La siete y media de la mañana, suena el despertador y tras haber pasado unos cinco minutos zarandeándome entre las sábanas, me levanto de la cama y bajo a desayunar. Para mi sorpresa mi padre está esperándome, ha puesto la mesa y ha traído bollería de la panadería. Me da los buenos días y me besa la mejilla.
-Buenos días Ruth, siento mucho no haber estado ayer para ayudarte a preparar tu primer día de clase pero es fin de mes y tengo que presentar un trillón de facturas a mi jefe.
- Tranquilo, no importa, estuve bien.
-¿ Y qué hiciste princesa?- Me pregunta. Ah y odio que me atribuya apodos cariñosos aun sin conocerme, ¿ qué se ha creído? ¡Será descarado!
-Pues estuve preparando todos mis libros de texto y repasé algunas cosas del curso pasado. Cené sushi y estuve hablando con Julia.
-¿Y ya está cielo?
-Sí, eso es todo- miento cuando en verdad, mi corazón sabe que debería soltar que no tomé sushi porque me recordaba a Julia y a César juntos y a que estuve llorando frente al espejo hasta que me empezaron a arder los ojos de dolor.
Recojo la mesa y subo a mi cuarto. Saco lo primero que pillo del armario, me lo pongo y me miro al espejo. Los vaqueros que ayer llevaba junto a este top granate encajan a la perfección con mi pelo rojizo. Aún sigo teniendo los ojos hinchados, pero como nadie me conoce, no se darán cuenta de la decepción que hay detrás de ellos.
Hago la cama, me lavo la cara , me peino y me aplico un poco de máscara de pestañas para alegrar la mirada aunque no sea muy efectivo. Por último cojo la mochila y la bicicleta y salgo por la puerta de la increíble casa de mi padre. Parece un palacio, él es el rey que vive en él, solo y centrado en su fortuna y dinero, y yo soy la princesa, la princesa que vive en el torreón más alto que quiere fugarse para siempre, pero no sabe adónde ya que no considera que su hogar exista en estos momentos por las circunstancias dadas.
Entonces, mi padre interrumpe mis pensamientos:
-Ruth tesoro,¡ deja la bici que es peligroso ir así por terrenos como este! Sube al coche que te llevo yo y llegaremos en un santiamén.
Y como se cree que tengo cuatro años, me subo al coche y me limito a mirar por la ventanilla. Me resulta muy bonito el paisaje , España, la península en concreto, es fascinante. Por lo que he leído en internet, su gastronomía es genial y tiene mucha historia, por aquí pasaron todo tipo de civilizaciones: romanos, cristianos, musulmanes , judíos, etc. Por el tema de vivir con mi madre, prefiero mil veces Mallorca, pero me gusta mucho el ambiente que se respira en este sitio.
Mi padre pone la radio, pero no funciona bien así que decide poner un CD de Queen , un grupo que al parecer le gusta mucho. Está sonando una canción que se llama The show must go on y parece que le encanta por cómo canta y por cómo se mueve al ritmo de la música. Nunca había visto a mi padre así, estoy acostumbrada a verlo trabajar en casa o no verlo directamente, y hoy sin embargo he descubierto una faceta de él que no me esperaba para nada. Se ha levantado antes que yo y me ha hecho el desayuno que ha tomado conmigo y ahora me está llevando a clase, no sé si me trata así porque se cree que soy una niña, porque no sabe cómo ejercer como padre o porque en verdad me tiene aprecio, cosa que reconozco que me encantaría.
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La chica del pelo rojo
Mystery / ThrillerLas mentiras duelen, pero descubrir la verdad más aun. Ruth es una adolescente normal, o eso mismo creía ella antes de averiguarlo todo. Gracias a que se muda con su padre, ella comienza a generar nuevas amistades y con ellas se da cuenta de muchas...