Capítulo 11 - María Jose e Isabella. Parte I

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Capítulo 11 – María José e Isabella

Narra Bianca

 

-Los odio, los odio, los odio. Los. Odio. Los. Odio. ¡Los odio, los odio, los oídos! ¿Eh? –grito Alysson

-¿Qué pasa? –pregunto Elizabeth, ya cansada de que Alysson gritara todo el bendito día lo mismo

-¡¡¡MIERDA!!! ¿Cómo se atrevieron a depilarme mis HERMOSAS cejas? –volvió a gritar

-Atreviéndose –respondió obvio Camille

-¡Le voy a depilar los huevos! –se puso roja de la furia, pero luego se calmo y se llevo un dedo hacía la boca- claro… si es que los tiene.

-Yo digo que no –dije

¡Vamos! Los chicos deben ponerse dos naranjas para simular que tienen algo que, en verdad, no lo tienen (huevos)

-¡Ya! –grito Elizabeth- agarra un marcador y dibújatelas de nuevo, me tienes harta, nena, ¡harta!

-Soy pobre –murmuro Alysson bajando la cabeza- ni para un chicle me alcanza

-Tengo hambre, ¡acompáñenme a la cocina! –dije mientras me levantaba de la cama de Alysson

Para que entiendan un poquito más lo que está pasando: ya pasaron varios días desde que encerré a los chicos en la habitación de Alex, no está de más aclarar, también pasaron varios días desde que Nicolás se fue a un bar, creo que eso fue lo que hizo que se volviera un loquito, o, tal vez los chicos le pusieron algo a su lechita. Estamos en la habitación de Alysson (como siempre) y si les soy sincera, creo que si no cambiamos de habitación, esta va a quedar con un olor INSOPORTABLE, (Camille se ha bañado en una semana, si… muy normales son mis amigas)

-¡Noo! –chillo Camille- creo que puedes ir solita, o… ¿Sera que tienes miedo de que te intenten violar?

-¿Y cómo no van a querer hacerlo? –dije mientras movía mi cabeza haciendo círculos.

-Te vas a golpear –me aviso Elizabeth

-¿Cómo crees que será tan retra…? –empecé a decir, pero un linda pared quiso besar mi cabeza- ¡aauuu! –dije agarrando mi cabeza- ¡Eli! Todo es tu culpa, ¿por qué no me avisaste?

-Pero… -intento decir algo Elizabeth, pero la interrumpí

-Nada de peros, todo es tu culpa –dije abriendo la puerta y cerrándola tras de mí

Me estaba yendo hacia la cocina, pase por el cuarto de Alex, por el basurero, por la sala de estar, por mi dormitorio, esperen… ¿Quién estaba en la sala de estar?

Volví unos pasos hacia atrás, me agache y mire hacia el sillón: dos chicas estaban sentadas ahí, como si estuvieran en su casa, y la frutilla del postre, ¡tenían sus pies arriba de los otros sillones individuales! ¿Acaso las criaron los monos? ¡Después hay que limpiar eso!, cosa que yo no hago, eso lo hacen los monos peludos de la casa, departamento, como le digan.

Volví sobre mis pasos y entre en la habitación de Alysson.

-¿Y la comida? –pregunto Camille

-Uno –dije- no fui a la cocina. Dos, si hubiera ido, no te hubiera traído comida –Camille me miro con cara dolida, como que le hubiera dicho que el lobito de Crepúsculo no existía- es que… estoy cuidando tu… ¿colón? –Nota mental: buscar que significa “colón”, ¡búscalo!-. Tres, ¡nos vinieron a robar!

-¿Qué nos van a robar? –pregunto Alysson poniendo sus manos en sus caderas- repito: ¡no tenemos ni para comprar un maldito chicle!

-Tengo una idea para que se vayan –dijo con una “sonrisita” (nótese sarcasmo, ya que parecía la sonrisa del Guasón) Alysson

¡Esto es guerra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora