Yuu Shiroyama acomodo la corbata del uniforme del instituto y se miró con nostalgia en aquel espejo. Aun recordaba al pequeño niño que entro al instituto, ese niño entro muy confiado de sí mismo, incluso un poco altanero con todos; ahora era el día de su graduación y vaya que había cambiado.
Muchas cosas habían pasado durante su segundo año de instituto. Cosas que no había imaginado y que si le hubieran dicho no creería; descubrió que la magia existía y lo descubrió de una manera mala y para él dolorosa... la magia le hizo perder a su mejor amigo. Y lo había perdido definitivamente.
Y lo recordaba tan fielmente, nunca había podido olvidar un poco de aquel chico castaño represento para él.
Después de aquel beso en el festival Yuu Shiroyama no volvió a ver a aquel chico a pesar de que cada día iba a llamar a su puerta. Una vez atendieron... pero no eran aquellos que buscaban; y nunca obtuvo una respuesta, y de hecho, nadie la había obtenido. Gracias a Takanori descubrió que no había vuelto a conectarse en sus redes sociales, que su número marcaba fuera del área de servicio y que incluso los correos electrónicos no los respondía; Por Akira supo que con Mika era lo mismo. La familia Takashima se había ido del pueblo sin avisar.
Cuando volvieron al instituto descubrieron que no era temporal como propuso Takanori. Su nombre ya no aparecía en ninguna lista grupal. Mika también había sido dada de baja de la universidad.
Y nadie supo a donde habían ido. Aunque la partida de Kouyou les había traído cosas buenas a todos y eso era algo que no se podía negar.
Takanori había obtenido esa confianza que no tenía y prometió iba a conseguir cuando el castaño se fuera. No tenía miedo de demostrar lo que pensaba y hacer las cosas a su manera, a su ritmo y con su estilo. Se sentía mejor así, se quería así, y aunque él no lo notara había un par de chicas de primer año enamoradas de su nueva actitud y de su elegancia.
Akira, por su parte había conseguido una beca deportiva conjunta a sus estudios universitarios, además de estar contemplado en la selección nacional de Japón. Tenía que estudiar y dedicarse a su gran pasión, cosa que no le era difícil, por tiempos cuando entrenaba extrañaba a su amigo Kouyou y recordaba el sentimiento que albergaba en su corazón. No sabía a donde se había ido pero sabía que donde fuera sabría de una u otra manera de él.
Yutaka seguía siendo el ejemplo de alumno, hijo y ahora de universitario. Lo único que le dolía era el recuerdo mancillado de la chica que amaba, la chica de la que siempre estuvo enamorado y nunca tuvo el valor para decirlo. Él recibió una beca para estudiar en el extranjero y aun no sabía a donde irse, si, era cierto que Japón era un lugar perfecto para su educación pero quería conocer más allá. Había aprendido de su él del instituto... y ahora no dejaría escapar ninguna oportunidad.
Por su parte, Yuu Shiroyama había encontrado muchas cosas de sí mismo... que era capaz de hacer nuevos amigos, comprender a los demás, pasar tiempo con su hermano, entender a su madre, hacerse de una novia y no botarla... pero sobre todo de valorar el momento. Mantuvo su amistad con Takanori, salían juntos cuando era posible y compartían lo necesario; aprendía que Akira no era tan diferente de él y comenzaron a sobrellevarse... se alegró de la beca e incluso lo apoyaba en algunos partidos; y Yutaka, sabía que Yutaka estaría en el momento necesario.
– ¿Aun lo extrañas, verdad? –Ikeda se inclinó para susurrarle a Yuu mientras estaban sentados en el gimnasio del instituto. Su última ceremonia –no sé lo que le paso...
–Yo tampoco sé que fue lo que paso –Yuu mintió. Obviamente Ikeda era su novia pero no tenía que saber aquel motivo –y si, aún lo extraño...
– ¿Crees que él te extrañe? –el resto de los alumnos se acomodó en sus asientos mientras gradualmente guardaban silencio pues el presídium tomaba asiento.
–Espero que si... –se puso de pie al tiempo que todos mientras comenzaba la ceremonia.
Estaba seguro que ya lo había olvidado.
***
Aquel día corrió después de aquel beso.
Corrió a su casa con lágrimas en los ojos. Había besado a alguien y no estaba seguro que fuera su primer beso aunque también estaba seguro de que sí.
Cuando llego sus padres estaban en un auto con las maletas principales que habían hecho. El auto era rentado, y esto significaba que se iban ya. Primero al tren, luego al aeropuerto. Después a aquel nuevo país, donde su padre había conseguido trabajo.
Sin embargo llegando allá descubrió una cosa. Descubrió que más que extrañar a Akira, más que extrañar a Takanori, extrañaba a aquel chico pelinegro. Extrañaba a Yuu, lo sentía.
Y era por el beso, y quizá por algo más.
Lo extrañaba como su mejor amigo. No supo en que momento aquellos recuerdos comenzaron a tomar forma, comenzó a recordar a la persona que tuvo como mejor amigo por doce años de su vida. Y estaba triste.
No se había despedido de él cuando partió del país.
Su teléfono no servía en aquel país tanto al punto que tuvo que desecharlo pues la señal era muy mala. Al recién llegar ahí en lo que la economía se asentaba tuvo que esperar a un teléfono nuevo y después a una conexión de internet. El nuevo instituto le costaba demasiado, había cosas distintas, otra no pero en general aquello que le dificulto más fue adaptarse a personas nuevas, adaptarse a un idioma establecido... nuevos libros de texto, si no lloró fue porque veía el esfuerzo que hacían todos.
Más aun el esfuerzo de Mika que había cortado su pelo y lo había teñido, además de cambiar su forma de vestir y de adoptar rápidamente el acento. Para evitar sufrir.
Si ella se esforzaba él también lo haría.
Solo había pasado un año y sabía que ahora Mika no estaría sola en aquella enorme universidad, él estaría con ella y juntos si alguien descubría lo que aquel idiota había hecho con Mika lo pagarían.
– ¿Extrañas Japón? –él y Mika estaban en el balcón de aquel nuevo departamento mirando hacia la calle. Era de noche y ya se habían acostumbrado al ruido de los autos.
–Extraño mucho a Japón... A Akira y el fútbol, a Takanori y su forma de ser, a los abuelos –Kouyou suspiro. Si extrañaba a todos.
– ¿Qué tal a Yuu? ¿Extrañas a Yuu? –Mika le miro y extendió su mano hacia él. Desde que llegaron a ese nuevo lugar ella no había hablado de su mejor amigo.
–Sobre todo a Yuu –Kouyou tomo su teléfono móvil y al encenderlo vio la foto que había digitalizado de él y su mejor amigo de la infancia.
Y quizá Yuu también lo recordaba.
Y quizá, algún día volverían a verse para ser de nuevo los mejores amigos de toda la vida.
* * * F I N * * *
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Mejores amigos.
Fanfiction«El único amor que perdura es el amor no correspondido» (ZMKD) Uruha ha sido amigo de Aoi por 12 años y creyó que aquel sentimiento no era más que un tipo de afecto. Cuando descubre que no, decide borrarlo cometiendo un grave error tanto para él co...