*Narración de Cadepe*
Después de aquel momento tan bonito, Melo y yo nos acercamos más a la casa. Qué sitio tan impresionante. No había nadie, ni coches ni carreteras ni edificios, solo ella, la naturaleza y yo.
La casa por fuera era preciosa. Melo se tendría que haber gastado un dinero en alquilarla. De repente, me cogió por la cintura por detrás, se pegó a mi espalda, me besó la mejilla y me dijo:
-Bueno, ¿entramos?
Cuando entramos, mi cara fue de aun mayor sorpresa. Era más bonita por dentro que por fuera, y eso ya era difícil.
-Joe Melo... te has superado... -Le dije con las manos en la boca.
-Todo para ti, que te mereces esto y más.
Dimos vueltas por el piso de abajo, mirando cada detalle, cada habitación, y cada rincón. Era tan bonito... siempre había soñado con tener una casa así, aunque no tan de campo, pero siempre quise dejar a un lado la vida en los edificios y vivir en una casa grande.
Fui hacia donde estaba Melo, le cogí de las manos, le sonreí, y le dije:
-¿Vamos arriba?
Al subir las escaleras hacia arriba, estas dejaban ver un precioso espacio abierto, y todo aquél era la habitación principal. En ella se encontraba una de las mejores piezas de la casa: el jacuzzi.
No podía parar de llevarme las manos a la boca.
-Qué bonita cariño... te lo has currado. -Le dije abrazándola.
De repente, Melo me cogió de las piernas y me tiró a la cama, poniéndose ella encima.
-¿Te gusta mi amor?
Asentí, apoyando mi cara con la suya, algo que me encantaba hacer porque era una de las mejores maneras y muestras de amor. Empezó a besarme, y cada vez esos besos se hicieron más intensos.
-Cariño... -Le dije entre gemidos y susurros.
Pero Melo no paraba, siguió besándome y más tarde besando mi cuerpo. Yo ya me olvidé del resto, solo éramos ella y yo, viviendo uno de nuestros mejores momentos por aquel entonces.
Consiguió que susurrara su nombre, que le agarrase la camiseta con fuerza y que pegara mi cadera a la suya, que tuviera ganas de hacer con ella todo lo que quisiera y más, pero de repente se paró.
-Uy, si tenemos que ir a comprar al pueblo.
La miré con cara de fastidio.
-Melo no me jodas...
Volvió a tumbarse encima mía, me acarició el pelo y me dijo:
-Bueno, así tendrás más ganas esta noche.
La miré mal, pero al segundo me empecé a reír y me levanté de la cama.
-Mira... te odio. -Le dije riéndome.
Se acercó a mi, me volvió a coger de la cintura, y me dijo:
-Sabes que no.
ESTÁS LEYENDO
MELEPE - La verdadera historia
FanfictionEsta es la historia más realista de Melepe que vais a leer. Os prometo aventura, diversión, risas. y sobre todo mucho amor