*Narración de Melo*
Ni todos los días son grises, ni todos son tan bonitos como parecen. Me suelen dar bajones de vez en cuando, soy una persona bastante insegura físicamente, y odio no poder ser de otra manera. Cada día lo llevo mejor, pero cuando estoy de bajón, sólo me apetece llamar a mis amigos, distraerme, y a veces, llorar con ellos. ¿Lo malo? Que había quedado en llamar a María, y tampoco me apetecía amargarle la tarde, pero lo necesitaba, la necesitaba.
-Hola cielo. -Le dije.
-Hola amor, ¿qué tal estás, qué haces?
-Bien, aquí preparándome algo de comer -Dije con un tono triste.
-¿Y qué te preparas?
-Una ensalada, no tengo mucha hambre. -Se me notaba que no estaba bien, yo siempre estaba muy animada...
-Melo qué te pasa, no estás bien y lo sabes.
-Joder... -Mierda, no quería sacar el tema.
-Qué te pasa cariño, cuéntamelo. -Insistió María.
-No sé, no estoy bien, estoy de bajón. -Y de repente se me oyó cómo respiré fuerte por la naríz al estar acuosa de llorar.
-Amor, voy a ir para allá, no puedes estar así tú sola.
-Que no, que no quiero que me veas así.
-Ay mira Melo de verdad, iría a verte hasta si fueses una patata mojada, cállate que voy a ir, ya está. En 20 minutos estoy ahí.
-Vale... tengo ganas de decirte que lo siento pero me vas a matar así que...
-Sí, mejor cállate porque al final mueres hoy.
María tardó 10 minutos en aparecer. Llamó al timbre, y le abrí la puerta. Nada más abrir, dejo las cosas en el suelo y me pegó un abrazo enorme. No pude evitar llorar. María se dio cuenta, y mientras nos abrazábamos, me acariciaba el pelo para que me calmase, y me calmé.
-Joder vaya cara que tengo. -Le dije vergonzosa mientras me tapaba la cara.
-La cara más bonita de esta casa. -Contestó mientras me quitaba la mano de la cara. - ¿Tú me has visto a mi? Que vengo con unas pintas que pa qué. -Me dijo haciéndome reír.
Fuimos al sofá, me senté, y se sentó a mi lado. Cogí sus piernas con cariño y las puse encima de las mías.
-A ver cariño qué pasa, cuéntame.
-No sé María... a veces me dan bajones por cómo soy. Pienso que nadie me va a aceptar al 100% tal y como soy, porque no estoy delgada, y puede sonar muy artificial pero es así, siempre lo he pasado mal con este tema.
-¿Qué te preocupa más, que los demás no te acepten o no aceptarte a ti misma? -María me sorprendió con su pregunta.
-Pues... no lo sé... una mezcla de ambas. Yo no me acepto al 100% cuando me miro al espejo, y me da miedo que la gente a la que quiero tampoco lo haga.
-¿Tus padres te aceptan, Melo?
-Sí...
-¿Y tus hermanas, tus sobrinos, tus amigos... te aceptan todos?
-Sí...
-¿Entonces?
No pude más, mis lágrimas comenzaron a salir y se lo tuve que decir. Cogí sus manos, se sentó encima mía, y se lo solté llorando.
-María, que te quiero, que estoy enamorada de ti y me da miedo que te eches para atrás por mi físico, porque ya me ha pasado antes. Me da miedo enamorarme María... pero es que te quiero.
Al decirle el último "te quiero" María me abrazó, se le soltó una lágrima y me besó la cara. Vaya dos lloricas... Se despegó de mí, quedándose muy cerca, me miró a los ojos, y me dijo:
-Eres la primera mujer de la que me enamoro, Melo, y no me importa si eres alta, baja, gorda, flaca... es que me da igual, cuando una persona tiene una personalidad tan fuerte y tan bonita como la tuya, lo demás es puro accesorio. Que yo también te quiero cielo, créeme, que no he sentido algo tan fuerte por una persona en mi vida, y cuando te miro y te veo sonreír pienso que eres lo más bonito que he visto. De verdad, que te aceptes cariño, que eres preciosa, y hay 1000 mujeres detrás tuya. -Se acercó a mi oído, y me susurró.- Pero eres mía...
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MELEPE - La verdadera historia
FanfictionEsta es la historia más realista de Melepe que vais a leer. Os prometo aventura, diversión, risas. y sobre todo mucho amor