Las reglas son para romperse

Antes de la tormenta

Isabel

Entraba por esa gran puerta, adentrándome poco a poco en el edificio en el cual había trabajado varios años. Ese lugar donde quería ser alguien que ayudará y luchará por el bien de todas las especies que habitaban en ese mundo. Mientras caminaba podía observar cómo todos se preparaban para una lucha enorme. Todos se ponían sus uniformes negros, se preparaban con armas letales para cualquier especie. En sus miradas se veía seriedad y miedo, en otros furia y rabia y por último había algunos que estaban tan confundidos como yo. Llegué al elevador que me subiría al gran salón de conferencia de los grandes líderes. Había una atmósfera de tensión, seriedad, podía notarse bastante, todos se estaban preparando para una gran tormenta.

Llegue a mi piso, baje con calma y entre en el salón donde varios se encontraban planeando la estrategia para atacar al enemigo.

- Cavaliere – decía una voz familiar. Cuando mire se trataba de William, mirándome con asombro – no esperaba verte aquí...digo...todo lo qué pasó... – no le salían las palabras.

- Viene aquí para unirme, después de todo yo trabajo para la LGO – decía sería – lucharé por la organización, por mi hermano – William por un momento me miró sorprendido, ni siquiera se podía mover.

- Así que estás aquí para luchar – decía a mis espaldas Joseph – mi hermano dice que no pudiste detener a tu aprendiz, dudo mucho que está vez lo hagas – decía Joseph desconfiando. Lo mire sería.

- Está vez me aseguraré de hacerlo – decía decidida.

- Déjala participar, Marcus dijo que evito que Sebastián fuera asesinado por su aprendiz – decía Elisa poniendo su mano en mi hombro, yo solo mire con seriedad su mano cuando me tocó.

- Bien – decía Joseph resignado. Se alejo junto con Elisa, entonces tome un traje y unas cuantas armas, me empecé a preparar para la guerra.

- Isabel, no estoy en contra de ellos, pero esto es demasiado para ti – decía William susurrándome – puedes descansar, ve a casa con tu hermano y no partícipes en esto...  – no lo deje terminar.

- Voy a estar bien William, se lo que hago – decía colocando municiones en las armas. William ya no quiso decir más, así que se retiró.

Nicole

Estaba algo nerviosa, solo faltaba esto para poder estar lista para la batalla. Debería hacerlo, debía enfrentar este reto para poder vencer a los bastardos que mataron a mi descendencia y a mi familia.

- Es hora Nicole – decía Lucia algo sería y desanimada.

Me encontraba en una tienda, completamente a oscuras, estuve preparándome mentalmente un día completo. Cuando la noche llegó me cambie con un atuendo totalmente blanco, me recordaba tanto al asesino serial que me costó tratar de no pensar en ese doloroso pasado.

- Lo sé – le decía Lucia mientras me levantaba y me disponía a salir, pero un agarre me detuvo, era Lucia.

- Nicole, esto es peligroso, no hagas está locura – no la mire, mantenía mi mirada en la salida, estaba esperando a que me soltara – tu tío te alejo de está guerra, no deberías seguir con esta locura

- Tú no sabes que hubiera querido él – decía con algo de rabia.

- No, pero tú tampoco – decía Lucia decidida.

- Suéltame Lucia – decía con rabia. Ella se resignó y me soltó. Entonces salí de la tienda a un campo. Era bastante extenso, a los lados había hechiceros que formaban una barrera protectora para que mi bestia no pudiera hacerle daño a nadie, enfrente de mi se encontraba el hechicero que me ayudaría en mi transformación y más allá se encontraba Christopher observando muy atento el evento que iniciaría. Observe hacia el cielo, la luna estaba completamente llena.