Las reglas son para romperse

Unos años...

Nicole
Habían pasado 5 años, las cosas habían cambiado bastante desde hace ya bastante tiempo, todo había dado un giro completo en mi vida.

Yo e Isabel nos hicimos novias, me llevó a muchos lugares y me ayudó a superar el trauma que había vivido. Me entreno durante un año para las misiones que la LGO tenía preparadas para nosotras dos. Sabía que las cosas no iban a ser fáciles, a veces teníamos discusiones, a veces teníamos momentos románticos, momentos débiles y fuertes, pero siempre supimos salir adelante. Isabel me enseñó muchas cosas, un poco de todo, ella era simplemente grandiosa, la amaba intensamente, más que a cualquier cosa.

Ahora mismo yo y ella trabajamos juntas, a veces solicitamos apoyo de su hermano para algunas misiones, pero hemos encontrado la forma de poder sobre llevar todas estas cosas.

-    ¿Estás bien? – preguntaba Isabel mirándome curiosa.

-    Si, solo estaba pensando en algunas cosas – decía mientras tomaba el chocolate caliente que ella me estaba ofreciendo.

Era invierno, las dos vivíamos en mi cabaña, habíamos hecho algunas remodelaciones como poner una cama más grande en mi recámara, quitar mis dibujos y decorar un poco ese viejo cuarto, en la sala de estar pusimos un sofá nuevo y cómodo, pusimos una televisión. Isabel me dijo que era necesaria. También pusimos un armario extenso para que las dos pudiéramos tener nuestra ropa ahí. Era un nido de amor perfecto.

-    Hacer el amor en estas épocas está difícil, el frío no te deja disfrutarlo, menos el montón de nieve qué hay afuera – decía Isabel sentándose a mi lado – aunque para mí no hay problema alguno porque soy fría pero tú te mueres de frío – decía sonriéndome.

-    Bueno que esperabas soy un licántropo, soy de sangre caliente – decía tomando de mi chocolate.

-    Se acerca navidad y Año Nuevo, ¿Qué haremos este año? – decía Isabel jugando con mi cabello.

-    No lo sé, tal vez ir a algún lugar especial o simplemente trabajar. Sabes que tenemos trabajo por esas fechas – decía dándole otro sorbo a mi chocolate.

-    Ahhh siempre es trabajo, ya no hay tiempo libre para nosotras. ¿Cuándo fue la última vez que salimos? – decía Isabel recargándose en mi hombro.

-    Hemos salido a varios lugares – decía tratando de subirle el animo.

-    Pero por trabajo – decía Isabel suspirando. En eso el celular de Isabel sonó, Isabel lo tomo y contesto

-    Isabel – esperaba respuesta – claro – me miró en ese momento – si por supuesto, vamos para haya

-    ¿Qué pasó? – decía intrigada.

-    Encontraron al licántropo que estaba traficando sangre contaminada – decía mientras se ponía de pie y comenzaba a ponerse la ropa ya que estaba completamente desnuda.

-    ¿Dónde está? – decía tomando mi chocolate con rapidez.

-    Está en el barrio pobre de la ciudad, al parecer se ha estado escondiendo en un departamento viejo y se hace pasar por un vagabundo – decía Isabel está vez entrando al baño.

Decidí levantarme y vestirme. Cuando termine de arreglarme abrí un armario donde guardábamos nuestro equipo especial. Terminamos de alistarnos, bajamos y fuimos al lugar donde se encontraba el criminal.

Este criminal era un humano que le estaba vendiendo sangre contaminada a los hechiceros, está prohibido ya que se pueden fabricar hechizos muy poderosos y peligrosos, especialmente para los humanos y los licántropos.