Isabel
Tenía unos 6 años cuando todo empezó. Vivía en una pequeña granja donde lo poco que recuerdo era muy alegre, recuerdo que no tenía hermanos, era hija única, muchas veces venían personas a visitarnos, eran muy alegres.Al parecer hubo un incendio accidental, yo estaba en los establos con los caballos pero el fuego y ellos volviéndose locos me asustaron y no quise salir de ahí, tenia miedo. Cuando mi papá me encontró trato de salvarme pero los escombros lo aplastaron, seguramente lo habían matado. Recuerdo que estaba llorando hasta que apareció aquel chico, me ofreció su ayuda y yo la acepte.
A esa edad no entendía lo estaba pasando, Sebastián se había vuelto mi hermano y yo lo aceptaba sin ninguna queja. Él me crió, me cuido, educó y protegió de cualquier mal. Conocí a grandes amigos, Emily, Zoé y Milo, se veían de la misma edad que mi hermano pero me consentían mucho, incluso Esther y Damian fueron como padres para mí.
Cuando cumplí 12 años no entendí porque mi hermano tomaba pastillas todo el tiempo cuando no estaba enfermo, nunca se enfermaba, era muy frío cuando lo tocaba y nunca lo había visto comer, sólo tomaba de bolsas extrañas, además de que los ojos rojos me intrigaban mucho.
Llego el día en que mi hermano me explico lo que había pasado aquel día hace 6 años. Estaban investigando a un brujo que estaba vendiendo hechizos peligrosos a cualquier criminal, ellos lo encontraron y los persiguieron hasta mi tranquila casa. Se salió de control la situación y el mago provocó un incendio que mató a todos excepto a mi. Me contó sobre la LGO, me contó sobre los secretos que debía esconderme, de que él no era un humano, era un vampiro.
Crecí admirando a mi hermano, todo lo que había hecho por mí fue algo que me dejo sorprendida, además de que no sabía que existiera una organización secreta que ocultaba todas las cosas mágicas de este mundo, así que me volví más curiosa al mundo tan misterioso que mi hermano llevaba.
Empecé a investigar por mi cuenta, sobre el mundo de los vampiros, hombres lobo y hechiceros, su pasado, la guerra que perduró por mucho tiempo entre los licántropos y los vampiros, la tranquilidad que llego cuando los grandes líderes se levantaron y fundaron la LGO, los The Moon que conspiraban para desarmar a toda costa la gran orden ya que no confiaban en aquella organización. Me gustó tanto que empecé a tratar de ser responsable igual que mi hermano para que el día llegara y me convirtiera en una vampiresa.
Cuando termine mis estudios y cumplí los 25 años hable con mi hermano de unirme a la organización, él no estaba tan seguro y siempre me rechazaba con un no, pero hubo un día en el que se rindió y dijo el tan ansiado si. Fue así cuando me transforme en un vampiro, mi hermano pido los permisos en la LGO para poder ser mi mentor y entrenarme, él haría los honores de transformarme.
Recuerdo que la mordida era un ardor muy fuerte en el cuello, soportable pero muy doloroso, si pudiera compararlo sería el mismo dolor que te haces cuando te quemas. Me desmayé y al despertar mi garganta estaba seca, mis sentidos se habían agudizado y me sentía con mucha energía, ser vampiro era increíble.
Mi hermano estuvo entrenándome, era difícil pero con mi entusiasmo yo aprendía rápido. Cuando entre a la LGO me dio miedo y fue difícil pero llego el momento en el que yo me adapté y subí mucho de estatus, convirtiéndome en lo que soy.
¿Cuál fue mi error?.
Mis emociones eran muy fuertes, mis emociones predominaban más que mi inteligencia y deber, es por ello que muchas veces fracasaba en misiones. Unas ganaba, otras fracasaba por mi falta de razonamiento. Llegó el día en el que mis emociones me atacaron fuerte, el problema se volvió grande y el fuego que había prendido ya no podía apagarse, mi nuevo gran problema tenía nombre y apellido se llamaba...
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Las reglas son para romperse
RomanceIsabel siempre ha sido un vampiro fuerte e inteligente. El problema es que siempre pone sus sentimientos por encima de las misiones que se le presentan. Llega el día en que conoce a la chica Nicole, que la hace dudar de todos los principios que se l...