Quién

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–¿No vendrá Yuu por ti hoy? –Mika admiraba la tranquilidad con la que su hermano menor bebía un licuado de fresas.

Él le miro extrañado y fruncio el ceño. Ella hizo lo mismo y él sonrió.

–No sé de quien hablas –limpió su bigote de leche y ella rió. Tan temprano y sus juegos.

–Que gracioso, Shima –Mika torció sus ojos y él se levanto de su asiento aun más confundido. ¿Era él quién estaba jugando?

Su hermana había nombrado a un 'Yuu'. Jamás había conocido a alguien llamado así. Seguramente se había confundido y mucho.

–Como sea, me voy –tomó su mochila y en la puerta se coloco los zapatos. Miro la hora de su teléfono móvil y descubrió que iba realmente temprano.

–Ten cuidado –dos voces femeninas le respondieron y sonrió muy feliz.

Cerró la puerta tras de si y suspiro. Se sentía muy feliz por alguna extraña razón, se sentía libre.

Tenia aquella sensación de haber aprobado todas las materias; sentía que su equipo de fútbol al fin había llegado a las finales invicto; sentía que había ganado un premio.

Se sentía de maravilla. No se sentía solo, se sentía a gusto.

Doblo la esquina con las manos en los bolsillos y se sorprendió al ver a una persona que hacia casi una semana no veía.

Un chico con el que coincidió. Un chico al que nunca antes le había hablado, más que ese día.

Se acerco rápidamente con la intención de saludar y con la intención de ayudar con aquellos grandes pliegos de papel que cargaba.

***

–¡Hey Takanori!

Una voz que le gustaba tanto le grito y su cuerpo se paralizó. Era él. Era Kouyou.

Era Kouyou y le había hablado. Respiro profundamente y rezó por no desmayarse.

–Hola, Taka –saludo el mayor haciendo que el corazón contrario se acelerará.

–Hola –hablo bajo con miedo. Sus piernas temblaban. Tenia mucho miedo–. Hola, Kouyou.

–¿Necesitas ayuda? –le extendió sus largos brazos como si fuera a abrazarlo. Borro la imagen que se había creado y negó. Si la necesitaba pero no lo pondría a cargar.

A Kouyou no le importó que se negara. Le arrebato un par de rollos y los acomodo en sus brazos. Takanori sintió escalofríos de pies a cabeza.

¿Sus sueños comenzaban a hacerse realidad?

–Gracias, no era necesario… –susurro comenzando a caminar junto con Kouyou.

–No importa, quise ayudarte… además no quería ir solo al instituto.

Takanori no lo había notado. O mejor dicho no le había importado. Kouyou iba solo, no iba con el chico moreno con cara de pocos amigos.. ¿Debía preguntar por él?

Realmente era extraño. Aunque era bueno también. Así pudo disfrutar del silencio perfecto a lado de quien estaba enamorado.

–Takanori, ¿Puedo hacerte una pregunta? –se detuvieron para sacar sus pases del tren y este asintió enérgicamente.

Justo como en su sueño. Y grito internamente, también, se abofeteo mentalmente, lógicamente Kouyou no le pediría una cita.

Estuvo por hablar el más alto cuando un hombre apresurado paso a golpear al menor haciendo que uno de sus pliegos de papel cayera de sus manos. Dejando ver un dibujo de un dragón un tanto tenebroso.

Mejores amigos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora