Somos (+ que) Amigos ➳ JiCheol

«6»

El jueves por la madrugada Jihoon tomó el tren desde Busan hasta Seúl, y durante las tres horas de viaje se mantuvo leyendo e investigando en internet sobre Manet y el realismo empleado en sus obras. Si bien ese día sólo se reuniría con su jefe y sería el lunes siguiente cuando empezaría a de verdad trabajar junto a los demás reparadores, quería estar listo.

A su lado había un niño, de al menos 7 años, que se inclinaba sobre él de vez en vez y ojeaba la laptop en su regazo con interés. Al principio Jihoon lo había dejado pasar y se había mantenido concentrado, pero a mitad del viaje le echó una mirada al pequeño y este se enderezó rápidamente; acababan de dejar la estación de Cheonan y los señores que iban en los asientos del frente —y que Jihoon había creído eran los padres del niño—, se habían bajado. Él miró alrededor en busca de alguien quien pudiera parecer a cargo del infante pero el vagón estaba casi solitario, sólo unas cuantas personas más allá de ellos.

—¿Viajas solo? —preguntó y el niño asintió—, ¿vas a Seúl? ¿Tus papás están allá?

—Voy a casa de mi tía, mis papás no están. Vivo con mi abuela.

—Oh bueno... ¿Te gusta el arte?

El niño asintió y entonces Jihoon dejó de lado su trabajo y empezó a hablar con el pequeño sobre las cosas que sabía; su acompañante se llamaba Taehyun y era bastante tranquilo y curioso. Luego de mucho hablar, ambos habían terminado sobre las mesas de los asientos dibujando.

—¿Es usted un pintor?

—Algo así, yo reparo las pinturas de otros artistas. Me gradué de la escuela de Arte pero no todos podemos dedicarnos a la pintura de lleno.

—Yo quiero dibujar manhwas de grande, y ser famoso.

Jihoon sonrió ante aquello y luego de animar al pequeño a que persiguiera ese sueño, siguió con su dibujo; una sirena sobre una roca. Al momento de llegar a la estación de Seúl, eran las 8 de la mañana apenas. Todas las personas empezaban a despertar y desperezarse, para salir siguiendo las indicaciones de las encargadas, Jihoon sacó su maleta del compartimiento de arriba y se la colgó al hombro.

—¿Y tu equipaje? —le preguntó a Taehyun.

—Es ese verde de ahí —le respondió el niño.

La maleta era más grande que el niño en sí, así que Jihoon se ofreció a llevarla por él y además quedarse a su lado mientras buscaban a su tía. El pequeño pelinegro se pegó a su lado, agarrándose de su camiseta mientras registraban su llegada en la taquilla y luego mientras iban por la estación en busca de la mujer. Jihoon recordó todas aquellas veces en las que volvía a Seúl luego de visitar a su madre, y SeungCheol lo esperaba con las manos en los bolsillos y una sonrisa, entonces él se acercaba y el otro lo envolvía en un abrazo y le besaba el cuello cariñosamente.

Borró todo pensamiento cuando escuchó al niño decirle que veía a su tía, y rápidamente se acercaron donde la mujer. Ella sonrió y agradeció a Jihoon por cuidar de su sobrino, y luego él y el niño intercambiaron dibujos antes de despedirse. En la hoja que el pequeño le había entregado se veía un hombre que pretendía ser él —lo adivinó por su suéter color ladrillo y el cabello castaño—, con una sonrisa demasiado grande para ser posible, a un lado se leía en una letra dispareja: "No esté triste ahjussi, pronto todo estará bien".

Sonrió con algo de melancolía y dobló el dibujo para guardarlo en su billetera antes de salir a la calle y tomar un taxi hasta el Museo, no tenía tiempo para pasar a dejar sus cosas en casa de Jonghyun, así que no tenía de otra sino aparecerse con todo y maleta. Al llegar se encontró con otros dos hombres mayores que él que aguardaban sentados en una hilera de sillas, Jihoon les preguntó si estaban ahí por el trabajo con las pinturas de Manet y estos asintieron. Se sentó con ellos y aguardó, otros 5 artistas llegaron después: 1 hombre y 4 mujeres, y fue entonces cuando otro hombre identificado como el encargado del museo se les acercó y empezó a hablarles de lo que estaban buscando para el trabajo.