𝙄 𝙈𝙞𝙨𝙨 𝙔𝙤𝙪 ༄ ᴊᴀᴇᴅᴏ

17

Sonreía tenso mientras un par de manos apretaban sus mejillas con demasiada fuerza. La señora frente a él no dejaba de balbucear sobre cuán adorables eran sus hoyuelos y lo guapo que era.

Jaehyun solo se inclinó agradeciendo, deseando con urgencia salir de esa situación. Solo le había pasado el lápiz que se le había caído en medio de su clase de mandarín, pero la fémina al verlo quedó tan encantada que lo eligió como compañero para un trabajo en equipo y ahora no dejaba de halagarlo.

Después de unos minutos pudo ser libre, sabiendo que se había condenado al siguiente día por el dichoso proyecto. No es que la mujer le desagradara, pero si debía manejar mejor su concepto de espacio personal.

Entre esos pensamientos salió del edificio observando a Sicheng en su teléfono. Su postura otra vez era extraña, él no quería sacar conclusiones apresuradas, pero algo dentro de si le advertía que tuviera cuidado. Presentía que el chino arrastraba algún problema y había nacido en él una necesidad de cuidarlo. La sonrisa gigante plasmada en su rostro lo distrajo de sus pensamientos, no tenía que preocuparse.

— ¿Por qué tan feliz, mi querido amigo?— asustó a Sicheng quien casi suelta su celular.

— Yoon Oh, no seas así— lo golpeó en el pecho antes de saludarlo— ¿Quieres salir esta noche?

El coreano no se sorprendió por la invitación del pelinegro, solían caminar bastante por la ciudad.

— Claro, ¿a dónde quieres ir?

— Kun vuelve de su viaje y quería presentarlos— comentó tímido, Jaehyun vio incrédulo como sus mejillas enrojecían—. ¿Estás de acuerdo?

— Voy a conocer gente nueva, excelente ¿Qué sería de mí sin ti?— respondió llevando una mano a su frente para volver mis palabras más dramáticas.

— Te ves muy tonto así— rió avergonzado, el rojo se sus mejillas habían incrementado.

— Sigo siendo guapo así—continuó bromeando el coreano—. Entonces puedo presentarte a mis amigos también, estamos cerca a fin de mes así que se van a reunir todos.

— ¿Por qué suena a que fueran bastantes?— preguntó confundido. Había escuchado a Yoon Oh hablar por teléfono seguido, pero siempre supuso que era la misma persona o dos como máximo. El japonés protector y el otro que lo ponía de los nervios en cada llamada.

— Son nueve— Jaehyun rompió en carcajadas al ver la expresión sorprendida del chino.— Somos un grupo bastante grande, no sé cómo nos agradamos entre todos si te lo preguntas.

El pánico de ser presentado había inundado repentinamente a Sicheng. En toda su vida apenas había logrado tener hasta un par de amigos. No solía ser tan sociable, le daba pánico. No había tenido experiencias agradables, así que tampoco había desarrollado la habilidad de conectar con las personas.

— Tranquilo, son bastante amistosos. Pero si no deseas está bien— el castaño le dedicó una sonrisa tranquilizadora.

Sicheng asintió como respuesta y siguieron su camino con una charla genérica. Yoon Oh no se había dado cuenta en ese punto, pero Sicheng lo observaba con bastante orgullo. Esa era su primera conversación sin la ayuda de un traductor o mimicas. El coreano parecía hablar más fluido y seguro, sin notarlo.

— Lo estás haciendo bien— interrumpió Winwin cuando ya no pudo ocultar su emoción.— Eres increíble.

—Yo... ¿qué?— el coreano lucía bastante confundido.