CAPÍTULO 35

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Chicas

Ya estoy dentro

Hugo ha escrito ese mensaje hace unos quince minutos por el grupo que tenemos Sandra, él y yo. Mi amiga y yo nos alegramos por él, ahora solo tiene que buscar algo que nos proporcione ayuda y salir de la casa de los Johnson totalmente ileso. Ha pasado una hora desde que se fue y todo está yendo genial, esperemos que todo siga así.

-Ruth ,¿vienes?- grita mi amiga cuando está a punto de tirarse a un lago que hemos encontrado.

-¡Voy en un rato!- exclamo.

Sandra se tira al agua con la ropa puesta. Ninguno de los tres hemos traído bañador porque ya hace frío, y tampoco pensábamos que iba a haber un lago. Mi amiga es feliz en el agua, parece una sirena cuando se acerca hacia mí y se posa sobre una roca diciéndome:

-Oye Ruth, deja de mirarme así y ven al agua.

Entonces, sin pensarlo, me levanto de la hierba sobre la que estoy sentada y me tiro al agua con mi amiga. Una vez dentro, las dos nos posamos en unas rocas y le pregunto a mi amiga:

-¿Crees que saldrá bien?

-Si te refieres a lo de Hugo, parce mentira que te guste, ¡no confías en él!- ríe.

-No, me refiero a todo.

-Mira Ruth, si algo he aprendido todos estos años viviendo con mis abuelos, es que hay que creer en uno mismo, no mucho, porque puedes llegar a ser codicioso y orgulloso, pero tienes que estar seguro de lo que haces y confiar en el destino que tú mismo escribes.- me aconseja mi amiga.

-Lo sé, mas no soy yo misma, ¿qué sentido tiene creer en alguien que no soy?

-Puede que no seas Ruth, en realidad eres Kelly pero, ¿qué más da? Sigues siendo la misma persona, tu personalidad o tu esencia como persona, no va cambiar por lo que diga tu carnet de identidad.

Me encanta cómo mi amiga me aconseja, ella sabe lo que necesito oír, parece que me conoce de toda la vida. Le doy un fuerte abrazo, nos salimos del agua, cojo mi móvil y nos metemos de nuevo en la cueva para secarnos con unas toallas que Hugo nos proporcionó. Hablando de Hugo, ¿qué estará haciendo ahora mismo? ¿Habrá encontrado algo? Dada mi curiosidad, decido preguntarle por el grupo de whatsapp a través del móvil de Sadra por el que antes él ha escrito:

¿Qué tal vas?

Mientras espero a que me conteste, Sandra y yo nos tomamos unos nachos como un pequeño almuerzo ya que como dicen el agua da hambre. La espera se alarga. Hugo nunca tarda tanto en responder, estoy empezando a estar preocupada. ¿Y si le han pillado? En ese caso, Sandra y yo, estaremos perdidas.

De repente un sonido extraño invade nuestros oídos. Viene del bosque, por lo que salimos de la cueva para buscar de donde proviene realmente. Noto que el sonido es más fuerte cada vez que ando .Entonces, unas manos me tapan los ojos, y por su perfume, puedo adivinar quién es. Es Hugo, está sano y salvo. Al reconocerlo me aparto las manos del rostro y le beso apasionadamente ya que hubo un momento en el que la sensación de que iba a perderle.

-¡Sandra, es Hugo , está aquí!

Al escuchar mi chillido, mi amiga se acerca a nosotros, y los tres juntos nos abrazamos muy fuerte mientras nos dirigimos de nuevo a la cueva.

La chica del pelo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora