¿Día libre?, ¿provocación?, ¿celos?

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Isabel
Desperté algo cansada y sedienta, me ardía algo la garganta, no sentí nada en mi cuerpo, observe y Nicole ya no estaba. No se porque deseaba tanto que estuviera a mi lado, que pudiera sentir ese tibio calor. Entonces reaccione y me sonroje, me quedé pensando mucho tiempo en ella. Decidí levantarme para quitar esas ideas raras, me llegó un olor agradable, así que me levante y fui al lugar donde provenía tan exquisito olor.

Me encontré con Nicole cocinando, se supone que ella era pésima para cocinar pero el olor era agradable.

- Buenos días – decía Nicole con una sonrisa. Me sonroje, nunca me había sonreído, era extraño, hace unos cuantos días me odiaba pero ahora no era así.

- Siéntate en un momento terminaré – decía dejando varias cosas en la barra de la cocina. Me senté y la observe por un momento, se veía simplemente hermosa, me sonroje, moví la cabeza de un lado a otro y mejor decidí pensar en otra cosa.

- Soy un vampiro, no como comida humana, tampoco de perros – decía con una sonrisa tratando de molestarla como siempre.

- ¿Comida de perro? – decía confundida sentándose en la silla de mí lado.

- Me refiero a la carne – decía con la misma sonrisa.

- Todo eso es para mí, esto es para ti – entonces me dio un vaso enorme lleno de sangre, me quedé sorprendida.

- No sabía que podías cocinar – decía tratando de molestarla.

- Se cocinar solo qué hay veces que me da flojera, además en la cabaña no tiene ciertos lujos como tú departamento, aquí hay variedad de comida, y eso que son vampiros – decía Nicole empezando a comer.

- Bueno, debía traerla mi hermano para que pudieras comer – decía bebiendo la sangre que me dio con prisa.

- No lo hagas con tanta prisa, es lo único que te queda – decía comiendo y mirándome.

- ¿Qué? – decía confundida.

- Revise tu porción de sangre y solo quedaba una bolsa – decía despreocupada.

- Ahh demonios me la acabé muy rápido, deberé ir por más – decía preocupada.

- Cuando vayamos ya a la cabaña pasamos por tu porción, ¿no? – decía mirándome.

- Si, es buena idea – decía mirándola con una sonrisa.

No entiendo porque nuestra relación se había vuelta tan cariñosa. Ya no nos molestábamos, y cada que trataba de hacerlo ella no le seguía, ¿Qué estaba pasando?. Después de desayunar recogimos unas cosas. Cuando terminamos de empacar fui a mi auto para subir nuestras cosas, al regresar fui a la habitación, Nicole no se encontraba.

- Nicole – decía mientras buscaba por el departamento.

- Estoy en la ducha – decía mientras salía del baño en toalla, me quedé paralizada, no podía moverme – si quieres usarla es toda tuya – decía pasando a un lado mío. Por un momento quería salirme de control y por alguna razón quería ver qué había debajo de la toalla, pero Nicole me hizo reaccionar – Isabel, si vas a ducharte hazlo ya – decía a mis espaldas.

- S-si... – decía con el poco control que me quedaba. Entre en el baño y respire, ¿Qué pasa?, estoy muy rara desde la mañana, debería despejar las ideas que tengo en la mente.

Cuando termine de ducharme tomamos las cosas que nos hacían falta, salimos del edificio y fuimos directo al hospital. Al llegar Nicole quiso bajar conmigo, la deje acompañarme. Cuando llegue Jenny estaba ocupada escribiendo unas cosas, pero cuando me vio dejó lo que estaba haciendo para atenderme, en ese momento le di mi tarjeta.

Las reglas son para romperse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora