-¡Anda María! -Me dice Melo mientras se levanta de la silla de la barra del bar y me da dos besos. También saluda a Clau.
Estuvimos allí un rato con Omai, Elvisa, Gomi, Clau, Bely... y de repente vi que Melo volvió a sacar la cámara. Me puse muy nerviosa, no sé por qué, ni que fuese un chico buenorro, no me tendría que preocupar de la impresión que yo le diese, ¿no? para que sea mi amiga...
Me sentó mal. ¿El por qué? No lo sé, pero nada más sacar la cámara se empezó a grabar con Bely hablando sobre música y me sentó fatal. Pero la cosa cambió cuando de repente dejó de hablar con ella en seco para hablar conmigo. Me puse más nerviosa de lo que estaba...
*¿Qué hace grabándome a mi? verás como la cago diciendo alguna gilipollez...* pensé.
-María, saliste en un Melomore (en la fiesta de Netflix) y la gente se ha vuelto loca. -Me dijo Melo medio gritando debido al ruido de la fiesta. -Les ha gustado mucho que hayas salido en un Melomore.
Y en ese momento, y sin pensar, le dije lo que me salió del alma.
-Pero es que yo te veo todos los días a las 6, no me lo pierdo. -Respondí con el mismo tono. La cara de Melo de sorpresa fue un cuadro. Pero el buen momento cambió cuando la chisposa de Clau entró en acción. Cómo me lo temía...
-Melo, me va a matar por decirte esto pero... María está OBSESIONADA contigo. -Dijo gritando.
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*La mato* -Pensé. *La mato*
Salté al segundo.
-NO NO OBSESIONADA NO, ¿EH? -Y le intenté justificar el por qué la conocía.
No sé ni cómo, ni por qué, pero Melo y yo acabamos en la barra del bar, solas, tomándonos nuestras copas, y por increíble que parezca, no me resultó nada incómodo. Fue tan agradable...
-Joder las cabronas nos han dejado aquí más solas que la una. -Le dije.
-¿Y qué? que se diviertan si seguro que están por ahí bailando... iban finas... -Me dijo mientras nos reíamos. -Oye María, ¿tú vives en Madrid no?
-Sí, a unos 20 minutos de aquí en coche.
-Joe pues nos podríamos ver otro día, que apenas te conozco y siempre está bien conocer gente nueva. -Me dijo guiñándome un ojo mientras me sonreía. Se notaba que iba un poco borrachilla, pero me reí.
Dios, qué rara me sentí. Era como si un chico guapo me hubiese pedido el número. Tenía esa misma sensación, aún desconocida.
-Claro, toma mi número, quedamos un día de estos si quieres, tú mándame un whatsapp y listo.
El resto de la noche estuvo muy bien. Al final acabamos muy unidas Melo, Clau, Gomi y yo. Fuimos de las últimas en irnos de la fiesta.
Ya en la puerta...
-Bueno chicas, ¿vosotras hacia dónde tiráis? -Preguntó Melo.
-Nosotras vamos a coger un taxi hacia la casa de María que hoy paso la noche allí. -Contestó Clau.
Todas nos despedimos, pero la despedida con Melo fue distinta. Estábamos un poco apartadas del resto, que se encontraba hablando de lo divertida que había sido la noche.
-Pues ya nos vemos otro día, ¿no?
-Cuando quieras. -Le contesté. Qué sonrisa más tonta se me puso. Qué raro todo.
Me cogió del hombro, me acercó a ella y nos dimos dos besos.
