Capitulo 2 – Primera broma en camino
-Bueno… y… -balbuceé nerviosa- ¿Cuáles son las reglas?
-No sé, que lo diga Cristian. El es el que tiene el libro gay –dijo Ignacio.
Todos estábamos en la sala de estar. Las chicas en el sillón y los chicos en el piso, al frente nuestro. Así de feministas éramos.
Cristian había traído un libro para anotar las reglas y… todas esas cosas. El libro era bastante… bastante… gay, no había otra palabra para decirlo. Era un cuaderno rosa con puntitos blancos y violetas, y en la primera hoja había una Barbie que decía: “Hola, este será tu nuevo cuaderno, y yo seré tu nueva amiga”
Alguien me quiere decir, ¿Quién en su sano juicio usaría un cuaderno así?
Cristian resoplo.
-¡Yo se una regla! –dijo Elizabeth.
Todos nos giramos hacia ella, esperando a que digiera la regla.
-No se pueden meter con las cosas personales –dijo con una sonrisa de orgullo.
¿Orgullo? Solo había dicho una tonta regla.
-¿Por qué, simplemente no hay ninguna regla? –dije pensando en voz alta
-¿Cómo que no haya re…? –empezó a decir Elizabeth, pero Camille le corto.
-¡Eso! Sin reglas, más divertido. ¿A que si? –pregunto.
Todos dijeron un “¡Si!”. Excepto Elizabeth, ella parecía una niña pequeña a la que no le habían dado su paleta prometida.
-Esto empieza… ¡Ya! –dijo Alex.
Yo fui la única tarada que se levanto y salió corriendo asía su habitación. A mitad de camino, me di cuenta que nadie me seguía. Me di media vuelta y me volví a la sala, donde estaban todos.
-¡Los odio a todos, asqueroso! –dije nada más llegar.
-Vale, vale… esto si empieza, ya –dijo Alysson.
Esta vez, todos se levantaron y se fueron corriendo. Yo fui la única tonta que se quedo en el medio, parada, de brazos cruzados.
-¿Eres retrasada o que? –me grito Alysson desde su habitación- mueve tu hermoso culo hasta aquí.
Sip, esa era mi mejor amiga, la que no tenía vergüenza a nada.
Una vez en la pieza de Alysson, me senté en el puff purpura, que ya no era tan purpura.
-Y… ¿Qué broma les aremos? –pregunte yo.
Si no hablaba, podríamos pasar horas sin decirnos ni “mu”.
-Yo no quiero estar en esto –aviso Elizabeth- me iré a buscar algo de comer.
Ella se levanto y se dirigió hacia la puerta, puso la mano sobre el picaporte dorado, pero antes de que abriera la puerta, Alysson dijo:
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¡Esto es guerra!
Hài hước¿Qué pasa cuando alguien abre su bocata? Pues pasa ¡Mierda! Gracias a, nuestra querida Bianca, están en medio de una batalla de bromas. Y dudo... que alguien salga vivo de esa. -Ganaremos -dijo Nicolás -¡Mis huevos!, que no tengo, ni tú tampoco... ¡...