CAPÍTULO VIII

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- No puedo creer que te hayas acostado con él.

Hani hizo una mueca al teléfono, intentando apartar la imagen de su amiga haciéndolo en el contenedor con el chico del pelo rosa.

- Oye, no estuvo nada mal.- rió ella a través de la línea.

- ¡Le acababas de conocer!- chilló, apartando las sábanas de su piernas con facilidad.

- Está bueno, y además- puntualizó Hyun- Técnicamente nos conocimos en el túnel, así que no era un desconocido.

- Dios mío.- Hani negó con la cabeza. Su amiga era un descontrol- Dime que por lo menos usasteis protección.

- Claro, ya sabes que lo último que quiero es tener que cuidar de un bebé, los detesto.

- Deja de hablar de estas cosas delante de mí, ¿no ves que soy un niño inocente?

Hani desvió la mirada a su hermano, quién garabateaba en una hoja sobre el viejo escritorio de madera. Llevaba un suéter negro agujereado aquí y allí, y el cabello le caía liso y suave sobre los ojos, tapándolos con esas peculiares puntas verdes que Hani le había teñido con malicia, pero que le habían acabado gustando y había teñido repetidamente. La verdad era que Taehyung era un chico muy atractivo, así que cualquier cosa se veía bien en él.

- ¿Tu? ¿Inocente?- río su hermana apartando ligeramente el teléfono de su oreja- Vamos, te vi con Joy en la playa el verano pasado, ¿o me dirás que no le metiste mano delante de todos?

- Yo no trato así a las señoritas.- dijo él negando con la cabeza. Hani levantó las cejas, juguetona.

- Kim Tae Hyung, ¡¿Éres virgen?!- chilló Hani, y las carcajadas de Hyun invadieron la habitación a través del teléfono.

- ¡¿Quieres dejar a tu hermano en paz?! Eres una pesada.- Hani arrugó la nariz, pues el abrupto rubor de su hermano le hizo dudar sobre la veracidad de su virginidad. ¿Tan inocente era a sus diecisiete años?

- Qué lindo.- rió Hani, lanzándole un beso. Después volvió a poner la atención en su amiga- Bien, ahórrate detalles pero por lo menos dime que no vais en serio, esos tipos son la mar de raros. ¿Quién demonios vive en un contenedor abandonado?

- Beba, deberías haberlo visto- Hani hizo una mueca de asco, sin saber si su amiga le hablaba del chico o de la casa- ¡el baño tiene hasta mosaico y bañera! Parece una casa de verdad.

- La verdad es que a mí también me sorprendió, es todo demasiado bizarro.

- ¿Y tú que con el bombón morenito?- preguntó su amiga, y Hani se la imaginó levantando las cejas sugestivamente en su casa.

- Uno, no había ningún bombón en esa casa, y dos- dijo remarcando con énfasis los números- ese conejo es un pesado.

- ¡¿Conejo?! Vamos, ¡era guapísimo! Un poco jovencillo para mí gusto pero... ¿tu viste los músculos que tenía ese chaval? Sus muslos no eran ni medio normales beba.

- Lo que digas.- Hani puso los ojos en blanco- ¿Vas a dejar de fijarte en los tíos de ese modo algún día?

- Nope, bueno- río- cuando empiece a fijarme en las tías.

Hani río, pues sabía que su amiga había tenido algún que otro encuentro con su mismo sexo y no le había desagradado. Hyun no se consideraba bisexual, pero su bisexualidad estaba al nacer, y era algo que no la preocupaba.

Estuvieron charlando un buen rato, hasta que Tae se quejó del ruido y Hani colgó, amargada, llamando soso a su hermano y sentándose encima de las hojas que había estado escribiendo el chico con fervor. Le cogió por el mentón, pasando las piernas alrededor de su cuerpo. Los castaños y enormes ojos del chico se posaron en los suyos. Hani le apartó el flequillo de la frente con suma delicadeza, a lo que su hermano mostró una enorme sonrisa cuadrada.

The Last [JJK] - EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora