Rivalidad

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Me encontraba en ese lugar horrible, aburrido, sin ninguna actividad que hacer, tratando de despejar mi mente, de no pensar en los celos que me invadían. En este justo momento Nicole y esa mujer llamada Lucía, se encontraban en algún lugar juntas fuera de mi vista.

No podía salir, o por lo menos eso había dicho la chica seria y molesta, Nicole me pidió de favor que no diera ni un solo paso afuera, no me gustaba seguir las órdenes de enemigos, pero las de Nicole debía seguirlas ya que no quería que se preocupara.

Para no morir por locura decidí practicar un poco mis golpes, quería darle unos buenos golpes a la chica esa, Lucia. Me puse a pensar qué tal vez David no era tan malo después de todo, lo prefería mil veces a él que a la chica Lucía.



Era un día de entrenamiento duro, llevábamos unos meses entrenando para que después pasado un año ella se volviera mi compañera en misiones, así que trataba de enseñarle lo más que podía, pero había momentos en que ella se desanimaba a seguir luchando ya que tenía un trauma.

- Nicole, ¿Estas bien? – preguntaba preocupada. Ella se veía algo distraída.

- Si, solo recordé cosas feas – decía cubriendo su cara con una mano.

- Te traeré tus pastillas, después descansaremos un rato

Entre a la casa en busca de las pastillas, cuando regrese con Nicole me encontré con el saco de pulgas, David.

- Claro, te divertirás, vamos, sal conmigo – decía el lobo sonriendo.

- No lo sé David, Isabel está entrenando conmigo

- No puedes entrenar así toda la vida, acabas de salir de algo horrible

- Hola David – decía con una mirada sería. Cuando él noto mi presciencia retrocedió unos pasos y me miró con una cara de pocos amigos, Nicole me miró y yo le di sus pastillas.

- Me estaba invitando a comer

- ¿Así? – decía acercándome más a él para intimidarlo.

- Si – decía sin mirarme a los ojos – pero también puedes venir, con tal de que venga Nicole todo está bien

- Bien – decía con una sonrisa triunfante.

Con comer se refería a cazar, toda su familia se reuniría para cazar y yo estaba invitada. Observe como cada integrante de la familia se trataba de lucir con una presa increíble, yo al querer ganarle al saco de pulgas, trate de cazar un venado y lo logre, cuando traje el venado todos se quedaron sorprendidos ya que era uno grande. David quedó molesto, él había cazado lo mismo pero no era tan grande como el mío, sin duda en esa rivalidad yo ganaba siempre.

Cuando regresamos a casa Nicole no se sentía muy bien, se mareaba al ver la sangre de cualquier cosa, era parte de lo terrible que había vivido en ese lugar. Esa noche hubo una tormenta y yo la abrace con fuerza.

- Isabel – decía Nicole.

- ¿Qué pasa?

- No tienes que preocuparte por David

- No entiendo

- Él sabe que eres mi novia

- ¿Enserio? – decía feliz y victoriosa.

- No debes molestarlo, sabes que tú ganaste, él no intentara nada

- Eso no se sabe, en una rivalidad hay que mantenerse fuerte incluso después de ganar, cuidar el tesoro es importante – decía acariciando sus mejillas – quiere decir que puede que no se rinda y trate de conquistarte

Las reglas son para romperse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora