MELEPE - La verdadera historia

LA GRAN CONFESIÓN

*Narración de María*

Pasaron días...semanas... y Melo y yo nos hemos ido conociendo mejor. Hemos quedado más veces, incluso el martes pasado salimos a comer juntas. Ese día creo que fue el mejor. Me contó la mayor parte de su vida, todo lo que yo no sabía, aunque algunas cosas que ya sabía también me lo contó, como que es francesa, y que la mayor parte de la familia la tiene en Perpiñán. Me contó que vivió en Villanova (Villanueva, Barcelona) desde los dos años, y que ha pasado la mayor parte de su vida allí. Que ha trabajado de camarera, y que se independizó a los 18. Que sus padres están divorciados, que tiene dos hermanas y cuatro sobrinos, y que estudió comunicación audiovisual pero nunca terminó la carrera. 

No puedo parar de pensar en ella...Clau lo sabe, mis amigas lo saben... y no sé qué hacer. Me gusta una mujer, por primera vez en mi vida. Pero tengo miedo, y me entran muchas dudas, de todo tipo. ¿Cómo será estar con una mujer? ¿le gustaré yo a ella? ¿qué dirá mi familia? ¿y mis amigos, me rechazarán? ¿cómo será besar a una mujer? ¿y hacer el amor...eso cómo se hace? mi cabeza estaba llena de preguntas, y he llegado a la conclusión de que solo las podré resolver de una manera.

*Beep, beep, beep, beep*

-Hoooola Cadepe, dime.

-Pues que he pensado que ya que tú el otro día en la comida me contaste tu vida, podríamos hacer otra comida, y así yo te cuento la mía.

-Pues bien pensado. -Se reía.

-¿Mañana?

-¿Esta noche? -Me contestó ella, que se notaba que tenía ganas de verme. Me sonrojé.

-Vale, venme a buscar a las 8:30 y yo te guío, que sé dónde ir.

-Perfecto, nos vemos luego. Ponte guapa. -Se burló de mí.

-Perdona pero yo siempre voy guapa jajaja hasta luego.

*-Cierto, tú siempre estás preciosa. -Dijo Melo sonriendo, pero ya María no podía oírla, porque ya se habían colgado.*

Esa noche Melo me recogió, y fuimos a un restaurante muy bonito en Madrid. Estaba totalmente decorado con plantas, y era un lugar muy blanco y muy fresco. Muy eco, era genial.

-Bueno, pues cuéntame tu vida. -Me dijo Melo sonriendo mientras cenábamos.

-Pues nací en Valladolid y bueno, soy hija única. No hay mucho que contar de mi vida, mis padres ahora viven en Burgos, siguen juntos, y yo estudié magisterio. 

Melo y yo estuvimos hablando toda la noche, y el último tema que tocamos fue la sexualidad.

-A ver, yo estuve una vez con un chico cuando era adolescente, incluso lo llegamos a hacer, pero no es lo mismo. Es que ni siquiera me gustaba y no entendía por qué, ahora ya sí. -Decía Melo riéndose.

-¿Y con cuántas chicas has estado?

-Con dos, relaciones serias he tenido dos. Pero vamos, que las dos eran más heteros que otra cosa.

Allí ya fue cuando noté que nos empezamos a mirar de una manera diferente. De repente nuestros ojos tenían luz. Como si las dos supiesemos que algo iba a pasar. Y no me lo pensé dos veces. A la que pude, me lancé.

-Joder tía pero siempre tengo el mismo problema, siempre me gustan heteros, y a ellas les gusto yo. Es una cosa... -Dijo Melo.

-Como a mi, que me gustas. 

Boom.

En ese momento, me quedé mirando a Melo con una sonrisa y un brillo especial en los ojos, y vi como ella, de la sorpresa, abrió los ojos y se echó hacia atrás. Me hizo gracia, pero su contestación no me la esperaba. De repente me sonrió, me devolvió la mirada, se acercó más a la mesa, apoyó sus codos sobre ella entrelanzando sus manos y me dijo:

-Tú a mi también me gustas María, mucho.