Mejores amigos.

Alea iacta est (1)

(La suerte está echada)

Respiro profundamente cuando se miro al espejo y sonrió a su reflejo.

Se había preparado con tanto esmero, y había cuidado cada centímetro de su aspecto. Estuvo esperado ansiosamente ese fin de semana, ese fin de semana al fin saldría con su mejor amigo. Una salida que ansió tanto desde el mismo día en que la pactaron. No había un plan y eso lo hacia mas emocionante aun.

Una salida. Solo ellos dos. Como los mejores amigos que eran.

–¿Una cita? –Mika asomo su rostro por la puerta de la habitación de Kouyou y sonrió al ver a su hermano vestido de una manera tan casualmente seductora. Era su hermano y sabia que cuan atractivo fuera él lo seria ella.

–Nah –Kouyou le sonrió mientras tomaba su cartera del buró –saldré con Yuu…

–Eso es como una cita para ti, hermanito –ella le guiño un ojo y se adentro a la habitación notando el tono carmesí en el rostro del contrario–. Recuerda llegar temprano pues papá y mamá no estarán esta noche… tienen esa cena importante.

Kouyou asintió recordando la fecha. Su padre había sido promovido a director de la universidad donde daba clases. La universidad había preparado una cena para él y su familia; por cuestiones que aun no entendía solo irían su padre y su madre. Algo muy bueno también ya que no quería pasar su mañana de aquel sábado planchando un traje de gala.

Salio de su habitación dejando a su hermana mayor dentro de esta y camino al estudio donde estaba su padre y su madre. Esta estaba acomodando el traje que habría de usar el señor Takashima. Se despidió de ambos al momento que sonaba el timbre de la entrada.

Llego a las escaleras y respiro profundamente analizando su realidad.

Estaba muy nervioso. Saldría con la persona que quería pero que era su mejor amigo. Sabía que se divertiría pero que nada mas allá podría pasar.

Aun así se sentía nervioso. Ese día la suerte estaría de su lado por algún motivo.

–¡Me voy! –grito al momento que bajaba las escaleras notando la silueta de su amigo pelinegro a través del vitral de la puerta principal. 

***

–¡Me encantó la película! –Yuu paso un brazo por los brazos de su amigo sin percibir el sonrojo que había brotado en este –fue increíble.

–A mi también me gustó –sonrió con cierta desgana el castaño cuando Yuu apartaba su brazo de sus hombros al ver pasar a un par de chicas–. ¿Qué haremos ahora? –llamo su atención chasqueando los dedos frente al embobado rostro de su amigo.

–A donde quieras Shima, tú elijes –sonrió Yuu apenado por ser descubierto tras romper una regla que habían pactado: nada de chicas (mirarlas o hablarles).

–Mmh –Kouyou junto sus labios como si fuese a dar un pequeño beso mientras miraba los negocios cercanos a la plaza de la cual salían.

Había restaurantes, pero no tenia hambre aun. Reparo en una zapatería pero rechazo la idea al instante, hizo lo mismo con una tienda de ropa. El arcade estaba atestado de chicos así que lo dejo para más tarde.

Infló sus mejillas con resignación al ver el karaoke donde antes había ido con Yuu, Ikeda y la prima de esta. Estuvo por abrir la boca cuando algo mas llamo su atención por el rabillo del ojo.