La notificación le tomo por sorpresa. También le recordó que debía cambiar las bocinas del computador dinosaurio que tenía. Aunque también recordó que no le importaba, era un dinosaurio... las bocinas nuevas solo serían como pintar una pared agujereada.
Guardo el documento en el que llevaba días trabajando y abrió la página de internet. Era un mensaje de facebook y era de quién menos esperaba.
Akira Reita: Vamos al cine. Los tres.
Yuu frunció los labios. Le había contado a Akira lo que la mujer de la tienda había dicho. Como Shima lo olvidaría cada que fuera significante en su vida y Reita pareció entender, e incluso parecía que no iba a insistir más.
Estaba por responder.
Akira Reita: Dame tu número de teléfono, no me gusta mucho esto
Yuu suspiro y de mala gana contestó.
Yuu Shiro: Gracias por la invitación, pero no.
Ah, tampoco te daré mi númeroLa respuesta demoró unos minutos pero llegó.
Akira Reita: ¿Por qué eres tan difícil? ¿No que querías recuperar a Shima? Eres un tonto, pero... si quieres estaremos en el centro comercial mañana a las 2 pm.
Si quieres.No hubo más mensajes.
En su lugar Yuu suspiro y retomó el documento. Se acercaba la fecha límite y no tenía nada.
***
Miro a la gente del centro comercial y no veía a dichos chicos. Ni a Shima ni a Reita.
En cambio vio al joven castaño de primer grado. Takanori.
No llevaba el uniforme impecable de siempre y había que admitir que la ropa "civil" le quedaba bien. Vestía una camisa larga de color rojo a cuadros, jeans negros rotos de las rodillas, tenis Nike y el cabello castaño intencionalmente desacomodado.
Pensó que si fuera chica le habría gustado. Si no conociera la verdad. La verdad que solo Takanori creía tener.
Cuando sus ojos chocaron Takanori mordió ligeramente su labio y se acercó al pelinegro.
–Hola –susurro –¿También te invitaron?
–¿Te invitó Reita? –Yuu miró fijamente al menor y descubrió una cara de fastidio cuando pronunció aquella palabra.
–No, pero no vine por él... él no me importa –Takanori suspiro y miró al piso –realmente, vinimos por la misma persona...
–Ah, si –Yuu sonrió y rasco su nuca descuidadamente.
–Igual... no dejaré que lo recuperes –Takanori sonó decidido –te lo dije antes Yuu... me agradas y mucho... pero, lo que tengo por Shima... va más allá.
Yuu trago la saliva que se había formado en su boca y el malestar de volver a oír a Takanori. Sintió la necesidad de contarle, justamente la persona que esperaban llegó.
–¡Taka! ¡Hola! –miraron en la dirección y encontraron a Shima caminando hacia ellos.
Tras de él Reita. Tras de Reita Yutaka.
¿Qué clase de rara reunión era esa?
Yuu quiso salir corriendo, y mirando por el rabillo del ojo, Takanori también quería salir corriendo.
Ambos suspiraron con pesadez al mismo tiempo.
***
–Me hubieras dicho que teníamos de amigos en común a Taka y a Rei... No te habría visto como un extraño –Shima le susurró al pelinegro mientras esperaban a que Yutaka y Reita salieran de la fila de golosinas. Takanori lidiaba con los boletos.
–Ah, quería ser yo mismo... además no pensé que un día saldríamos todos juntos... aunque...
–Yutaka es nuevo –el castaño soltó una risa y Yuu correspondió.
Era cierto. Y a la vez era una mentira.
Los cinco eran nuevos. Y al menos él sería un nuevo constantemente.
Quedaron en silencio. Un silencio penetrante y rozando la incomodidad. ¿Cómo iniciar una conversación con alguien de quien ya sabías todo? Yuu no era bueno para fingir sorpresa.
–¿Hace cuanto conoces a Reita? –Shima miró a Yuu fijamente.
Un escalofrío recorrió a ambos chicos.
Yuu conoció a Reita a los pocos meses de que el mismo Kouyou lo había conocido. Frunció los labios.
–Cinco años... quizá un poco menos
–¿En serio? Ja, yo llevo lo mismo... siento que es casi como mi mejor amigo
–Ya... es buen chico –Yuu lamió sus propios labios y sintió que hubiese dolido menos un balonazo en la cara... o en la entrepierna.
De nuevo el silencio.
De nuevo el silencio hasta que el resto del grupo de alineó con ellos. Dos de ellos llevaban 5 sodas y tres palomeras medianas. Takanori agitó las entradas y alegó que tenían que correr pues faltaban pocos minutos para iniciar la función.
Repartió los boletos y todos fueron a la sala.
***
A su conveniencia claro había repartido los boletos.
Takanori sabía que las butacas eran en número y solo había separado conveniente a Akira y a Yuu de ellos, de él y Shima.
Aprovecharía la escasa luz de la sala para llevar a cabo el plan. Para saber si fue timado o no. Aunque por historia y con lo que había pasado con Yuu sabía que no era broma.
Que la supuesta posion de amor era real. Más real que nada. Ya tenía el azul eléctrico prometido y estaba a punto de hacer lo que tenía que hacer.
–Kou... –susurro y este le miró atentamente. Recién habían tomado sus asientos y los comerciales comenzaban a aparecer –mi bebida tiene mucho hielo y últimamente me ha molestado la garganta –sobo está para hacerla más real –Crees... bueno, ¿Puedo poner algunos hielos en la tuya? No he bebido...
–Sin problema –le sonrió el mayor y dirigió su vista a la pantalla.
Takanori si pasó algunos hielos pero también vertió un pequeño sorbo de ese líquido azul eléctrico.
–Listo, gracias –susurro de nuevo y el contrario asintió.
Le miró de reojo. En cuanto bebiera del líquido tendría que ser Takanori la primera persona a la que viera.
Espero paciente a que bebiera...
Entonces, pasó.
Justamente tenía la pajilla entre los labios y estaba por dar un sorbo cuando un hombre mayor pidió permiso para pasar.
Takanori se sintió irritado más encogió sus pies. En cambio Shima tuvo que levantarse, y al tratar de dar paso al hombre, el vaso con la bebida fue a dar al piso.
Se resbaló de sus manos o el hombre había golpeado sin querer. Fuera cual fuera, la bebida con todo y posión estaban ahora en el suelo.
– Que mala suerte, ¿No? –Shima sonrió apenado a Takanori y él sonrió, más resignado que nada.
–Mucha... mucha.
Había usado la que había llevado. Y tenía más, en su hogar.
Inflo las mejillas y miro sus manos. Arriesgó y perdió.
Igualmente arriesgaría más.
Y más.
Como lo haría Reita que reprimía una sonrisa pues había estado atento a los movimientos del menor.
Como lo haría Yuu que buscaba la manera de hacerse más duradero. Aunque fuera poco a poco.
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Mejores amigos.
Fanfiction«El único amor que perdura es el amor no correspondido» (ZMKD) Uruha ha sido amigo de Aoi por 12 años y creyó que aquel sentimiento no era más que un tipo de afecto. Cuando descubre que no, decide borrarlo cometiendo un grave error tanto para él co...