|BORUTO| Fuego y carbón (Ojo de lagarto).

Capitulo 13: Primera vez.

BORUTO:

La pelirroja abre la boca enojada después de que le contemos lo que nos paso en las aguas termales.

Mitsuki: Yo creo que alguien sabe quien eres y te piensa eliminar.- Opina mi amigo.

Boruto: "No he visto nada con mi ojo".- Chasqueo la lengua.

Itachi: Vamos afuera.- Empuja con el brazo a la reddo mientras cierra la puerta de su habitación.

Cada uno le contamos lo que vimos mientras ella aprieta los puños molesta.
Caminamos hasta un puesto de comida, el sol se esta escondiendo. Hoy si que fue un día agotador, quiero jugar mis videojuegos pero los deje en casa.

Kimoto: Un impostor.- Habla al fin cuando cosemos nuestra carne en el azador.- ¿No Itachi?.- Voltea a verlo mientras mueve los palillos.

Itachi: Pienso lo mismo.

Shikadai: ¿Entonces que haremos?, venimos a encontrar al culpable de varios asesinatos y nos encontramos con alguien que la quiere matar.- Suspira recostando su cabeza en la mesa.

Kimoto: Los entrenaremos.- Sonrió socarronamente.

Sarada: ¿Que?.- Abrió la boca.

Boruto: "¡Callate Sarada! No aruines la oportunidad".- pienso mirándola de reojo en la mesa.

ITACHI:

Por mas que quiera negarme, tiene razón. Las habilidades que adquirieron en la academia y los exámenes chunnin no es nada comparado a las antiguos entrenamientos, la paz es buena y que los niños elijan si usar las habilidades ninja o no, pero también tiene la contra de que si somos atacados su rendimiento no aguantaría, fácilmente serian derrotados.

Sarada: No podemos.- Susurra acomodándose las gafas.- Tio, estamos a media misión.

Itachi: Lo haremos.- Volteo a ver a una camarera que nos deja mas té al trasero.- "Maldición".

De repente siento que mueven mi rostro, es Kimoto que sonríe con enojo oculto, ella se dio cuenta.

Kimoto: Mañana temprano, primera hora del dia.- Pasa su mano por mi cuello acercándose mas a ella.

Inojin: Bien...-Alzando una ceja confuso.

La carne esta lista y los niños se entretienen comiendo, vuelvo  a mirar inevitablemente los pechos de la ojo verde.

Kimoto: Si no supiera que es por la pocion, ya estarías muerto.- Susurra a mi oído con un tono de voz extraño.

Itachi: Hm, no es mi culpa.- Muevo la mirada sintiendo mis mejillas arder de la vergüenza que estoy pasando.

Ella esta tan loca como la primera vez que la conocí, impulsiva y retadora, tonta y muy, muy lista. No somos pareja y aun así me cela, frunso el seño mientras trago un pedazo de cerdo listo, extrañamente me excita su agresividad ¡Demonios, quiero que pase rápido el mes!.

(...)

Después de la cena nos dirigimos al hotel de nuevo, cuando los niños están en sus cuartos correspondientes la pelirroja me sigue vigilando mis movimientos.