MELEPE - La verdadera historia

BUENAS NOCHES, AMOR

*Narración de Melo*

Introduje mis dedos en ella y se retorcía de placer mientras me agarraba el pelo, pero en la urbanización se oía todo, así que tuve que calmarla. Dejé de usar mi lengua y subí a la altura de sus ojos, tan bonitos como siempre, tan luminosos como jamás los había visto. Respiraba su aire, viví en ella durante unos minutos. María se hallaba completamente desnuda, yo aún no. Poco duraron. De repente María me agarró con fuerza, me tumbó echándose encima mía, y de un momento para otro parecía como si hubiese estado con chicas antes. Aprendió en un abrir y cerrar de ojos. Sus ganas por recorrer mi cuerpo a besos la llevaron a hacerlo soltando pequeños gemidos de placer, a los que yo obviamente la acompañaba. Hacía mucho tiempo que no me amaban con tanta ansia. Besó y lamió mi cuello, me amó como ella bien sabía hacer, y me dejó completamente desnuda. Sabía hacerlo, no sé cómo, pero sabía complacer a una mujer, casi tanto como yo la complací a ella. Entre gemidos y caricias, las dos nos dimos cuenta de que aquel no había sido un polvo entre amigas. Sabíamos que aquello tenía una magia especial que sólo podría explicarse de una manera: sentimientos...amor. 

*Narración de Cadepe*

Abrí mis ojos, y noté que el brazo de alguien rodeaba mi cadera por detrás, y que esa misma persona me respiraba en la nuca. Melo, por supuesto. Mi móvil se encontraba encima de la mesita de noche, así que alargué el brazo para cogerlo y mirar la hora. Las 4:30 de la madrugada. Nos habíamos quedado dormidas después de aquella noche de locura y cariño. 

Por las noches refrescaba bastante... estábamos ya en noviembre, y sólo teníamos puesta una sábana encima de nuestros cuerpos desnudos. Yo tiritaba de frío, y Melo se despertó. Me acarició la pierna y me dijo con voz dormida:

-¿Tienes frío, friolera?

Me giré completamente, quedándonos cara a cara, cuerpo a cuerpo., y le miré a los ojos con amor.

-Un poco sí. 

-Mira, ¿ves ese armario de enfrente? pues en uno de los cajones de abajo, abriendo el armario hay colchas. coge una. -Me dijo mientras me acariciaba la mejilla.

*Narración de Melo*

María se levantó a por una colcha, la pobre mía se había pasado la noche con frío, y por eso la tapé con mi cuerpo rodeándo el suyo con mi brazo, pero es demasiado friolera, así que por primera vez se dignó a decirme que tenía frío. Podía haber ido yo a cogerla (la colcha), pero sinceramente me apetecía contemplar su cuerpo desnudo una vez más antes de dormir. 

María cogió la colcha de Hogwarts, mi favorita, y la estiró sobre la cama. Se metió, esta vez decidió que quería dormir de cara a mí, así que se tumbó enfrente mía, ambas de lado, y la tapé.

-Buenas noches cielo. -Le dije dándole un beso en la frente.

-Buenas noches amor. -Me contestó dándome un beso en los labios.