Guerra de hackers [Seven Mystic Messenger]

Epílogo

-¡Yoosung! ¡Para de moverte!

-¡Pero si no me estoy moviendo!

-¿Entonces qué haces rebuscando en mi mochila?

-¡No encuentro mi móvil!

-¡Dejad de discutir! Parecéis niños pequeños...

Daniela y Yoosung se pararon al instante al oír la voz autoritaria de Jumin. Tenía razón, eran como dos niños pequeños. Yoosung cogió por fin su móvil del suelo y se sentó con la espalda apoyada en el respaldo del autobús al igual que su amiga. Los dos miraron por la ventanilla.

-¿Cuánto queda? -preguntó el rubio.

-Poco. Unos cinco minutos. Ya veréis, os va a encantar Madrid.

-¿Cuánto queda? -gritó Saeyoung, a unos sitios por detrás.

-¡Media hora! -exclamó Daniela, girándose, para dar la cara a su novio.

-¡Mentirosa! ¡Te he oído!

-¿Entonces para qué preguntas? -chilló Daniela, entre risas -¡Te echo de menos!

-¡Pues ven! -dijo Saeyoung, alargando la "e".

-¡No! ¡Por Dios no! -se quejó Saeran, al lado de Saeyoung -¡Ya es suficiente con veros en casa! Tenéis que controlaros.

Todos se rieron, pero se callaron en cuanto vieron que empezaban a entrar a la ciudad. Aplaudieron con felicidad y Yoosung no pudo evitar que una lágrima se deslizase por su mejilla. Las fiestas de R.F.A se habían hecho famosas por todo el mundo, y su primera parada, obviamente, era Madrid, tierra natal de Daniela. Él no podía evitar acordarse de Rika y de V, que aunque habían tenido sus más y sus menos, había muerto hace un año y su muerte le afectaba. Nadie dijo nada, pero se quedaron en silencio honrando a los fundadores de la empresa, que ahora serían felices, por fin, juntos.

-Ya hemos llegado -anunció el chófer, parando el autobús.

En silencio se levantaron y cogieron sus maletas mientras Daniela pagaba al hombre. Estaban justo delante de su casa, un piso en el centro de la ciudad. Era muy grande, y cabían todos de sobra. Subieron al tercer piso y la chica llamó al timbre. Su madre abrió casi al instante y sonrió, con Adrián a un lado. Tenía quince años, y ya era más maduro que los chicos de su edad, pero también sonrió al ver a su hermana.

-Daniela, teníamos muchísimas ganas de verte -dijo su madre, dándole un gran abrazo.

-Y yo a vosotros. Hombretón, ¿qué tal va todo? -preguntó la pelirroja, abrazando con fuerza a su hermano.

-Muy bien. Te he echado de menos.

-Yo también te he echado de menos -dijo, con una sonrisa.

-¡Hola a todos! Bienvenidos a Madrid, ¿qué tal el viaje? -preguntó Gloria, la madre de Daniela.

-Bien -contestó Jumin, dando un paso al frente -Soy Jumin Han.

-¡No hace falta que te presentes, hijo mío! Ya os conozco a todos. Bueno, a todos menos a aquellos chicos de ahí atrás -dijo, señalando a Saeyoung y a Saeran.

-Mamá, este es Saeyoung, y el otro es Saeran. Son gemelos.

-Anda, el famoso Saeyoung. Tu novio.

-Mi novio -afirmó Daniela.

-¿Tu novio? -preguntó Adrián, frunciendo el ceño.

-Su novio -intervino Saeyoung, agitando una mano.

-Pues encantada de conoceros, venga pasad, que la comida ya está en la mesa -apremió Gloria, dando unas palmadas, como para meterles prisa.

Todos entraron y se quitaron los zapatos a la entrada, pero Daniela les aseguró que no hacía falta. Nunca perderían sus costumbres. La pelirroja les guió hacia el pasillo con las habitaciones de invitados y dejó que se organizaran como quisiesen. Saeran y Yoosung se pusieron juntos, ya que habían hecho buenas migas desde el primer momento. Jumin entró en una él solo, mientras que Zen y Jaehee ocuparon la del fondo, ya que habían empezado a salir hace poco. Saeyoung se quedó con Daniela, hablando con la que era su suegra.