"-Mamá.¿Está bien que dos hombres se quieran?- preguntó un inocente Yoon Oh.
Yoon Oh no entendió porque su madre se enojó. "
Dónde Jaehyun está enamorado de su mejor amigo y Doyoung es incapaz de entender sus sentimientos.
I knew from the first time, I'd stay for a long time 'cause
I like me better when
I like me better when I'm with you"
Las personas dentro del automóvil cantaban entre expresiones dramáticas y risas. Johnny, quien conducía, y Yuta sonreían brillantemente mientras veían el reflejo de Yoon Oh por el retrovisor; tan brillante y animado. La siguiente canción en sonar fue What do you mean de Justin Bieber provocando un chillido de Haechan y que Mark cantara más alto. El ánimo entre sus amigos solía ser así, pero esta vez se reían más, actuaban más tontos. Jaehyun se estaba divirtiendo mucho de camino al aeropuerto, casi olvidando que era su último momento con ellos.
El resto del grupo iba en la camioneta verde de Hansol, un poco más callados, con un aire melancólico. Las canciones favoritas de Ten sonaban por el parlante, pero este se mantenía pensativo y se sentía perdido con la situación que se estaba desarrollando.
— Hyungs, ¿creen que Yoon Oh está viajando solo por Dong Young?— soltó de repente.
Hansol suprimió una mueca, no le gustaba sumergirse en esos problemas pero era inevitable no conocer casi toda la situación teniendo a Yuta como su novio. El japonés era muy hablador y le encantaba ayudar a sus amigos en todo, por lo que se involucraba más de lo que le hubiera gustado, jalándole a él en el proceso. No se quejaba, pero prefería su tranquilidad.
— Lo dudo. Yoon Oh no es tan impulsivo con su futuro— respondió Taeil.
— Bueno, si yo fuera él tal vez sí recurriría a algo así. ¿Te imaginas ser rechazado por tu mejor amigo?— añadió Ten con una mueca de tristeza— Debe sentirse muy mal.
— Aun así. Además, esta es una buena oportunidad para él— agregó Taeyong.
— Realmente espero que Yoon Oh tenga un buen año allá, quiero que sea feliz— suspiró Ten y la conversación finalizó.
Taeil tenía un sabor amargo en la boca por pensar en lo que le esperaría a su menor en China y en su vuelta a Corea. Tenía ganas de comentarle a sus amigos, pero sabía que Yoon Oh no soportaría la lástima de todos; no si no pedía ayuda por sí mismo.
Finalmente el gran grupo de amigos se habían reunido en el aeropuerto para la despedida de Yoon Oh. Sostenían globos de colores y lindos carteles claramente diseñados por Ten. Sus expresiones se mantenían sonrientes, pero con cierto aire de tristeza. Yuta parecía ser de los más afectados pues sus ojos se encontraban vidriosos y se aferraba a Hansol.
Yooh Oh se sentía demasiado agradecido con todos, por el bonito detalle, por su larga amistad; porque a pesar de todo estaban parados frente a él con lindas sonrisas y compartiendo calidez de familia.
Tenía que embarcar pronto así que tras soltar un sonoro suspiro fue a abrazar uno a uno, despidiéndose. Haechan fue el primero, escondiendo su rostro en su pecho para acallar un pequeño sollozo; Mark le siguió con su típico "Dude, good luck"; Ten le sonrió dulce para darle un abrazo rápido y extenderle todos los carteles que había hecho; Taeil le dio un largo abrazo buscando reconfortarlo un poco; Hansol palmeó su cabeza de manera cariñosa y también le deseó suerte; cuando llegó el turno de Yuta, este lo abrazó con fuerza y le dijo que se mantuviera en constante comunicación; Taeyong fue un poco menos enérgico, lucía nervioso; finalmente Johnny, quien voluntariamente se había ido al último, sostenía sus manos mientras le deseaba lo mejor y se ofrecía a llevar sus maletas.
Pronto vieron a Jaehyun alejarse, a pequeños pasos, hacía donde tenía que esperar para abordar. Sostenía una libreta con sus apuntes de chino básico, sus manos estaban temblando.
El grupo no se movió de ahí, no querían hacerlo hasta ver que el vuelo de su amigo ya había salido. Esperaban expectantes a que suceda algo, ya sea el arrepentimiento del menor o cualquier incidente que pueda ocurrir en el aeropuerto. Secretamente, se negaban a salir del lugar y darse cuenta que ya no verían a Yoon Oh jugando con ellos.
Taeyong se había levantado a buscar algo de comer, encargando sus pertenencias a Yuta, mientras el resto se perdía en cortas conversaciones o simplemente veían sus redes sociales.
El tono de llamada del teléfono de Taeyong interrumpió la charla que Yuta y Johnny sostenían. El japonés, que había sentido un montón de vibraciones, decidió verlo porque ya se sentía algo cansado. Al ver el nombre de quién llamaba su expresión cambió drásticamente. Johnny miraba expectante, mientras que Mark que se encontraba próximo a ellos abrió los ojos con sorpresa; había recordado el incidente con Dong Young horas antes.
— ¿Por qué tienes esa cara?— preguntó Johnny curioso.
Su expresión también cambió después de ver el nombre en la pantalla de Taeyong.
— No contestes— dijo con molestia.
Yuta dudó un poco, seguía molesto con el menor. Pero tenía muchas cosas que decirle y esta vez aprovecharía. Tras una respuesta seca y preparándose para despotricar, Hansol logró quitarle el teléfono para darle la noticia a Dong Young. Quería evitar a toda costa una pelea ahí mismo.
El resto había logrado deducir que pasaba y solo apuntaron a mirarse entre sí con expresiones tensas. Era cuestión de tiempo para que la charla que habían aplazado explotara frente a ellos.
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El coreano soltó un sonoro suspiro al observar que el avión comenzaba a moverse. Decir que estaba emocionado sería mentir, a pesar de que había querido este viaje desde hace tanto no podía evitar tener una sensación desagradable por cómo se habían desarrollado las cosas. Además, ¿qué rayos haría ahora en China? Ahora que el viaje literalmente estaba pasando no podía dejar de sentirse como un idiota. Había olvidado lo básico de chino que había aprendido el verano pasado y el tener que afrontar a personas nuevas lo asustaban de sobremanera. Agradeció que parte del programa le ofreciera quedarse con una persona que pueda guiarlo.
De repente un codazo lo sacó de sus pensamientos. La persona a su lado se estiraba sin nada de vergüenza, es más el hombre mayor incluso lo miraba con un poco de repulsión antes de bostezar y golpearlo una vez más.
Agradeció que el viaje fuera muy corto. No soportaría estar encerrado tantas horas a la merced de sus pensamientos y al lado de ese señor tan molesto.
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