Los ojos de Shima brillaron demasiado al encontrar a Reita ahí, afuera de su instituto. Donde claramente había ido por él. ¿Quién más?
Mejor aún, Shima sabia que estaría con su amigo quizá el único que tenia.
–Mika me dijo que si me apresuraba te alcanzaría –Reita le quito a Kouyou su mochila y la colocó a sus propios hombros.
Shima sonrió.
–Gracias, pensé que volvería solo a casa –suspiro el castaño y Reita frunció ligeramente el ceño. Confirmaba la teoría de Mika: Shima se había molestado y mucho con Yuu.
–Para eso estoy yo, ¿O no? –Reita miro a Shima y este lucía feliz pero también percibía un poco de tristeza.
–Me gustaría que estuvieras en mi instituto, así podría pasar el tiempo contigo –Shima sonaba nostálgico –es horrible pasar todo un día sólo. Sin tener con quien hablar o estar en el receso.
Por un momento Shima pensó en aquel chico Takanori de primer año, pero no lo quería a él. No podía pasar todo el día con él.
–Ah –Reita rebuscó rápido en su cabeza alguna respuesta que no tuviera a Yuu o algo relacionado con él. Si estaban enojados seguramente no quería oír ni su nombre –cuando entres a la universidad con Mika y conmigo –el rostro de Kouyou no lucio convencido. Reita busco otra salida –¿Tienes deberes para mañana?
Shima se encogió de hombros con una ligera sonrisa.
–No realmente, son para este viernes…
–Entonces… ¿Y si vamos a jugar un poco? –Reita se interpuso entre Shima y la entrada a la estación de trenes–. Seguramente el entrenador quiere verte y pedirte que juegues en el siguiente partido.
Reita sabía que eso era mentira. Kouyou también lo sabía. Podía ser muy bueno pero jamás seria nombrado jugador oficial. No hasta sus 18 años.
–Vamos –Kouyou sonrió ampliamente y se dio media vuelta a tiempo para no ver a él chico pelo negro que en la mañana le había "reclamado".
Justo a tiempo aún más para Reita.
***
Ambos chicos caminaron hasta aquel centro de entrenamiento especial. Reita estaba ahí gracias a una beca que había ganado desde que tenia 12 años y a pulso había sostenido. Kouyou estaba ahí gracias a su talento y el pago mensual sin falta de su padre.
Reita sabia que no estaba a "la altura" de Kouyou. Pero a pesar de eso, ególatra pensaba que al menos él estaba por su esfuerzo y podía ser mejor que Kouyou… aunque también ¿Qué haría sin Kouyou? Por algo quería a ese chico cerca suyo.
–Perfecto –el entrenador, un hombre fornido y de un bronceado innecesario aplaudió al ver a ambos chicos entrar al campo–. Necesito a uno de ustedes dentro, ¡rápido! No tengo jugadores suficientes para la demostración.
Ambos chicos se miraron y supieron quien debía entrar, así como a quien elegiría el entrenador. Lo que no esperaron fue lo que siguió.
–Takashima, toma un uniforme de reserva… te quiero en 10 minutos.
Reita sintió claramente la alegría de su amigo al oír al entrenador. Le dio su mochila y corrió a los vestidores.
Sólo así pudo analizar mejor la situación. ¿Era cierto lo que Mika le había dicho? ¿Kouyou y Yuu se habían enojado? ¿Por qué? Había corrido para confirmar su teoría. Y lo había hecho solo que hubo otro detalle. Tanto había sido el enojo de ellos que Kouyou fingía no tener ni idea de quien era el pelinegro.
Lo notó al salir y lo notó en su conversación. Además siempre que pasaba algo entre ellos, Reita se enteraba y ahora… nada.
Pasados unos minutos el vibrar de un teléfono celular asusto a Reita. El suyo no era.Abrió la mochila de su amigo y efectivamente era el teléfono de este que anunciaba una llamada. En la pantalla aparecía el rostro pelinegro con una sonrisa. Y el contacto marcaba "Yuu ★".
Miro el teléfono vibrar en su mano hasta que llego el tiempo limite. Su mente creó un plan no muy bueno.
Sabia que siempre que se molestaban a las 24 horas volvían a ser amigos como si nada. Esta vez era diferente y quería que fuera definitivo.
Tomo su teléfono y el de Kouyou, eran teléfonos idénticos a excepción del protector; el de él era negro y el de Kouyou plateado.
Intercambio estos de manera que pareciera que tenia su propio teléfono en manos. Agradeció conocer la contraseña de acceso al teléfono y comenzó su maléfico plan.
Primero borró en contacto "Yuu★", seguido de sus fotos y mensajes. Le siguieron sus redes sociales.
El perfil de Yuu Shiro le saludo y lo pensó dos veces. ¿En serio lo haría? ¿Sería tan egoísta como para obligar a dos amigos de toda la vida a separarse?
Lo pensó y pensó. Miro a la cancha donde Kouyou corría sin parar atendiendo ordenes. Se le veía más feliz. Akira quería que Kouyou fuera feliz.
Borro a Yuu de las redes sociales de Shima y por si no fuera suficiente reportó el número del pelinegro como spam. ¿De verdad lo había hecho?
Si, lo había hecho y no quería detenerse. Sentía que tenia ahora a Kouyou en la palma de su mano, sentía que ahora si podía hacerse más cercano y porque no…
Pero, de nuevo otra incomodidad. ¿Qué pasaría cuando él no estuviera en el instituto? Perdería terreno ahí, lo perdería ya fuera por Yuu o aquel bajito castaño.
Sabía que haría, ya que el rostro de su treta se asomo en sus recuerdos. Sonrió complacido por su rapidez y cambio de nuevo los protectores de los teléfonos. Como si nunca hubiese pasado nada, justo a tiempo para que el silbato anunciara el medio tiempo.
Miro como su amigo fue a hidratarse y también miro como el entrenador estaba totalmente satisfecho con el trabajo que Kouyou estaba haciendo.
Kouyou le saludo y él correspondió. Se sintió tan grato de ser ahora quien lo apoyara. Se sintió grato de saberse el único amigo de este.
Se reinicio el partido así como su oportunidad para hablarle a su treta.
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Mejores amigos.
Fanfiction«El único amor que perdura es el amor no correspondido» (ZMKD) Uruha ha sido amigo de Aoi por 12 años y creyó que aquel sentimiento no era más que un tipo de afecto. Cuando descubre que no, decide borrarlo cometiendo un grave error tanto para él co...