— Oye, Hoseok.
El chico paró abruptamente al escuchar ese llamado, con su mochila colgada al hombro y el celular en la mano, mientras a sus costados el resto del alumnado se apresuraba a la salida como si el suelo quemara y debieran salir con urgencia; dió media vuelta y le sonrió abiertamente al castaño que se acercaba trotando por el pasillo, TaeHyung era un chico agradable, pensó, porque a pesar de su evidente mal humor esa tarde fue el único que se le acercó a charlar sin preguntar nada que no quisiera responder.
— ¿Pasa algo? —habló una vez el menor estuvo frente suyo, respirando entrecortadamente, como si hubiese corrido un maratón.
— Sí, pasa algo —cambió su semblante a uno de preocupación absoluta—, pero te lo contaré en el camino, vamos.
Hoseok fue sujetado por la muñeca y arrastrado hacia la salida donde el atardecer los acompañaría el resto de caminata, inmediatamente se alejaron de la institución TaeHyung comenzó a hablar con un ceño fruncido repleto de duda.
— Soy un asco en matemáticas y —dijo para seguidamente interrumpirse a si mismo, disgustado—, yo de verdad no quiero que pienses que me aprovecho de nuestra nueva amistad o de que seas unos de los mejores promedios en la escuela —negó efusivamente—, me agrada Hoseok porque es divertido, y Jimin una vez me dijo que odiabas a las personas interesadas y yo no lo soy para nada pero, pero...
El mayor sonrió complacido, era la primera vez que veía ese lado adorable de TaeHyung (sin estar drogado por los medicamentos contra la gripe, claro); estrujo las correas de su mochila entre sus manos y se acercó confianzudo al castaño.
— Está bien Tae, te ayudaré a estudiar.
El brillo en los ojos del menor fue algo que se sintió bonito para Hoseok y decidió que le gustaba ver esa sonrisa cuadrada dedicada solo a él.
— ¿Lo dices en serio? Wa, mi madre me amenazó con tirar mis discos de Big Bang si reprobaba este año, ¡gracias! —seguido unos brazos lo rodearon por unos segundos y TaeHyung algo sonrojado por sus impulsos se adelantó tarareando como si nada hubiese ocurrido—, no hay nadie en mi casa hasta las diez, estaremos tranquilos —comentó feliz, mientras Hoseok lo seguía de buen humor—, podrás espiar a YoonGi si quieres.
— ¿Q-qué?
— Oh... Nada.
El camino fue cómodo, una vez que Hoseok le avisó a su madre que llegaría un poco más tarde a casa no hubo nada que lo detuviera a disfrutar la caminata con TaeHyung, siendo que este hablaba mucho y reía de manera infantil, el aura le daba confianza, como cuando dos viejos amigos se reencuentran y comienzan a contar toda sus vidas o solo las anécdotas más divertidas. Decidió que le gustaba pasar tiempo con el menor.
Aunque lo verdaderamente frustrante comenzó una vez llegaron al vecindario del chico.
Para empezar, fue imposible para Hoseok no mirar de reojo la casa vecina para asegurarse que realmente no había nadie dentro, y una vez en el cuarto de Tae, espiar disimuladamente la ventana con la esperanza de que el pelinegro estuviera enjabonando su cuerpo.
Pero no, no hubo señales de su profesor y Hoseok tuvo que enfocarse en impartir clases particulares a su nuevo amigo.
Lo cual fue un desastre.
Y es que Hoseok no quería ser malo con él pero juró que incluso SeungYeol podía aprenderse los temas en menos tiempo, y alabó al cielo divino por darle un poco más de paciencia que la normal.
Si no fuera por su buen humor seguramente hubiese estrangulado al castaño y embolsado para luego lanzar su cuerpo a un río y correr por consuelo a los brazos de YoonGi; pero no había ningún río cercano así que optó por guardar la calma y comenzar su explicación desde el principio... Por décimo cuarta vez en esa tarde.
— Esto es muy fácil Tae, solo es cuestión de que te aprendas la fórmula.
— ¿Formula? Pero si son puras letras, ¿Cómo se supone que multiplique una A y una B?
— Pero... —se acercó más al menor para señalar su hoja escrita—, ¡solo es una fórmula, A y B pueden ser cualquier número!
— Agh —el castaño dejó caer su cabeza en el hombro de Hoseok aprovechando que este se había acercado—, no sirvo para esto Hobi —puchereo y hundió el rostro en el cuello contrario, aspirando disimuladamente el aroma a limpio que se cargaba el mayor.
El verdadero problema era que el mayor le resultaba tan sencillo aplicar cualquier tema de matemáticas que no podía entender como los demás no lo comprendían, si para él era pan comido.
— No digas eso, e-es cuestión de práctica —Hoseok estaba luchando consigo mismo por no estremecerse, su cuello era una zona sensible y los labios del menor estaban rozando su piel.
A él no le gustaba Tae, pero sí le gustaban los besos en el cuello, mucho, muchísimo, y más si provenían de YoonGi.
— ¿Podemos hacer un recreo?
— Hicimos un recreo hace menos de diez minutos.
— Por fi...
Hoseok rodó los ojos y se alejó de Tae antes de soltar un jadeo innecesario, se acercó a la ventana del menor y se apoyó en esta con total confianza antes de escuchar una risita suave de fondo.
— Hobi, puedes quedarte a dormir si quieres, se está haciendo tarde y... Oh, recordé que mañana quedé con SeokJin para aprender a hacer pudín —escuchó el ruído del colchón siendo aplastado y supuso que el menor se había acostado en la cama—, mamá ya casi no cocina comida casera, y Jin se ofreció a enseñarme... ¿Recuerdas a Jin? El amigo del profe YoonGi... —una parte de si mismo sabía a dónde quería llegar Tae y lo estaba celebrando de antemano—, ¿No te da curiosidad ver dónde duerme el profesor? No creo que a él le moleste si te llevo conmigo...
El nombrado sonrió levemente.
Tae le caía tan bien, ¿Por qué nunca se había molestado en conocerlo hasta ahora? Juró que podían ser los mejores amigos si Jimin no ocupara ya ese puesto.
🤓🤓
PERO MIREN QUIÉN SE DIGNO A APARECER 🌚
Hoseok se quedará a dormir a casa de Tae, ¿Huelen eso? Creo que se acerca un Yoongo celoso...
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Profesor -Yoonseok
Hayran KurguMin YoonGi era el peor profesor que podría haber en una escuela y Jung Hoseok el mejor estudiante de la misma. Acostumbrado a replicar por todo lo que le parece injusto Hoseok automáticamente crea un ambiente de continua pelea entre docente y alum...