por momentos se llenaba de decisión, pero a último momento el pánico lo consumía.

No es que pudiera hacerlo de inmediato tampoco. A pesar de que contaba con un departamento con computadora e internet, el descifrar el idioma o intentar cambiarlo era imposible para él. Salir no era una opción ni la idea de pedir ayuda a su hospedadora ausente. Simplemente estaba perdido, al menos hasta que sus clases de chino inicien.

Ese día la señora Zhang había permanecido en casa todo el día, sacando al coreano de su triste rutina

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Ese día la señora Zhang había permanecido en casa todo el día, sacando al coreano de su triste rutina.

Yoon Oh se había levantado tras escuchar ruido de la cocina y alarmado se había dirigido ahí, se supone que su hospedadora siempre salía temprano. Para su sorpresa la mujer se encontraba preparando algo mientras escuchaba una canción tranquila. A Yoon Oh no le pasó desapercibido la sonrisa triste que adornaba su rostro y encendió su curiosidad.

¿Por qué vivía sola? ¿Tenía familia? ¿Qué hacía?

El distanciamiento de esos días había impedido que se conocieran. Eran solo dos extraños viviendo bajo el mismo techo y eso no le gustaba. No es que Yoon Oh sea la persona más social del mundo, pero el silencio lo perturbaba y le parecía desconsiderado no prestar atención a las personas de su alrededor. Estaba orgulloso de ser así, de otro modo no se habría acercado a sus amigos. Siempre trataba de ser cálido con las personas.

— Buenos días— saludó cortésmente con una reverencia.

— Buenos días Yoon Oh, ¿qué tal dormiste?

La mujer lo observó con una sonrisa antes de volver su vista a la mezcla que tenía en la sartén. Asegurándose de revolverlo bien y añadir unas cuantas especias a los vegetales que salteaba.

El coreano vio los ingredientes alrededor y un recetario escrito en un idioma que sí comprendía, notando que era un desayuno coreano. No cualquiera, era justo su favorito y no lo comía desde que su abuela había fallecido. Se sintió bastante conmovido.

𝙄 𝙈𝙞𝙨𝙨 𝙔𝙤𝙪 ༄ ᴊᴀᴇᴅᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora