Capítulo veintidós (Parte uno)

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*Te recomiendo leerte el capítulo anterior antes de este para ponerte más en situación*

Abro los ojos con lentitud y me encuentro en una habitación de hospital. Miro a mi alrededor y veo un jarrón con flores en una mesa. Frunzo el ceño y me intento levantar, pero me encuentro atada por la cintura con una cinta, así que me quedo quieta. Grito, intentando que alguien me oiga, y la puerta se abre. Veo a Yoosung, Zen, Jumin y Jaehee. Detrás están mi madre y mi hermano con un médico. Frunzo el ceño, pero me alegro de verlos. Mi madre corre hacia mí y me abraza con suavidad.

-¿Cómo estás, cariño?

-Bien, ¿qué hacéis aquí?

-Teníamos ganas de verte, y aprovechando que tu padre está de viaje, decidimos venir. ¿No te alegras de vernos?

-Claro que sí, pero no me lo esperaba.

Sonrío y abrazo a mi hermano. Se alejan un poco y mis nuevos amigos se acercan. Entonces recuerdo todo lo ocurrido en la fiesta. Me pongo seria y contesto con brevedad a todas las preguntas que me hacen.

-¿Dónde está Seven? –pregunto, con la voz temblorosa.

-Se lo llevaron, ¿no lo recuerdas? Suponíamos que tú lo sabrías –dice Jumin, con los brazos cruzados.

Suspiro y decido contarles todo de forma resumida. Desde el principio. No hablan mientras se lo cuento. Seguro que me odian.

-Y estoy segura de que no me querréis volver a ver nunca más, pero lo siento. Mis intenciones no eran buenas al principio, pero ahora he descubierto que no está bien y lo único que quiero es recuperar a Seven.

Todos se quedan pensativos, y noto un deje de desconfianza en la mirada de Zen y Jumin. Este último, que antes sonreía, ahora forma una fina línea con sus labios. Jaehee aparta la mirada, y niega con la cabeza, indecisa sobre si dar el primer paso o no. Suspiro en silencio y abro la boca para invitarles a que se vayan, pero Yoosung se acerca a mí de improviso y me abraza con fuerza, ignorando las advertencias del médico. Le correspondo el abrazo con fuerza, y me sorprendo solo un poco al ver que no me duele el brazo. Cuando nos separamos, noto mis ojos inundados en lágrimas, y él sonríe ampliamente.

-Yo creo en ti –me asegura, para después girarse hacia sus amigos –Creo en ella.

-Yoosung, ¿no lo ves? Es una traidora. Ha conseguido que se llevasen a Seven –protesta Jaehee.

-Ahora la mala soy yo, pero tenéis que saber que Seven tampoco ha hecho cosas de las que estar orgulloso –explico, con los brazos cruzados –Yo soy la única que sabe cómo rescatarle. Tengo la ventaja de que ellos no saben que estoy "unida" a Seven, así que no se esperarán que vaya.

-¿A dónde tendrás que ir? –pregunta Jumin, con curiosidad.

-A Estados Unidos, concretamente a Nueva York. Allí es donde está la agencia.

-Yo iré contigo –se ofrece Yoosung, y antes de que pueda negar, vuelve a hablar –Voy a ir. Y no hay más que hablar.

-De acuerdo –accedo, intentando reprimir una sonrisa –Lo primero es conseguir salir de aquí. Estoy bien.

Como si de un adivino se tratase, el médico se acerca y se pone a hablar sobre cosas técnicas que intento comprender. Básicamente he estado inconsciente tres días y mi brazo sigue curándose, pero no es un problema demasiado grande. Mi madre me ayuda a levantarme y me puedo ir a casa. Me gustaría pasar tiempo con ella y mi hermano, pero lo primero es lo primero. Me despido fríamente de los integrantes de RFA, excepto por Yoosung que se queda conmigo. Vamos todos a mi casa, y mi madre no quiere irse.

-Mamá, tengo trabajo que hacer. Y es muy importante –le ruego, juntando las manos –Tengo que irme a un sitio durante unos días, de verdad. No puedo retrasarlo.

-Nos ha costado mucho venir aquí, Daniela, y queremos pasar tiempo contigo.

-Lo sé, mamá, pero en cuanto vuelva nos pondremos al día y estaré con vosotros todo el tiempo. Solo tenéis que esperarme.

Se queda pensativa unos segundos, pero al final asiente con la cabeza y Yoosung y yo sonreímos, aliviados. Corro a mi ordenador y compro dos billetes de avión hacia Nueva York para dentro de unas horas. Meto algunas cosas en mi mochila, como comida y mi portátil, pero no mucho más. No necesito nada. Me despido de mi madre y Adrián y voy con Yoosung hacia su casa. Se cambia de ropa a una sudadera y tampoco coge mucho, solo una pequeña maleta. Cogemos un bus y llegamos al aeropuerto justo a tiempo para embarcar. En cuanto nos metemos en el avión y este despega, Yoosung se queda dormido sobre mi hombro y yo enciendo mi ordenador. Necesito trazar un plan, aunque no es muy difícil entrar en el edificio. Estoy entrenada para colarme en un edificio sin ser vista, acceder a archivos guardados con codicia, y sin despeinarme. No será muy difícil. Saco de mi mochila unos papeles con los planos del edificio y rodeo con un bolígrafo las posibles zonas en las que se puede encontrar Seven. Mientras hago cálculos, el tiempo vuela, y mis párpados se cierran poco a poco.

Abro los ojos al oír un murmullo suave. Yoosung sigue dormido, pero veo que acabamos de aterrizar y no hay tiempo que perder. Le sacudo sin ninguna delicadeza y prácticamente le empujo hacia la salida del avión. Me acerco a un puesto de alquiler de coches y pongo mil dólares en billetes encima de la mesa, con un golpe seco.

-Dame un coche ahora –digo, olvidando las buenas formas.

-¿Qué tipo le interesa, señora?

Entrecierro los ojos y el hombre sale disparado hacia una puerta, para unos segundos después volver y darme unas llaves de un coche. En cuanto las tengo en mis manos, me pongo a correr sin mirar atrás y abro el coche. Espero con impaciencia a que mi amigo se suba y conduzco, siguiendo las órdenes del GPS.

-Entonces, ¿cuál es el plan?

-Nos dirigimos hacia el norte. La agencia está a unas seis horas de aquí, pero si seguimos a este ritmo, llegaremos por la noche. Aparcaremos a unos kilómetros de allí. Esperaremos hasta que sean las tres de la madrugada y yo saldré del coche y me colaré por una ventana del último piso. Hay tres sitios en los que Seven puede estar, que son los que están rodeados en rojo en mi mapa. Buscaré en cada uno de ellos hasta encontrarlo. Cuando lo encuentre, te enviaré un mensaje, y esa será la señal para que empieces a conducir y aparques cerca de la entrada para cuando nosotros hayamos salido y podamos hacer una retirada estratégica.

-¿Algo más? –comenta, con evidente sarcasmo –No creo que sea buena idea que entres sola.

-No me pasará nada, Yoosung. Estoy entrenada para hacer estas cosas –le tranquilizo, mientras le toco levemente la mano –También quiero que si no llegamos en dos horas, te vayas.

-¡Daniela! –me reprende, a voz en grito.

-Yoosung, por favor. Hazlo por Seven y por mí –le digo con sinceridad, mirándolo a los ojos.

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La segunda parte estará como mucho en dos días :)
No sé si acabar la historia dentro de poco, pero lo importante es que os esté gustando a vosotros, y que yo no me quede sin ideas.
VAMO A POR SEVEN !!1!!
Votad, comentad, compartid, dad ideas... Todo lo que queráis. Espero que suban las leídas y que sigáis activos ^^

MUAH 💋

Guerra de hackers [Seven Mystic Messenger]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora